Humberto Lagos, asesor religioso del gobierno de Aylwin que señaló en 1992 que la banda "promueve conductas relacionadas con el satanismo", afirmó que podría asistir a uno de sus conciertos.
En junio de 1992 se produjo uno de los episodios más polémicos en la historia de los megaconciertos en Chile: a raíz de una serie de denuncias y reclamos por parte de miembros de la Iglesia Católica, se canceló la presentación que Iron Maiden tenía pactada hacer el 28 de julio de ese año en la Estación Mapocho.
Los años han pasado y, hasta el momento, la banda británica se ha presentado en ocho ocasiones en Chile, y se sumará una novena oportunidad en octubre próximo.
El tiempo también ha llevado a que algunas personas cambien de postura con respecto a los ingleses, conocidos por canciones como “The Number of the Beast” y “The Trooper”, como es el caso de Humberto Lagos, asesor religioso del gobierno de Patricio Aylwin que se hizo conocido al señalar hace 27 años que el grupo “promueve conductas relacionadas con el satanismo, eso es una evidencia incontestable. Basta mirar algunas letras”.
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En entrevista con La Cuarta, el experto en sectas recordó el episodio y aclaró que jamás creyó que Maiden fuese una agrupación satánica. “Tienen algunas letras de esa índole”, recalcó.
“Cuando se produjo el tema, las protestas fueron por parte de un grupo de religiosos, que reclamaban por algunas letras con 666, como ‘The Number of the Beast'”, recordó Lagos y detalló que el cardenal Jorge Medina “tuvo conversaciones con el subsecretario del Interior para impedir la presentación”.
“Hubo críticas de orden político hacia la banda, en cuanto a que jamás hicieron UN gesto para criticar la dictadura militar, así como otros grupos, en los 80’s”, precisó.
Aunque en su momento, el Gobierno desestimó prohibir la llegada de Dickinson y compañía a Chile, las protestas llevaron a que los auspiciadores y un canal de TV cancelaran sus acuerdos con la producción y el show se cancelara.
Sobre su opinión sobre el grupo, Lagos asume que su música no es de su preferencia, aunque sí iría a alguno de sus conciertos: “No me gustan. Cuando están en vivo provocan en determinado momento alteraciones de la personalidad. Pero si me regalan la entrada, los iría a ver.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
