En conversación con Fernando Paulsen y en un nuevo capítulo de "CNN 50: Testimonios de la historia", el exministro recordó sus inicios a la cabeza del Ministerio de Defensa, tras suceder a Patricio Rojas en el cargo. Al mando de la cartera debió enfrentar la salida del general de Carabineros, Rodolfo Stange y la detención del exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Manuel Contreras.
Edmundo Pérez Yoma jugó un rol importante en la transición a la democracia. Designado como ministro de Defensa por el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, debió cumplir con la misión de manejar las relaciones con el entonces general Augusto Pinochet y preparar el cambio de mando en el Ejército.
A diferencia de su antecesor Patricio Rojas, Pérez Yoma logró establecer buenas relaciones profesionales con Pinochet, con quien llegó a un acuerdo para que el sucesor en el mando fuera Ricardo Izurieta.
Asimismo, debió enfrentar la salida del general de Carabineros, Rodolfo Stange, quien se negaba a renunciar tras ser acusado de incumplimiento de deberes por el Caso Degollados.
Durante su gestión, también debió enfrentar la detención de Manuel Contreras, quien fuera el exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y uno de los hombres clave de la dictadura.
La salida de Rodolfo Stange
En conversación con Fernando Paulsen y en un nuevo capítulo de “CNN 50: Testimonios de la historia“, el exministro recordó sus inicios a la cabeza del Ministerio de Defensa, tras suceder a Patricio Rojas en el cargo.
“Yo estaba designado ya como ministro de Defensa y Pinochet pidió irme a ver a la casa. (…) Me costó mucho aceptarlo, pero me convencieron de que era importante hacerlo y lo hice. Fue una gran sorpresa para mí. Estaba el general Pinochet acompañado de unos cuatro o cinco generales y empezamos a conversar. Él introdujo el tema, dijo que a él le había tocado intervenir en el tema de mi padre, cuando fue asesinado en el año 71. Le dije (…) que quería conocer su Ejército, pero por dentro. Pinochet lo tomó muy bien y dio órdenes a algunos de los generales a que preparara una visita.(…) Entonces me fui a los marinos, después a los aviadores y después Carabineros”, señaló.
Edmundo Pérez Yoma, exministro de Defensa del presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Asimismo, aseguró que “el período anterior había sido malo, había estado mal diseñado. En primer lugar, el ministro de Defensa, Patricio Rojas, que fue un buen ministro de Defensa, cometió la imprudencia o el mal cálculo de decir que su objetivo era sacar a Pinochet antes del tiempo que le correspondía. Por lo que lo puso de punta con Pinochet y no se entendieron nunca”.
En el marco de las indagatorias por el Caso Degollados y tras determinarse la responsabilidad de Carabineros, Pérez Yoma debió enfrentar la salida de Rodolfo Stange, en una época donde el Presidente de la República no podía intervenir.
“Se terminó el juicio del caso Degollados y se determinó que Carabineros era culpable. Y ahí hubo algo muy raro…a muy poco andar del comienzo del Gobierno, Germán Correa dijo que a lo mejor sería bueno que Rodolfo Stange renunciara. (…) El problema era que había un convenio de que Correa se iba a ocupar de estos temas, pero como Correa había incurrido en este problema de decir que debiera irse, me pidieron a mí que me hiciera cargo porque yo era el jefe administrativo de ellos”, contó.
“Yo llamé a Stange y le dije que el Gobierno no confiaba en él y que queríamos que se fuera”, añadió.
—En esa época, todavía en la Constitución, no estaba permitido que el presidente sacara a los comandantes en jefe ni de Carabineros. Ellos solamente se podían ir si querían o si renunciaban…
—Stange me dijo que no, que él tenía tiempo más, que no terminaba su período hasta cuatro años más. (…) El hecho concreto es que esto se empezó a alargar, después pidió permiso para ir a La Moneda, yo supuse que presentaría su renuncia directamente a Frei y en vez de eso, salió al patio, pidió un micrófono y dijo que él no iba a renunciar. (…) Finalmente en marzo nos pusimos de acuerdo en que se tenía que ir y él me pidió si podía asistir a la última ceremonia de Carabineros y ahí anunciar su retiro.
“Pinochet fue a visitarme tres veces para argumentarme que Contreras no podía ir preso”
Durante su gestión, también enfrentó la detención a Manuel Contreras Sepúlveda, exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) quien murió en 2015 con más de 500 años de condena por delitos de violación a los Derechos Humanos.
—De alguna manera se había instalado en el Ejército de que los generales de Inteligencia no iban a la cárcel, que no había precedentes de esto en el mundo y que Contreras no podía ir a la cárcel. Pinochet fue a visitarme tres veces para argumentarme que Contreras no podía ir preso. Yo le decía, ‘general, entiéndame, si estamos en un período constitucional, el día en que el ministro Bañados de la orden de arresto, nosotros lo vamos a arrestar y lo vamos a meter preso. Yo no puedo hacer nada contra eso, estamos en un Estado de Derecho, esto tiene su cause absolutamente normal y cuando pasen las cosas yo le anuncio que la decisión del Gobierno, es que el general Contreras va a ir preso, sea general de Inteligencia o no’.
En esa oportunidad, recordó cuando el exdictador lo llamó para reunirse con los generales del Ejército, cita a la que acudió con Jorge Burgos.
“Un día Pinochet me llama y me dice que si yo puedo reunirme con los generales (…) Todos me recomendaron que no fuera de ninguna manera. Finalmente, decidí ir y le pedí a Burgos que me acompañara. La razón por la que me citaba Pinochet, es que quería que yo le explicara a los generales cuál era la situación del Gobierno. Cuando llegamos al club militar, en la puerta me esperaba el general Pinochet acompañado por su abogado (…) Pasamos a una sala y él expuso cuáles eran las razones del Ejército para creer que el juicio de Contreras estaba mal llevado“, relató.
En ese sentido, agregó que uno de los generales expuso la situación del exmilitar, “como estaba abandonado en su campo, rodeado de espías y de la PDI y que estaba muy enfermo y que se sentía amenazado todo el día. Terminó esto como una especie de arenga en que el general Contreras no era un criminal, sino que un héroe. Que el Ejército siempre honraba a sus héroes y que él y sus 12 mil hombres a su cargo aquí en Santiago, no aceptarían que el general Contreras fuera a la cárcel. Yo hablé un poquito más fuerte y les dije que el general Contreras, tan pronto como el ministro Bañados diera la orden, iba a ir preso“.
“Pasaron unos días y me llama como a las 4 de la mañana el general Garín y me dice que tiene un problema, que el general Contreras se había ido a meter al Regimiento Sangre y que por favor yo lo mantenga reservado porque él se compromete a sacarlo antes de las 9 de la mañana. Llamé a Frei y me dijo que esperemos. Llegaron las 9 de la mañana y no había salido todavía (…) tipo 12 del día salió finalmente en rumbo a su casa en Frutillar. (…) Era obvio que si venía Contreras a Santiago lo iban a llevar al Hospital Militar. Yo conversaba un día con el Almirante McKay y de repente él me dice ‘ministro, el Hospital Militar de Santiago no es el único hospital que hay en el país’. Llamo a Garín y le digo que lo saque y que lo lleve al Hospital Militar de Talcahuano“, expresó.
“Apenas entró al hospital, lo revisaron los médicos y después le pusieron dos infantes de marina en la puerta y ahí quedó preso para siempre”, zanjó.