"El caballero que cayó al mar", "Años de fascinación" y "Delitos de poca envergadura": Fabio Costa nos entrega tres lecturas en la sección El Librero para amenizar los días de descanso.
En semanas de Fiestas, Fabio Costa, en El Librero, nos trae 3 lecturas para amenizar los días de descanso en estas Fiestas Patrias.
“Delitos de poca envergadura”
De Simón Ergas, junto a Rafael Edwards, narra una serie de relatos cortos y distintos sobre las agobiantes normas en las relaciones sociales, haciendo énfasis en los hechos más absurdos y cotidianos que pueden ocurrir.
Ergas nos cuenta que el libro Delitos de poca envergadura tiene la gráfica al mismo nivel de importancia que la parte literaria, ya que Rafael Edwards, el generador de todas ilustraciones que posee este texto, trabajó a la par con él y es de quien inconscientemente nace la idea de ello.
El origen del libro se produjo, según Ergas, desde una imagen que publicó Edwards en la red social Facebook, de ahí se genera la idea de contar anécdotas, vivencias y/o exageraciones que se producen en el día a día de los ciudadanos comunes. El libro cuenta con más de cuarenta relatos, los que a su vez cuentan con ilustraciones acorde a ellas.
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“Años de fascinación”
De Pascual Brodsky: Bordea el asombro ante las ruinas de la ciudad, los fantasmas familiares, el recuerdo del amor y el espanto. Marcial, un periodista novato, reconstruye la historia de su familia y amigos a partir de los años 90, cuando su madre, Isabel, resistía amenazas y ataques en su lucha por encarcelar a los asesinos de su padre (militares de alto mando y oficiales en retiro).
Enmarcando esta narración, Marcial nos introduce en su relación con Sofía, quien de momento actúa en una radionovela, y que de niña sobrevivió a la violación de una patrulla de carabineros. Intentan vivir juntos, aparte de sus familias, en otro país, pero la soledad de esta pareja ofrece poca resistencia a un mal que se ha vuelto íntimo, además de epidémico.
Más que una trama o anécdota sentimental, esta primera novela de Pascual Brodsky devela la vida de unos personajes inolvidables y desbordantes. Frente al horror que paraliza, encontramos aquí una desconcertante ironía y perplejidad cómica, y ante la apatía olvidadiza, un cariño entrañable y una rabia en sordina que aprieta las muelas.
“El caballero que cayó al mar”
De H.C. Lewis. Desde Robinson Crusoe hasta El Náufrago de García Márquez, la literatura está poblada de personajes que deben sobreponerse a la zozobra de un barco. Pero es probable que no haya otro como Henry Preston Standish.
El inolvidable caballero de esta novela-, quien cae al agua por obra y gracia de un paso desafortunado. Mientras el “Arabella” se pierde en el horizonte, y su balsa ni isla a la vista, este hombre tiene que afrontar una situación inesperada: está solo contra el mar. Con magistral sencillez, Herbert Clyde Lewis lleva el relato a una dimensión filosófica. ¿Qué salvar de una vida?
El Caballero que Cayó al Mar es una obra maestra que el exceso de oferta del mundo editorial (no el exceso de obras maestras) mantuvo hasta hoy en el olvido. Con esta primera traducción al castellano, celebramos su rescate.