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La proliferación de los “notebooks Frankenstein” en India: Tecnología reciclada para enfrentar la brecha digital

Por Michel Nahas Miranda

07.04.2025 / 14:51

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En los mercados de reparación de Nueva Delhi, técnicos ensamblan laptops funcionales a partir de partes recicladas, ofreciendo una solución económica y sustentable frente a los altos costos de la electrónica nueva.


En el corazón de Nueva Delhi, mercados como Nehru Place se han transformado en verdaderos laboratorios de tecnología reciclada.

En pequeños talleres y pasillos atiborrados de cables, ventiladores y placas base, técnicos indios ensamblan los llamados “notebooks Frankenstein“: computadores portátiles construidos a partir de piezas rescatadas de equipos en desuso, descartes corporativos y excedentes tecnológicos.

Estos dispositivos no tienen marca reconocida ni diseño homogéneo, pero funcionan. Y eso basta. Para miles de estudiantes, trabajadores informales y emprendedores de bajos ingresos en India, representan una oportunidad concreta de acceder a herramientas digitales esenciales a una fracción del precio de un notebook nuevo.

El fenómeno, reportado por medios internacionales como The Verge, es parte de una tradición de reparación muy arraigada en el país.

En el barrio de Seelampur, también en Delhi, se procesan más de 30.000 toneladas de desechos electrónicos al año, muchos de los cuales terminan alimentando el ciclo de reconstrucción tecnológica. Desde pantallas hasta teclados, pasando por discos duros y memorias RAM, todo se reutiliza si aún tiene vida útil.

Pero no todo es tan simple. Técnicos locales denuncian que el trabajo se ve amenazado por las restricciones impuestas por algunos fabricantes, que utilizan componentes propietarios, bloqueos de software o tornillos especiales para impedir que los dispositivos sean abiertos y reparados.

Esta práctica va en contra del derecho a reparar, una demanda que ya ha ganado espacio en Europa y Estados Unidos, y que en India aún no cuenta con una legislación sólida.

Organizaciones como Toxics Link han levantado la voz para pedir una regulación formal del sector, que reconozca y proteja a los trabajadores de la reparación.

A pesar de los desafíos, estos técnicos —sin acceso oficial a manuales, herramientas originales ni repuestos certificados— siguen extendiendo la vida útil de equipos que, en otro contexto, habrían terminado en vertederos.

Los “notebooks Frankenstein” son reflejo de una realidad dura, pero también de una creatividad inmensa. Frente a la exclusión digital, el reciclaje se convierte en una vía concreta para reducir la brecha tecnológica y fomentar una economía más circular. Una alternativa que, aunque no exenta de precariedad, está marcando un camino único en el sur global.