Paloma Ávila, directora de CNN Futuro, es premiada por el Colegio de Ingenieros por su aporte al desarrollo del país
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Como una medida para hacer frente al estrés y la ansiedad del encierro, los centros de yoga han puesto sus clases a disposición en modo online. Clases pre-armadas, libros y manuales también servirán a la hora de comenzar una nueva práctica.
Es muy probable que en estos días muchos quieran comenzar a practicar yoga para bajar la ansiedad, calmar la mente o simplemente para relajarse. Y no sólo es entendible, sino que también muy recomendable.
Pero estamos frente a una pandemia mundial y no tenemos certeza de si es un buen o un mal momento para iniciarse en algo, porque estamos viviendo una situación extrema que antes no nos había tocado.
El mejor consejo es que, a pesar del aislamiento temporal o de la contingencia, comiences a hacerlo con todos los sentidos puestos y la conciencia al máximo. Si es así, te garantizo que experimentarás una nueva forma de vivir la vida, o al menos mirarás tu día a día de otra forma.
El yoga es considerado por muchas culturas como una práctica sanadora y, para quienes lo practicamos en estos días, imprescindible. Necesitas sólo de tu cuerpo, en un espacio reducido, sin invadir al resto. Además, tus emociones de miedo, pena o incertidumbre -o la que sea- siempre serán transitorias, a pesar de que es muy bueno experimentarlas. Con el paso del tiempo, nos vamos volviendo más optimistas y encontramos, de verdad, todas las oportunidades que se vienen durante y después de una crisis.
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Desde el inicio del brote de coronovirus en Chile, las academias, los estudios y las escuelas de yoga comenzaron a movilizarse. Primero, para difundir aquellas posturas que contribuyen a reforzar el sistema inmune. “Para los tiempos que se vienen”, decían.
Luego, y considerando lo que pasaba en otros países, iniciaron estrictos protocolos de medidas preventivas para evitar contagios. No pasó mucho tiempo y casi todas los lugares que imparten yoga en Santiago debieron cerrar. Y buscando alternativas, en tiempo récord comenzaron generosamente a impartir clases en vivo.
Yoga significa unión y eso es lo que -para mí y para muchos- otorga una mística especial a la práctica en vivo. Esto sucede porque sabemos que fluye mucha energía entre el grupo que está contigo. No la misma de la presencial, evidentemente, pero generas fuerza y consciencia en una práctica con los demás. Con el profesor presente “en el aquí y en el ahora”, como te lo recuerdan en las clases.
Aun así, hay otras muchas alternativas para practicar al ritmo de cada uno: clases pre-armadas, libros y manuales. Y eso pasa porque para el yoga sólo necesitamos nuestro cuerpo.
Si se animan, hay varios lugares que están impartiendo yoga en vivo en distintos horarios. Estos son algunos:
La periodista fue galardonada por haber dejado huella en la ingeniería y en el desarrollo del país.