Aunque el acoso da lugar a narrativas atractivas para el público; en la realidad, es un tema complejo de abordar. La representación en programas de televisión o películas podría mejorar la situación al concienciar sobre los matices del comportamiento depredador. O podría perpetuar ideas obsoletas y peligrosas sobre lo que es realmente el acoso.
(CNN) — Con la serie Baby Reindeer (o Bebé reno), de Netflix, cautivando al público -casi 60 millones de espectadores la vieron en su primer mes- y la quinta y última temporada de You a punto de estrenarse este año, las historias sobre acosadores claramente han llamado la atención del público.
Pero algunos expertos advierten de que lo que se ve en la pantalla no siempre es representativo de la realidad. Muchas dramatizaciones de Hollywood se inclinan por narrativas sobre comportamientos extremos y a veces no incluyen las advertencias apropiadas, lo que lleva a conceptos erróneos sobre lo que es realmente el acoso.
Para algunas víctimas, esto puede ser más perjudicial que beneficioso.
Según los expertos, el acoso en la vida real puede ser más sutil de lo que se suele representar en los medios de comunicación, aunque igual de dañino y peligroso.
Baby Reindeer es una versión dramatizada de unos hechos reales que le ocurrieron a Richard Gadd, creador y protagonista del show. En él, su personaje, Donny, conoce a Martha en un bar en el que trabaja como mesero. Después de que él le ofrezca el té a cuenta de la casa, Martha empieza a acechar y acosar a Donny, saboteando su vida.
La serie de televisión You, basada en la novela de 2014 del mismo nombre, sigue la perspectiva del acosador Joe Goldberg mientras rastrea, manipula y asesina a sus víctimas, a menudo utilizando el romance y su buena apariencia como señuelo.
La doctora Lorraine Sheridan, psicóloga forense, afirma que el acoso no siempre es la fórmula estereotipada que cautiva al público.
“En muchos medios de comunicación sólo los muestran como asesinos, sin relleno. No se exhiben los aspectos más mundanos del acoso, sólo los más dramáticos”, explica. “Eso significa que, a menudo, se tergiversa bastante, porque los aspectos cotidianos del acoso, los aburridos, horribles, degradantes, que inducen al miedo -pero, en última instancia, previsiblemente miserables- no son buenos para la televisión“.
La historia de Gadd es real, pero él mismo afirma que la versión que aparece en Baby Reindeer ha sido alterada por razones artísticas y de privacidad.
“He hecho una declaración pública diciendo que quiero que la serie se reciba como una obra de arte, y quiero que la gente disfrute de la serie como una obra de arte”, dijo Gadd a The Hollywood Reporter, hablando de quienes pretenden encontrar a los homólogos de la serie en la vida real. “Me llamo Donny Dunn. Existe en una especie de reino ficticio, aunque esté basado en la verdad, existe en un reino ficticio, disfrutemos del mundo que he creado”.
Baby Reindeer viene con un descargo de responsabilidad estándar post-créditos que dice: “Este programa está basado en hechos reales; sin embargo, ciertos personajes, nombres, incidentes, lugares y diálogos han sido ficcionalizados con fines dramáticos”.
Hay un cambio notable en el show: Martha es acusada de tres cargos de acoso y hostigamiento, declarada culpable y enviada a prisión. En la vida real, Gadd dice que la situación legal con su acosador simplemente “se resolvió”.
El acoso siempre ha sido un tema de los medios de comunicación populares, incluso antes de que muchos espectadores puedan comprender el concepto real, ya que gran parte de él aparece en contenidos dirigidos a los jóvenes. En Twilight (o Crepúsculo), el protagonista, Edward Cullen (Robert Pattinson), se cuela en la habitación de Bella Swan (Kristen Stewart) para verla dormir.
En St. Elmo’s Fire, el personaje de Emilio Estévez sigue al de Andie MacDowell por la ciudad para colarse en las vacaciones de ella y su novio.
Estas representaciones pueden llevar a confusión sobre lo que es acoso y lo que es romántico, según el Centro de Prevención, Concienciación y Recursos contra el Acoso (SPARC), que publicó una guía de debate al respecto en 2019: “Las películas románticas suelen incluir protagonistas que son ‘tipos como Joe (Goldberg)’, que no se detienen ante nada para conseguir a la chica. Por lo general, no hay consecuencias negativas para sus acciones: de hecho, el acoso tiene éxito, y convencen a sus intereses románticos inicialmente reacios de que deben estar juntos”.
Por su parte, para reducir la culpabilización de las víctimas, Sheridan afirma que “You hace que los espectadores ‘nos cuestionemos a nosotros mismos y (demuestra) cómo podemos dejarnos engañar por alguien tan cruel, egoísta, sádico y malvado“.
