Los expertos advierten que el confinamiento va a dejar una profunda huella psicológica en algunas personas, sobre todo en quienes sienten miedo de salir y quienes tienen trastornos obsesivos.
Uno de los golpes más duros de esta pandemia ha sido la salud mental, que fruto del estrés, el encierro y el miedo, tiene atentas a las autoridades del mundo ante un aumento de las tasas de depresión y desarrollo de trastornos. Sin ir más lejos, en Chile las consultas de este tipo tuvieron un alza de 30%.
Profesionales de dicha área advierten que el miedo y la inseguridad irracional a salir de la casa para hacer una compra básica podría ser un síntoma temprano del desarrollo de alguna fobia. En psicología y psiquiatría ya han identificado tres que se incrementarán luego del coronavirus.
La agorafobia es el temor obsesivo ante los espacios abiertos e incluso puede constituir una enfermedad. Entre los síntomas se encuentra el miedo a salir de casa solo o usar la locomoción colectiva.
Este miedo hoy podría estar aumentando lentamente con la advertencia de las autoridades y especialistas en torno al riego que producen para la salud las aglomeraciones.
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Dicen que la ansiedad es la mente yendo más de prisa que la vida. Así se sienten las personas que la tienen.
El doctor Patricio Orio, investigador del Instituto Milenio Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV), explica a CHV Noticias que “una estrategia fundamental de nuestro cerebro para enfrentar el ambiente y el mundo es tratar de predecir o anticiparse“.
“En la medida que estas predicciones se van cumpliendo, sentimos que el mundo está bajo control, entonces cuando perdemos la capacidad de predecir o de anticiparnos y no sabemos cómo planificar el mes siguiente, es natural que nos sintamos estresados“.
Se habla de patrones evitativos, los que también están relacionados con la fobia social. Situaciones como conversar con desconocidos, ser observados o hablar en público son algunas de las pesadillas de las personas que lo padecen.
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En último lugar están los trastornos del espectro obsesivo, relacionados con la necesidad de control que tenemos de nuestro entorno y que no podemos lograr. Estas patologías se podrían incrementar en los próximos meses, más para quienes ya las habían desarrollado a lo largo de sus vidas.
Paula Errázuriz, de la Escuela de Psicología UC, indica que “la situación actual es especialmente desafiante para aquellas personas que previo a la pandemia ya tenían obsesiones con gérmenes, con ser contaminados, y para aquellas personas que ya sufrían de convulsiones a la limpieza y el lavado de manos”.
Las nuevas credenciales cuentan con un amplio repertorio de medidas de seguridad y forman parte del Sistema de Identificación, el que cumple con estándares internaciones debido a la implementación de nueva tecnología.
