American Journal of Obstetrics and Gynecology publicó la investigación de la U. de Harvard y centros médicos. Observaron a 131 mujeres inoculadas con Pfizer y Moderna. "Parecen funcionar de manera increíblemente efectiva", comunicaron.
(CNN) – Las vacunas Pfizer/BioNTech y Moderna contra el COVID-19 son efectivas en mujeres embarazadas y lactantes, que pueden transmitir anticuerpos protectores a sus recién nacidos, según una investigación publicada en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology.
Investigadores del Hospital General de Massachusetts, el Hospital Brigham and Women’s y el Instituto Ragon de MGH, MIT y Harvard observaron a 131 mujeres que recibieron la vacuna Pfizer/BioNTech o Moderna contra el COVID-19. Entre las participantes, 84 estaban embarazadas, 31 estaban lactando y 16 no estaban embarazadas. Las muestras se recolectaron entre el 17 de diciembre de 2020 y el 2 de marzo de 2021.
Los niveles de anticuerpos inducidos por la vacuna fueron equivalentes en mujeres embarazadas y lactantes, en comparación con mujeres no embarazadas. Los niveles de anticuerpos fueron “sorprendentemente más altos” que los resultantes de la infección por coronavirus durante el embarazo, anotó el equipo.
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“Estas vacunas parecen funcionar de manera increíblemente efectiva en estas mujeres”, comunicó uno de los investigadores, Galit Alter, profesor de medicina en el Instituto Ragon.
Además, el equipo descubrió que las mujeres transmitían anticuerpos protectores a sus recién nacidos, medidos en la leche materna y la placenta.
“Casi todas las mamás estaban obteniendo un nivel bastante decente de anticuerpos para sus bebés”, dijo Alter, quien agregó que se necesita investigación adicional para comprender cuánto tiempo duran esos anticuerpos protectores en los recién nacidos.
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Los participantes utilizaron la herramienta V-safe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., que permite a las personas que han recibido una vacuna contra el COVID-19 realizar un seguimiento de su reacción. Alter instó que no encontraron evidencia de más efectos secundarios o efectos secundarios más intensos en mujeres embarazadas y lactantes que en la población general.
Si bien el equipo encontró niveles de anticuerpos similares en mujeres vacunadas con ambas vacunas, Alter dijo que encontraron niveles más altos de anticuerpos IgA en mujeres embarazadas que recibieron la vacuna Moderna. Ella dijo que este tipo particular de anticuerpo puede transferirse de manera más eficiente a los bebés, durante un período de tiempo más largo.
“Hay razones para pensar que tener niveles más altos de inmunidad IgA podría ser más protector”, anotó Alter. En tanto, indicó que una investigación adicional sobre este hallazgo podría ayudar a informar las decisiones políticas sobre qué vacunas se deben utilizar para las poblaciones embarazadas.
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Investigaciones recientes encontraron de manera similar que las vacunas de ARNm generan anticuerpos en mujeres embarazadas que pueden transferirse a sus bebés, aunque este es el estudio más grande sobre vacunas en mujeres embarazadas hasta la fecha. Las mujeres embarazadas y lactantes no se incluyeron en los ensayos clínicos iniciales de las vacunas.
Sin datos que ayuden a informar las decisiones de las mujeres embarazadas sobre la vacunación contra el COVID-19, Alter dijo que los investigadores y las madres nuevas y embarazadas, en particular las trabajadoras de la salud, se unieron para llenar el vacío.
MGH y Brigham comenzaron a hablar con las trabajadoras de la salud que eran elegibles para la vacunación, que también estaban embarazadas, y crearon un estudio para capacitar a las mujeres embarazadas para que tuvieran la capacidad de rastrear sus respuestas, pero también para desarrollar datos que esencialmente podrían ayudar abordar la vacunación y el embarazo.
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“Realmente era sólo una fuerza a tener en cuenta, tanto desde la perspectiva del obstetra/ginecólogo/proveedor de salud, como también de la comunidad”, dijo Alter.
Según los CDC, las personas embarazadas con COVID-19 tienen un mayor riesgo de enfermedad grave y pueden tener un mayor riesgo de resultados adversos, como el parto prematuro. Los CDC dicen que esperan estudiar la seguridad de las vacunas en alrededor de 13 mil embarazadas para cada una de las tres vacunas autorizadas contra el coronavirus. La agencia utilizará un registro de embarazos V-safe específico, en el que, hasta el 22 de marzo, hay unas 3.612 mujeres embarazadas inscritas.
“Esta es una necesidad urgente, porque no solo estamos protegiendo a una persona en este esfuerzo de vacunación, estamos protegiendo a dos personas al mismo tiempo”, aseveró Alter.