La medida fue impuesta por el país europeo ante el temor a la expansión de la variante brasileña. También aplica para Brasil, Argentina y Sudáfrica.
(EFE) – Francia obligará a los viajeros procedentes de Brasil, Argentina, Chile y Sudáfrica a permanecer aislados durante diez días, por el temor a la expansión de variantes del coronavirus, y endurecerá las condiciones para entrar en el país.
El Gobierno anunció este sábado que la suspensión de vuelos con Brasil, que se aplica desde este 14 de abril, se prolongará al menos hasta el próximo viernes 23, el tiempo necesario para “permitir retomarlos con medidas de seguridad suplementarias”.
A partir del 24 de abril, sólo podrán viajar desde Brasil los ciudadanos franceses y sus parejas e hijos o los residentes.
Para entrar será necesario presentar antes del embarque un PCR negativo de las 36 horas anteriores al vuelo, en lugar de 72 horas, o PCR negativo de las anteriores 72 horas junto a un test de antígenos de menos de 24 horas que se hará a la llegada a Francia.
Lee también: Puente Alto con más de 2 mil: Revisa las 20 comunas con más casos activos de COVID-19
Quienes lleguen de Brasil deberán aislarse obligatoriamente durante diez días y habrá controles para garantizar que se respeta el aislamiento.
Las mismas medidas se aplicarán a partir del 24 de abril a los viajeros procedentes de Argentina, Chile, Sudáfrica y la Guayana Francesa, donde se ha observado la presencia importante de la llamada variante brasileña, aunque en este caso el Ejecutivo ha decidido no suspender las conexiones aéreas.
El Gobierno avisó en su comunicado que otros países podrían integrar próximamente esta lista.
Desde enero, Francia había endurecido la condiciones de viaje con países externos a la Unión Europea, permitido únicamente a residentes o por motivos de fuerza mayor y con la condición de presentar PCR negativa y comprometerse a hacer una cuarentena de una semana.
Lee también: Paris: “Si tú vacunas gente que no corresponde por edad, obviamente que la cantidad de vacunas no alcanzan”
Ahora, habrá un sistema de verificación antes del embarque para comprobar que el viajero cuenta con un lugar adaptado para el aislamiento de diez días, que podrá ser controlado por la policía nacional o la gendarmería, quienes impondrán multas en caso de que no se respete la normativa.
Unas medidas que, según Francia, intervienen en un momento en el que la situación epidémica dentro del territorio “se estabiliza”.