1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.
Javier Bravo, director de la Sociedad Chilena de Emergencias Pediátricas, enumeró algunas señales a las que las familias deben poner atención para poder tratar a tiempo el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico que está asociado al COVID-19 en niños y niñas.
Hasta la fecha se han confirmado 176 niños afectados por el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS), de ellos 3 han muerto en territorio nacional por esta enfermedad durante la pandemia, según informó el Ministerio de Salud (Minsal) el miércoles.
El síndrome, asociado al COVID-19, no es tan fácil de identificar para los médicos, ya que sus síntomas son variados y puede presentarse hasta 4 o 6 semanas después de que el niño se haya contagiado de coronavirus.
Javier Bravo, director de la Sociedad Chilena de Emergencias Pediátricas, comentó que “dentro de los niños hospitalizados por COVID-19, el PIMS representa cerca de un 15% de los motivos de hospitalización. Si bien es grave y tenemos desenlaces bastante malos si la atención no es precoz, por fortuna no es tan frecuente”.
“Es como que el cuerpo estuviera corriendo de forma mantenida, consumiendo mucho oxígeno y provocando inflamación de distintos órganos“, describió el especialista.
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Es por esto que destaca la importancia de reconocer cuanto antes el síndrome es vital para que tenga un mejor desenlace. Para ello, Barra entregó tres “alertas rojas” a poner atención, aunque reconoce que detectarlo “es difícil y es lo que nos ha jugando en contra”.
“El PIMS como es una respuesta post infecciosa, en primer lugar no tiene una vinculación directa con al enfermedad respiratoria (producida por COVID-19) y marcadores como la PCR pueden estar normales”, explicó.
Primero, Bravo advirtió que la fiebre es clave, pero “tiene que tener más de un día de fiebre. Si se enferma un día, podemos esperar; al segundo día, si está bien pero tiene fiebre, quizás puedo esperar; pero un tercer día con fiebre sobre 38° ya no, esa es la primera bandera roja: un niño que presente fiebre tres días continuados requiere evaluación médica
“Segunda bandera roja es que un niño que presente fiebre uno o dos días pero que está anormalmente decaído, no quiere comer no quiere tomar agua. Ahí se justifica ir a un servicio de urgencias”, continuó.
Y finalmente, describió que “la tercera es cuando está el cuadro florido: fiebre, dolor abdominal y puede presentarse con los ojos rojos, sin secreción, manchas rojas en la piel no palpables y se le pueden palmar ganglios en el cuello. Eso da cuenta de que es una enfermedad más avanzada”.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.