Premio Nacional de Literatura: Autoras Chilenas Feministas exigen que galardón 2020 sea para una mujer

Por María Luisa Carrión

21.07.2020 / 22:45

"Las puedes contar con los dedos de una mano" es el nombre de la campaña del colectivo Auch! que denuncia la histórica discriminación que han sufrido las escritoras: sólo 5 de 54 premios nacionales han sido entregados a mujeres.


Desde que se creó el Premio Nacional de Literatura en 1942, sólo 5 mujeres han recibido el galardón:

  • Gabriela Mistral (1951)
  • Marta Brunet (1961)
  • Marcela Paz (1982)
  • Isabel Allende (2010)
  • Diamela Eltit (2018)

Los otros honrados, los 49 escritores restantes, han sido hombres.

Hay consenso en el mundo de las letras que en los 78 años del premio hay una deuda histórica con las mujeres. Algunas grandes escritoras murieron sin recibir el galardón y otras aún esperan el reconocimiento.

Al respecto, el colectivo Autoras Chilenas Feministas (Auch!) levantó la voz y a través de una declaración hizo notar lo que denominaron la “escandalosa discriminación histórica que ha negado el debido reconocimiento al aporte de las escritoras chilenas”.

Una discriminación que, al alero de los números, es casi imposible de negar.

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No más a esta invisibilización

Este año corresponde la entrega de un nuevo Premio Nacional de Literatura, uno que por su alternancia debería recaer en una poeta o un poeta chileno. Las postulaciones pueden realizarse hasta el lunes 10 de agosto y todas las miradas están puestas en los candidatos, en si es posible que, por segunda vez consecutiva, el galardón termine en manos de una mujer.

Esto porque, en 2018, Diamela Eltit fue la escogida. La autora señaló en aquella oportunidad que “esto de ser la quinta ganadora ojalá sea el punto de partida, porque hay muchas mujeres muy talentosas. Efectivamente hay una asimetría que la cultura tiene que reparar”.

Un hecho innegable y al que la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, debió responder hace dos años: “Efectivamente hay una desproporción en la entrega del premio y, sin duda, para Diamela esto será una referencia permanente con respecto al lugar donde ella se coloca en relación con las mujeres que la han antecedido”.

Un debate ya instalado y que se intensifica este año, a sólo semanas de conocerse a los nominados y la conformación final del jurado que entregará el premio.

Decimos como Auch! no más a esta invisibilización, reconozcamos claramente que existen poetas con un gran aporte al país”, afirma Margarita Bustos, también poeta e integrante de Autoras Chilenas Feministas, .

Agrega también: “claramente hay que difundir, leer y reconocer el trabajo de las escritoras, así como se ha hecho con los escritores. La campaña de Auch! está apoyando a visibilizar la obra de las poetas y a cuestionar cómo se ha estructurado históricamente el premio y a invitar a que se piense el cómo se podría reestructurar”.

Andrea Jeftanovic, escritora y académica del Magister en Literatura Latinoamericana y Chilena de la U. de Santiago, sostiene que no están pidiendo que el premio sea entregado por cuotas. “Hay muchos escritores y muchas escritoras y el premio, más que un premio económico, es un premio que ayuda a que ciertos autores entren al canon y sean editados, circulen sus libros, sean incorporados a las lecturas escolares, a la bibliografía universitaria. Esa experiencia esta menoscaba y es parcial si sólo tenemos a esa mayoría de autores hombres”, señala.

Entre las nominadas que ya se conocen están las poetas Carmen Berenguer, Elvira Hernández y Rosabetty Muñoz. A todas ellas está apoyando el colectivo de autoras. Pero, sin duda, hay muchas que han ‘quedado en el camino’.

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Las deudas pendientes

Cuántas se quedaron en el camino. A María Luisa Bombal se le decía ‘no, es que ella escribió muy poco’, pero imagínate, Juan Rulfo también escribió muy poco, pero tú no podrías decir que no tienen una obra trascendental. Entonces es como que siempre se buscaba una razón por la cual no”, señala Beatriz García-Huidobro, editora ejecutiva de Ediciones de la Universidad Alberto Hurtado.

Todos parecen coincidir en que la autora de La amortajada mereció el reconocimiento que nunca pudo obtener.“Es imperdonable no haberle dado el premio a María Luisa Bombal. Ella es un hito, hace un punto de inflexión en la literatura, fue reconocida en muchos países, es parte de nuestras lecturas escolares y lo que se castigó en ella fue su vida personal”, dice Jeftanovic.

