"En una sociedad de la supervivencia se pierde todo sentido de la buena vida", sostuvo el filósofo surcoreano. Además, advirtió que "la pandemia no es solo un problema médico, sino social".
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El filósofo coreano Byung-Chul Han afirmó que después de la pandemia del COVID-19, los humanos viviremos “como si estuviéramos en un estado de guerra permanente”. Además, alertó que las personas sacrificarán el placer y el sentido de la buena vida.
En entrevista con EFE, una de las mentes más innovadoras en la crítica de la sociedad actual, afirmó que el virus es un espejo que “muestra en qué sociedad vivimos”: una que se basa en en el miedo a la muerte.
“Ahora sobrevivir se convertirá en algo absoluto, como si estuviéramos en un estado de guerra permanente. Todas las fuerzas vitales se emplearán para prolongar la vida. En una sociedad de la supervivencia se pierde todo sentido de la buena vida. El placer también se sacrificará al propósito más elevado de la propia salud”, reflexionó el filósofo.
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Según el coreano, “el pánico ante el virus es exagerado”, ya que la edad promedio de quienes mueren en Alemania por COVID-19 es 80 u 81 años y la esperanza media de vida es de 80,5 años. “Lo que muestra nuestra reacción de pánico ante el virus es que algo anda mal en nuestra sociedad”, agregó.
¿El coronavirus cambiará el orden mundial?
Byung-Chul Han cree que el coronavirus “probablemente no sea un buen presagio para Europa y Estados Unidos”, ya que es una prueba para el sistema. “Los países asiáticos, que creen poco en el liberalismo, han asumido con bastante rapidez el control de la pandemia, especialmente en el aspecto de la vigilancia digital y biopolítica, inimaginables para Occidente”, indicó.
Además, aseguró que “China venderá su estado de vigilancia autocrática como modelo de éxito contra la epidemia. Exhibirá por todo el mundo aún con más orgullo la superioridad de su sistema. El COVID-19 hará que el poder mundial se desplace un poco más hacia Asia. Visto así, el virus marca un cambio de era”.
Por otro lado, alertó que “el COVID-19 no sustenta a la democracia” y que “del miedo se alimentan los autócratas. En la crisis, las personas vuelven a buscar líderes”.
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Coronavirus, un problema social
El filósofo dijo que la pandemia del COVID-19 “pone de relieve los problemas sociales, los fallos y las diferencias de cada sociedad”.
Ejemplo de ello, afirmó, es lo que sucede en Estados Unidos, con la alta tasa de mortalidad de los afroamericanos; o en Francia: “como consecuencia del confinamiento, los trenes suburbanos que conectan París con los suburbios están abarrotados. Con el COVID-19 enferman y mueren los trabajadores pobres de origen inmigrante en las zonas periféricas de las grandes ciudades”.
“La pandemia no es solo un problema médico, sino social. Una razón por la que no han muerto tantas personas en Alemania es porque no hay problemas sociales tan graves como en otros países europeos y Estados Unidos. Además el sistema sanitario es mucho mejor en Alemania que en los Estados Unidos, Francia, Inglaterra o Italia”, sentenció.