Estos aportes de famosos, empresarios y pequeños grupos de personas, buscan entregar una ayuda a los más necesitados durante la crisis sanitaria y echar una mano para que la cuarentena sea algo menos dura.
“El hambre no espera”, “Endulzando Héroes” y ” Caja Solidaria Chile”, son iniciativas de personas que se han organizado para dar ayuda durante la crisis sanitaria, casos anónimos que se pueden encontrar en redes sociales. Pero están lejos de ser las únicas.
Estaba en una carrera ascendente en el stand up comedy, pero entre el estallido social y la crisis sanitaria, Arturo Walden, más conocido como Kiwi, quedó sin trabajo hace meses, por lo que decidió cambiar los escenarios por las calles.
“Aparte de ayudar, que es maravilloso, me ha hecho muy bien a mí, para la cabeza tres meses sin trabajar, y para el corazón también, porque pucha que es lindo ayudar“, contó.
En la misma línea, indicó que “he repartido pollo, balones de gas, todos lo días son diferentes, a veces he salido hasta con mi auto a repartir. Lo importante es ayudar”.
Un caso similar es el del empresario Esteban Silva, dueño de la marca Chikool, con la que pasó de vender productos de higiene a aportar cajas de mercadería. Una muestra de solidaridad que tiene a su dueño aportando en medio de la pandemia.
“Empezamos más o menos en abril regalando mascarillas y pañales de adulto. Y nos dimos cuenta que las necesidades no eran de este tipo, sino de alimentos e hicimos cajas solidarias“, señaló Silva, quien es amigo de Gary Medel, Arturo Vidal y Esteban Paredes.
En la cajas, van pañales, salsas de tomate lentejas, porotos, pastas, arroz, azúcar, sal y harina, entre otros productos. Aportes que van a parar a alguna villa, población, campamento, fundaciones o incluso funciona a pedido de futbolistas que realizan donaciones a través de esta empresa.
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“Amigos me preguntan por qué no hago cuarentena. Y esto va más allá de eso. Si tengo todo lo que tengo, por qué no puedo ayudar a la gente. Nací de abajo, no nací en cuna de oro y de cierta manera estoy devolviendo la ayuda a toda la gente que me ayudó a mi”, agrega Esteban.
La tecnología no se queda atrás
Las impresoras 3D comenzaron a funcionar hace casi 30 años, pero no fue hasta este milenio que se les empezó a sacar mayor potencial, tal como lo hace Christian Venegas, ingeniero informático y profesor de robótica que está fabricando protectores sociales para trabajadores de la salud y materiales para los respiradores mecánicos. Ya entregaron 20 piezas a la Posta Central.
Actos de solidaridad para cubrir las necesidades de la gente en medio de la crisis sanitaria del COVID-19.