Para la académica es igual de imperdonable no haber entregado el galardón a Isidora Aguirre. “Ella se hace famosa con La Pérgola de las Flores el ’60 y muere el 2011. De modo que hubo muchísimos años para premiarla, porque no solamente es La Pérgola. Sin embargo, su afiliación política o su clase social fueron de algún modo excusas para no premiarla”, sostiene Jeftanovic.

Lo otro que llama la atención es que, de las 5 mujeres galardonadas, sólo una haya sido poeta: Gabriela Mistral. Y que, además, haya llegado en 1951, después de que recibiera el Premio Nobel en 1945, como reconocimiento mundial a su trabajo.

“Hay una deuda con las poetas mujeres, una deuda que también implica reconocer la calidad de poeta más que de poetisa, que a veces puede sonar como a poetita, como una suerte de diminutivo. En ese sentido, hay toda una generación de poetas mujeres que surge en los años ’80 y que muchas de ellas merecen el premio, sólo por nombrar algunas: Soledad Fariña y Elvira Hernández”, indica Magda Sepúlveda Eriz, académica de la Universidad Católica.

Estela Díaz Varín, Cecilia Casanova, Inés de Rokha o Bárbara Délano ni siquiera fueron nominadas. Mirando la historia del premio nacional, que ya se acerca a las ocho décadas, y que sólo 5 hayan sido las escritoras premiadas, 4 narradoras y sólo una poeta, que Gabriela Mistral lo haya recibido tardíamente y que desde 1951 ninguna otra poeta haya sido premiada a nivel nacional, nos parece claramente que ahí se expresa cómo operan los mandatos sexo genéricos”, agrega Margarita Bustos.

Violeta Parra es otra de las autoras que podrían haber sido galardonadas y que no tuvieron el premio en sus manos. “En el caso de ella, siempre quedó situada en esta cultura popular, más folclórica y, además, el dicho de que nadie es profeta en su propia tierra también ocurría. Lo mismo con Mistral, que era más reconocida afuera que en su propio país”, indica Bernardita Bolumburu, académica de la Escuela de Literatura Creativa de la UDP.

El escritor Marco Antonio de la Parra también reconoce la deuda con estas autoras: “tienen una obra de calidad suficiente y forman parte de nuestro patrimonio y nuestra identidad. Chile no se puede pensar sin ellas, son pilares de nuestra cultura”.

Sin duda hay una deuda histórica respecto a las mujeres con el Premio Nacional de Literatura, pero es una figura compleja, ya que, por razones de la segregación social predominante, el predominio de los hombres en general, ha habido poca expresión femenina también, poco reconocimiento de esa expresión escasa y, además, un aparato crítico donde han predominado las figuras masculinas”, dice De la Parra.

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Las expectativas de este año

Son muchas las expectativas, por no decirlo de otra forma. No sólo porque hay tres poetas de reconocida trayectoria que ya están nominadas al premio, sino porque en el jurado también hay un componente femenino que llama la atención. 

No sólo estará la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, también la Premio Nacional de Literatura de 2018, Diamela Eltit, y fueron nominadas Adriana Valdés y María Isabel Lara. Si esto pudiera beneficiar a las candidatas mujeres, también es punto de debate.

Para Magda Sepúlveda hay dos razones por la que las mujeres se han visto invisibilizadas en este tipo de premios. “Una, que las mujeres han construido un discurso bastante experimental como lenguaje y, por lo tanto, su poesía es de una comprensión que genera romper con el lenguaje patriarcal”. En segundo lugar, señala que “ha habido un privilegio de jurados hombres”.

Por otro lado, Bernardita Bolumburu opina que “esa ley de cuotas es como una idea un poco reduccionista, creo que la decisión debe rebasar el género de los jurados. No debería ser solamente y exclusivamente el hecho de porque haya más mujeres se escoja a una mujer. Aun cuando sabemos que la historia ha dicho lo contrario”.

Desde Auch! se instalan desde el lugar de la sospecha, asegura Margarita Bustos. “El jurado nunca ha tenido paridad de género, en términos de la identidad sexo genéricas que están ahí. Eran finalmente ellos quienes votaban, y yo me pregunto si históricamente ellos conocían la obra de las escritoras y también miremos si se proponían escritoras años anteriores”, sostiene.

