Como suele ocurrir en encuentros que barajan intereses internacionales de esta índole, hay una serie de temas a tratar. Todos están directamente relacionados con el cambio climático y sus efectos en la naturaleza. Aquí te los contamos.
Bajo el lema “Tiempo de Actuar“, la principal misión de la COP 25 es favorecer la acción climática concreta, asegurando un proceso inclusivo para todas las partes y la integración formal del mundo científico y del sector privado. Esto, logrando una transición hacia el incremento de la acción que sea percibida por la ciudadanía.
Este año, aterrizará en Santiago de Chile, específicamente el Parque Bicentenario, entre el 2 y el 13 de diciembre.
Como suele ocurrir en encuentros que barajan intereses internacionales de esta índole, hay una serie de temas a tratar. Todos están directamente relacionados con el cambio climático y sus efectos en la naturaleza.
Cumple un rol fundamental a la hora de mitigar el cambio climático, almacenando más de un 90% del calor y 25% del carbono liberado producto de actividades humanas.
Sin embargo, esta protección deja a su paso consecuencias irreversibles: un aumento en su temperatura y también en el nivel del mar, acidificación y cambios en la biodiversidad marina.
Además de ser grandes reservas de agua, la Antártida, el Ártico y los glaciares de montaña regulan el clima.
Sin embargo, la criósfera es muy sensible al calentamiento global, produciéndose derretimiento y pérdida de masa debido a sus niveles de exposición a los efectos de la contaminación. Este deterioro de ecosistema deja a su paso consecuencias globales que perduran durante varios siglos.
Los efectos del cambio climático, ya sean directos o indirectos, están ligados a los cambios en la biodiversidad de la Tierra. Este concepto resulta fundamental para idear llevar a cabo acciones que aseguren su protección y conservación.
Habrá enfoque especial en la creación del Plan Nacional de Protección de Humedales y el Proyecto de Ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas.
Su rol en el cambio climático es fundamental, pues capturan el CO2 emitido a la atmósfera, además, también protegen los suelos y la biodiversidad a nivel general.
Chile, que cuenta con una gran extensión de bosques nativos en buena conservación, debe priorizar la protección de aquellos que han sido alterados, por lo que su restauración debe ser una prioidad para mitigar los efectos del cambio climático.
A largo plazo, se proyecta para Chile aumento en la temperatura, disminución de precipitaciones en la zona centro-sur y aumentos en zonas extremas, entre otros.
Para hacer frente a estos eventos con importante impacto en el ecosistema, la población y las actividades productivas, es necesario poner en marcha medidas de adaptación para todos los sectores, con mejores institucionales, infraestructuras resilientes y protección de comunidades.
Chile posee un nivel de urbanización que tiene a 90% de sus habitantes viviendo en ciudades.
Debido a su gran tamaño y altos niveles de contaminación focalizado en el uso de energías no renovables, transporte, construcción y procesos productivos, entre otros, este tema se tocará pensando en la arquitectura ecológica y estructural a largo plazo.
Estas consideran fuentes de energía limpia e inagotable. Eólica, solar, hidráulica, biomasa, geotérmica y mareomotriz, entre otras.
Chile tiene la ambición de ser carbono netural antes de mediados de este siglo, evitando así evitar emisiones directas de gases de efect invernadero.
En palabras simples, consiste en un sistema de aprovechamiento de recursos protagonizado por la reducción, reutilización y reciclaje. Se desvirtúa de la filosofía de un sólo uso para que ningún elemento se pierda y su utilización sea maximizada al mayor grado posible.
El actual modelo económico potencia un consumo sólo existente a corto plazo, lo que lleva al planeta a una situación insostenible y desprendida del ciclo natural de los ecosistemas.
La electromovilidad hace referencia a tecnologías que permiten que los medios de transporte se impulsen con energía eléctrica, la cual no emite contaminación ni sustancias que aceleran el cambio climático.
En junio, la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, manifestó que la electromovilidad compondría un elemento clave en esta edición anual de la COP25.
“La cumbre estará marcada por la electromovilidad. Ver modelos de negocios, la forma en que se organizan las flotas y cómo se han hecho los terminales pueden ser temas de conversación importantes en la COP. Es una tendencia”, afirmó a La Tercera.
Las autoridades advierten que el número de fallecidos podría aumentar, dado que aún hay muchas personas desaparecidas y las condiciones complicadas para la búsqueda.