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Los acosadores no sólo adoptan la forma de hombres elegantes y astutos. En Baby Reindeer, la acosadora de Gadd es retratada como una persona poco atractiva y mentalmente enferma, alguien por quien su víctima siente verdadera lástima.
Aunque, tanto los acosadores de ficción masculinos como los femeninos se presentan como peligros, Sheridan señala que, normalmente, sólo las mujeres acosadoras son retratadas de una forma que da al público licencia para reírse y ridiculizarlas.
“Creo que merece la pena señalar que los medios más matizados, menos sensacionalistas, del tipo ‘eh, tenemos que hacer algo al respecto’, como Baby Reindeer y Lover Stalker Killer, de Netflix, muestran a los hombres como víctimas”, afirma Dana Fleitman, especialista en formación y concienciación de la SPARC.
“Cuando vemos a mujeres como víctimas, suele ser en otras cadenas que son mucho más sensacionalistas”.
Penn Badley como Joe Goldberg en la serie You | Netflix vía CNN Newsource
Aunque 1 de cada 3 mujeres sufrirá acoso a lo largo de su vida, 1 de cada 6 hombres también lo sufrirá, lo que hace que no sea una cuestión totalmente de género.
Algunos sostienen que las historias en las cuales las víctimas son hombres pueden dar mayor legitimidad al problema.
Anna Nasset, sobreviviente de acoso y fundadora de Stand-Up Resources, vio Baby Reindeer por recomendación de sus colegas y consideró la serie “realmente buena”.
“Tener a la víctima masculina en Baby Reindeer va a hacer más que si se cambiara el género. Simplemente es así”, dijo Nasset. “Odio decirlo así, pero creo que todavía existe esa narrativa de ‘Bueno, esto es sólo parte de ser mujer, ¡esto es lo que te toca!'”.
Las representaciones de los medios de comunicación también pueden hacer que las víctimas crean que, en realidad, no están siendo acosadas si su situación no parece tan grave como la que ven en la pantalla.
“El acoso se denuncia y se identifica muy poco, por lo que la gente cree saber lo que es. Pero, en realidad, es muy poco probable que haya recibido algún tipo de educación formal o real al respecto. Entonces, ¿dónde aprendemos lo que es el acoso? A menudo de estas tergiversaciones (de los medios de comunicación)”, afirma Fleitman.
Fleitman cree que estas dramatizaciones hacen que el público confunda a los acosadores con protagonistas sexys, románticos y heroicos (como el Edward Cullen de Crepúsculo) y piense que las víctimas de la vida real exageran ante un apego inofensivo e incómodo.
Con la exclusión de la Línea Nacional de Acoso de EE.UU. y de los anuncios de servicio público sobre acoso, Fleitman desearía que hubiera más advertencias de contenido y recursos en torno a los medios centrados en el acoso para que el público y las organizaciones no tuvieran que hacer la mayor parte del trabajo.
Edward Cullen (Robert Pattinson) y Bella Swan (Kristen Stewart) en Twilight | Summit Entertainment vía CNN Newsource
Baby Reindeer, clasificada TV-MA por Netflix debido a un contenido que incluye lenguaje, desnudos, sexo, violencia sexual, sustancias, sólo tiene una advertencia discrecional para el espectador antes del cuarto episodio, en el cual el personaje de Gadd es agredido sexualmente.
En el final de la serie, el recurso wannatalkaboutit aparece en los créditos. Creado por Netflix, incluye mesas redondas y guías de debate de otras series y películas de la compañía, enlaces a recursos de Estados Unidos como el National Suicide Hotline, Crisis Text y el Domestic Violence Hotline. También hay información sobre agresiones sexuales, violencia sexual y abuso en las relaciones. Sin embargo, no se menciona el acoso, a pesar de ser el tema principal de la serie.
Ni Netflix ni los equipos de You y Baby Reindeer respondieron a las peticiones de comentarios de CNN.
Nasset se hace eco de que educar a la gente sobre el acoso es difícil, pero cree que “estamos en el buen camino” para poder tener más conciencia pública en torno a los medios de comunicación centrados en el acosador, señalando que las advertencias de contenido o los anuncios de servicio público en torno a la violencia sexual, que ahora son comunes, eran raros hace tan sólo 10 o 20 años.
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Fletiman califica de “irresponsables” los programas sobre acoso sin ASP ni recursos.
Sheridan sostiene que estos esfuerzos de concienciación pública son importantes y reflejan el cambio de perspectiva sobre los temas de los que merece la pena hablar. “Me encanta cómo se están levantando los jóvenes. No veo que sean blandos y se ofendan fácilmente. Veo que simplemente no van a aguantar más esa mierda y me encanta”, dijo.
