Electo constituyente por el distrito 9, el ex subsecretario de Redes Asistenciales y militante de la UDI proyecta una Convención con acuerdos dinámicos donde todos los grupos tienen minoría. En conversación con CNN Chile, opina que hubo "un discurso muy incendiario" de algunos representantes electos, pero afirma que ya "se ha ido apagando".
Soy Arturo Zúñiga (38), convencional electo del distrito 9.
Más que prometer, más que asegurar ideas, mi campaña se basó en escuchar: escuchar cuáles son los problemas de la ciudadanía, cuáles son sus mayores necesidades, cuáles son sus dolores. El aporte que hace la ciudadanía en la conversación que se da dentro de sus casas, ayuda muchísimo a priorizar ciertas cosas.
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Lo fundamental va a ser que pongamos a la persona y a la familia chilena en el centro de esa discusión, dejemos las ideologías de lado, dejemos las aspiraciones individuales y políticas que cada uno pueda tener, y nos concentremos en que este sea un Estado que esté realmente al servicio de la ciudadanía y que no algunos pocos se sirvan del Estado.
Me llamó mucho la atención cuando se inscribieron las candidaturas a primarias. Aparte de todo el show mediático, los partidos políticos tienen hasta las 12 de la noche para inscribir sus candidaturas y hay un funcionario público del Servel que está ahí para atenderlos, pero cuando uno quiere ir a renovar su cédula de identidad, es hasta las 2:00 de la tarde; cuando uno quiere ir al consultorio, hasta las 5:00 de la tarde, de lunes a viernes. ¿Por qué no hacer que haya un Estado que esté realmente al servicio de las personas?
Todos los grupos hoy día tienen minoría, no hay una lista o agrupación que tenga más de dos tercios y tampoco hay ninguna que haya llegado al tercio.
Eso habla de que vamos a tener que dialogar mucho, buscar muchos acuerdos dinámicos en algunos temas y esos acuerdos dinámicos van a permitir tener una buena Constitución porque la base es que se logre una aprobación por dos tercios, pero también que se tome en consideración a las minorías.
No puede suceder que después de 15 años todavía no tengamos un acuerdo en nuestro Congreso Nacional de la reforma a las pensiones, cuando todos sabemos que tenemos que tener mejores pensiones; no puede ser que se rechace el proyecto de ley de mejorar el acceso a las viviendas, cuando todos sabemos que tenemos un déficit de viviendas gigante; que se haya rechazado el kínder obligatorio. Tenemos que actuar de una forma muy diferente a cómo lo está haciendo el Congreso Nacional hoy en día para poder darle respuestas a la ciudadanía.
Yo creo que va a haber bastante acuerdo con las personas que fueron elegidas en la Lista del Pueblo que promueven una protección del medio ambiente, lo mismo con las personas que hayan representado los problemas de las viviendas.
No debiésemos tener grandes desacuerdos, sino que todo lo contrario: que ninguna lista haya tenido un tercio va a fomentar a que exista deliberaciones, es decir, escuchar a la persona que uno tiene al frente, poder sentarse con la posibilidad de dejarse convencer, pero también con la posibilidad de exponer claramente las posiciones de cada uno para poder ver cuál es la mejor forma de construir una Constitución.
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Ha habido algunas declaraciones bastante desafortunadas. Es parte de la adrenalina de algunos constituyentes que han salido y que van en la misma línea del discurso que vienen dando los políticos de hace 10 años. Yo creo que la ciudadanía quiere otro tipo de diálogo, otro tipo de trabajo de parte de los constituyentes.
Lo mismo con las 34 personas que firmaron la carta de que no iban a respetar ciertas reglas, lo mismo que Atria cuando en un comienzo dijo que no iba a respetar los dos tercios y después, cuando vio los resultados, dijo ‘bueno, ya, esto no es tan importante, ahora respetémoslo’. Se van adecuando según la propia conveniencia.
De a poco se ha ido apagando ese discurso muy incendiario y vamos a lograr de alguna forma lo que la ciudadanía quiere, que es que nos sentemos a conversar.