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Premiación 2020

Durante este mes, el Ministerio de las Culturas debería dar a conocer la nómina completa del jurado para el Premio Nacional de Literatura 2020, el que debe constituirse durante agosto. Pasada esta etapa, tendrán un plazo máximo de 30 días para emitir un fallo

Desde el Ministerio de las Culturas señalaron que “los Premios Nacionales, incluido el de Literatura al que se hace referencia, están regulados por la ley N° 19.169 y la N° 21.045, en las que se establece claramente la composición del jurado, así como sus facultades. El Ministerio, transversalmente en sus diversos planes y programas, ha trabajado -especialmente durante la presente administración-, tras el desafío de poner en valor el aporte de las mujeres en el desarrollo cultural de nuestro país”.

A pocos días, entonces, ¿cuáles son las candidatas y candidatos que podrían ser los favoritos?

“Entre estas tres escritoras (Berenguer, Hernández y Muñoz), incluyo también a Soledad Fariña. Tienen las 4 una tremenda carrera, con muchas obras publicadas, con un trabajo constante, continuo, que ya lleva muchas décadas. Personalmente yo le daría el premio, sin lugar a dudas, a Elvira Hernández, porque tiene una obra súper contundente, muy compleja, profunda y hermética, sin ser pretenciosa. Ahí reside su mayor baluarte”, asevera Bernardita Bolumburu.

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Colectivo Haikú nace hace 7 años gracias a la obra de Gabriela Mistral, premio nacional de literatura en 1951. En 80 años sólo una poeta ha obtenido este galardón. Como Colectivo dedicado a la musicalización de poesía, apoyamos con todas nuestras fuerzas la postulación de tres grandes poetas: Carmen Berenguer, Rosabetty Muñoz, y Elvira Hernández. Es una oportunidad histórica, lo merecen tanto como lo merecían Winétt de Rokha, Violeta Parra, Bárbara Délano, Stella Díaz Varín y Cecilia Casanova… Destacamos el comunicado del Colectivo de Escritoras Feministas AUCH! (Autoras chilenas feministas) @autoraschilenas @archivo.elvira.hernandez Foto de Pascual Borzelli . . . . #colectivohaiku #archivoelvirahernandez #haikubanda #haiku #musicoschilenos #bandaschilenas #musicaypoesia #musicalizaciondepoesia #poesiachilena #poetasmujeres #poetaschilenas #ElviraHernandez #ElviraHernandezPremioNacional2020 #Poemas #PoesíaChilena #premionacionaldeliteratura2020

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La discusión se vuelve aún más compleja cuando ponemos entre los candidatos al poeta mapuche Elicura Chihuailaf. Con respecto a su figura, Bolumburu señala que “es un tremendo poeta, que representa a la cultura mapuche y que todos los escolares deberían leer, porque, además es un ensayista y oralitor (cuya escritura tiene raíces en el relato oral de su cultura). Entonces, ha hecho todo un rescate de la cultura mapuche y eso también ha sido silenciado. En lo particular, también me parece una deuda respecto a lo que él representa”.

Para Beatriz García-Huidobro, el poeta tiene todos los méritos, pero existe una deuda histórica. “Las escritoras que escriben, que venden, que son leídas, que son comentadas, que van a ferias, en eso tal vez hemos ido logrando de a poco una cierta paridad, pero cuando llega el momento del reconocimiento formal y de decir ‘quién es la persona más importante en ese minuto’ tiende a ser un hombre. Es como los directorios de las empresas: al final, siempre son masculinos”, sostiene.

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También precisó: “es un tema de pensar una injusticia que ha sido endémica y eso no va en desmedro de los poetas hombres, porque hay gente que es muy valiosa. No es un tema de género, el problema es que a las mujeres como se las ha invisibilizado durante tantos años ha llegado el momento de compensar esta situación y de equilibrarla un poco”.

Magda Sepúlveda reconoce que la decisión que tendrá el jurado es difícil. “Ya sea que el premio recaiga en una poeta o en un poeta mapuche. Estamos hablando de dos marginalidades frente al discurso nacional y eso es interesante. Entre los dos nombres que han generado más adhesión, que son Elicura y Elvira, no tengo preferencia, son dos grandes candidatos. Si no ganan este año, tendrían que ganar el siguiente, después de la premiación de la narrativa”, concluye.