“Todos los anuncios de servicio público, todas las advertencias de contenido, adelante. Porque eso también supone una oportunidad para la educación”.
Fleitman también piensa que estas historias tienen una oportunidad: “Creo que los medios de comunicación pueden ser un buen punto de partida para el debate, el aprendizaje, la empatía con las víctimas y los supervivientes (y) para entender el acoso, pero sólo si se utilizan de esa manera”.
A menudo se imagina a los acosadores como extraños encapuchados en una guarida secreta, pero la realidad es menos dramática, aunque igual de aterradora. Según Fleitman, es más probable que los acosadores sean parejas o conocidos actuales o pasados, una situación representada tanto en Baby Reindeer como en You.
El acoso consiste en asustar o molestar a alguien, afirma.
El SPARC define el acoso como “un patrón de comportamiento dirigido a una persona concreta que haría temer a una persona razonable por su seguridad o la de otros, o sufrir una angustia emocional considerable”.
Aunque la definición varía según las zonas, Sheridan espera desafiar su notoria oscuridad. “Muchas cosas son difíciles de definir. El maldito tiempo es difícil de definir, y la gente sabe lo que es”, afirmó.
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Fleitman espera que Baby Reindeer pueda concienciar sobre las víctimas de acoso, como los hombres y las llamadas “víctimas imperfectas”, cuyas historias pueden no parecerse a las que estamos acostumbrados a ver.
El término «víctima imperfecta» se refiere a las personas que pueden ser vistas por quienes están fuera de la situación como que no hacen lo suficiente para impedir las acciones de sus agresores; en algunos casos, incluso son acusadas de hacer algo por sí mismas para incitar al acosador, como no establecer límites o compartir demasiada información privada.
Fleitman afirma que lo que alguien decide compartir en Internet puede considerarse el nuevo “Bueno, ¿qué llevabas puesto?” cuando se trata de acoso. La narrativa impone que las víctimas sean vistas como inocentes y sin culpa, sin indiscreciones propias previas.
A Nasset la llaman a menudo “víctima perfecta”, porque se apresuró a denunciar su situación a las fuerzas del orden, pero ella cree que ese apelativo es un “término horrible”.
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“[Un] acosador va a hacer lo que un acosador va a hacer”, dijo. “Aunque intentes negociar o ser amable con él, no cambiará necesariamente su trayectoria”.
En la ficción, el acoso puede dar lugar a un drama tenso, pero en la realidad es tan insidioso que a menudo se le llama “homicidio a cámara lenta”.
Y, efectivamente, el acoso suele acabar con violencia y muerte.
El 76% de los feminicidios cometidos por parejas íntimas incluyeron acoso en el año anterior a su muerte, y el acoso triplica el riesgo de homicidio por parte de la pareja, según el SPARC.
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El acosador de Nasset cumple actualmente 10 años de prisión tras ser condenado en 2019. Era un desconocido que rondaba su galería de arte y empezó a acosarla en 2011.
El acoso es ilegal en todos los estados y territorios de Estados Unidos, pero el tema sigue siendo poco investigado y los recursos de sensibilización son escasos. De hecho, el acoso se tipificó por primera vez como delito en Estados Unidos hace menos de 35 años, en 1990, en el estado de California.
En Edimburgo (Escocia), lugar en que se desarrolla Baby Reindeer, las leyes contra el acoso no se introdujeron hasta 1997, antes de ser modificadas en 2010 para reflejar con mayor precisión su peligrosidad, validez y para llamarlo por su nombre. Esto fue sólo cinco años antes de que Martha, en la vida real, empezara a acosar a Gadd y cuatro años antes de que You llegara a las librerías en su primera versión novelada.
Aunque el acoso da lugar a historias atractivas, el tema de la vida real es difícil de abordar. La representación en programas de televisión o películas podría mejorar la situación al concienciar sobre los matices del comportamiento depredador. O podría perpetuar ideas obsoletas y peligrosas sobre lo que es realmente el acoso.
Nota del editor: Las opiniones de Dana Fleitman son suyas y no representan necesariamente las del Departamento de Justicia de EE.UU., la Oficina sobre la Violencia contra las Mujeres o AEquitas, organizaciones con las que está asociada la SPARC.
Esta nueva apuesta, además de buscar perfilar lo que serán los debates que marcarán al país en las semanas previas a los comicios de gobernadores regionales y alcaldes, busca responder a la inquietud de nuestros televidentes que han solicitado que el programa se presente más temprano.
