El primer ministro Boris Jonhson anunciará el plan para salir de las cuarentenas tras la detección de nuevas variantes del coronavirus. El enfoque estará puesto en las escuelas y en las familias.
Londres (CNN) — Boris Johnson está listo para anunciar su hoja de ruta largamente esperada para sacar a Inglaterra del confinamiento, confirmaron funcionarios del gobierno británico a CNN el lunes por la mañana. El país ha estado en confinamiento nacional completo desde el 4 de enero después de que se encontraron nuevas variantes de coronavirus dentro de partes de Inglaterra que dispararon la propagación del virus y se pensó que eran más peligrosas.
Johnson le dirá a la Cámara de los Comunes el lunes por la tarde que a partir del 8 de marzo, las escuelas finalmente reabrirán en Inglaterra, así como un retorno muy limitado de la interacción social al aire libre, que incluye sentarse en un banco del parque y tomar un café, que actualmente no es posible.
El primer ministro también anunciará que a partir del 29 de marzo, a medida que las escuelas se vayan de vacaciones de Semana Santa, se levantarán más restricciones sobre las interacciones sociales, lo que permitirá que grupos de seis se reúnan al aire libre y que familias enteras socialicen. Downing Street hizo especial hincapié en querer dar algo a las personas mayores y vulnerables, ahora vacunadas, que se han mantenido alejadas de sus familias durante casi un año.
Downing Street enfatizó que estas son medidas planeadas y si la situación del COVID-19 empeora en Inglaterra, podrían ser rechazadas y se mantendría al país en cuarentena.
La noticia se produce cuando el despliegue de vacunas en el Reino Unido continúa liderando el resto de Europa, mientras que la investigación científica indica que las vacunas reducen el riesgo de hospitalización hasta en un 94%.
Científicos de la Universidad de Edimburgo, la Universidad de Strathclyde y Public Health Scotland examinaron datos de personas que habían recibido la primera dosis de la vacuna Pfizer o AstraZeneca. Los datos mostraron que cuatro semanas después de recibir la inyección, el riesgo de ser ingresado en hospitales se había reducido hasta en un 85% y 94% respectivamente, según la agencia de noticias británica PA Media.
Hasta el lunes por la mañana, el Reino Unido ha administrado las primeras dosis a 17,5 millones de personas, mientras que la velocidad a la que puede vacunar está aumentando.
El anuncio del lunes del primer ministro marcará el paso uno de un camino de cuatro pasos para salir del confinamiento. Johnson les dirá a los legisladores más tarde que las decisiones de su gobierno “se tomarán con los datos más recientes en cada paso, y seremos cautelosos con este enfoque para no deshacer el progreso que hemos logrado hasta ahora“.
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La velocidad a la que el país saldrá del confinamiento se comparará con cuatro factores clave: cómo va el despliegue de la vacuna; cómo las vacunas están afectando las hospitalizaciones y las muertes; que las tasas de infección se mantengan bajas; y que las nuevas variantes no socaven los otros tres factores.
Johnson dirá que su prioridad “siempre ha sido lograr que los niños regresen a la escuela, lo cual sabemos que es crucial para su educación, así como para su bienestar mental y físico, y también priorizaremos las formas en que las personas se reencuentran con sus seres queridos”.
Es posible que su enfoque cauteloso y su enfoque en las escuelas y las familias en lugar de la economía genere críticas de varios de sus defensores conservadores que han estado presionando para una salida más rápida del confinamiento desde el verano. En ese momento, las tasas de infección habían disminuido y fuentes gubernamentales le dijeron a CNN en ese momento que las prioridades habían cambiado de contener la propagación a reabrir la industria hotelera. Cuando terminaron los meses de verano, las infecciones regresaron y el virus mutó, lo que requirió una acción urgente para detener la propagación.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
