Si quedaste viudo de "Luis Miguel, la serie" y te gusta el melodrama con el que también puedas reir, esta telenovela/sitcom mexicana es lo que estabas esperando. "Es como si Padre de familia se hubiera hecho con actores de carne y hueso", comenta el comunicólogo Bruno Córdova.
Por estos días, la serie sensación de Netflix es La casa de las flores, producción mexicana creada por Manolo Caro y protagonizada por Verónica Castro, Cecilia Suárez y Aislinn Derbez. En 13 capítulos, esta comedia negra nos presenta los conflictos criminales, amorosos y éticos de la familia De la Mora, dueña de una florería de élite en el barrio más acaudalado de la Ciudad de México.
¿Por qué hay que ver La casa de las flores? Aquí en CNN Chile te entregamos 6 razones.
1. Porque vas a enamorarte de nuevo del género de la telenovela
Quizá ya hubo algo de esto con Luis Miguel, la serie. Pero La casa de las flores es explícitamente un melodrama. Te conmueve, te duelen los dramas de los personajes, te emocionas con sus historias de amor. Los personajes son sufridos, son intensos, les pasa de todo. Y es lo suficientemente vertiginosa para audiencias más impacientes que dejaron de seguir tramas de 120 (o más) capítulos: solo bastan 13 capítulos de 30 minutos.
2. Porque vas a descubrir que un melodrama puede hacerte llorar de la risa
Las telenovelas cómicas son un género que perdió brillo en los últimos años: con el afán de volverse historias para-toda-la-familia, los chistes perdieron tensión y se volvieron predecibles. Esta historia reivindica la comedia bien hecha, dándonos momentos graciosos que llegan a ser hasta incómodos de ver. Es como si Padre de familia se hubiera hecho con actores de carne y hueso… y Chuy, un títere que se roba la pantalla las pocas veces que aparece en cuadro.
3. Porque vas a redescubrir a Verónica Castro
Las generaciones más jóvenes, con suerte, saben que la llamada Chaparrita Consentida fue la madre del cantante Cristián Castro. Pero ella fue la primera reina de las telenovelas, a finales de la década de 1970. Verónica fue quien puso al melodrama mexicano en el mundo gracias a Los ricos también lloran (1978) y Rosa salvaje (1987), dramas seriados que llegaron a ¡cientos! de países. Ahora, podemos ver el carisma de una actriz cuyos años le han entregado un tremendo talento para la comedia, interpretando a Virginia de la Mora, una matriarca obligada a desaprender su conservadurismo a punta de marihuana.
4. Porque vas a enamorarte de sus personajes
Querrás abrazar a Elena (Aislinn Derbez), desearás ser igual de desfachatado que su hermano Julián (Darío Yazbek), te gustará haber tenido una hija o una sobrina como Micaela (Alexa de Landa), querrás ser tan honesto como María José (Paco León), la madre transexual de Bruno de la Mora (Luis de la Rosa) y alucinarás con Paulina (Cecilia Suárez), el mejor personaje coprotagónico de una telenovela desde la carismática Carminha (Adriana Esteves) del éxito de Globo Avenida Brasil (2014). Paulina es el soporte moral de la familia y tiene un inolvidable timbre de voz, consecuencia del abuso de tranquilizantes: te darán ganas de seguir el #PaulinaDeLaMoraChallenge.
5. Porque es una historia linda
Sí. Linda. Todo es lindo en La casa de las flores. Amarás la casa de la familia De la Mora, la ropa de la familia De la Mora, los arreglos florales que hace la familia De la Mora. Y amarás el cabaret que regentaba Ernesto de la Mora (Arturo Ríos) junto con su amante Roberta (Claudette Maillé). Amarás las travestis del cabaret (que también se llama «La casa de las flores»). Y, lo mejor de todo, amarás la banda sonora: nunca volverán a ser las mismas canciones como Es ella más que yo de Yuri o Muévelo, muévelo de El General.
6. Porque será la telenovela que abrirá el campo a otras telenovelas
¿Se acuerdan de la argentina Resistiré (2003)? Como consecuencia de esa historia, en Chile nacieron otras como Ídolos, Destinos cruzados y Tentación (todas, de 2004). La propuesta de Manolo Caro marca el camino de como se contarán en el futuro temas socialmente espinudos como la bisexualidad, la transexualidad, el travestismo, el consumo recreacional de marihuana o los matrimonios por conveniencia: sin moralizar y sin perder el sentido del humor.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.