“El Padre”, “Nomadland” y “El Agente Topo”: 3 miradas sobre la vejez en los Oscar
Por Bruno Delgado
21.04.2021 / 08:17
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Estas películas nominadas a los premios de la Academia realizan retratos, desde diferentes veredas, sobre cómo es ser un adulto mayor hoy. Desde la salud mental al abandono de la sociedad, todas toman forma en estas memorables historias sobre Anthony, Fern y Sergio.
Tras años de cuestionamientos por la ausencia de diversidad en los Oscar, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas recogió el guante este 2021 y, como nunca, entre sus nominados destaca la presencia de la agenda social que venía tocando la puerta de sus premios.
Sólo basta mirar las ocho nominadas a Mejor Película para ver cuánto calaron los movimientos #OscarSoWhite, #MeToo y #BlackLivesMatter en el 2021: A excepción de una, todas representan a grupos que de alguna manera se han visto excluidos o marginados.
Es decir, las nominaciones han estado cargadas a historias y a protagonistas que no solían desfilar por su alfombra roja, no eran del paladar de los votantes, o ni siquiera eran consideradas como títulos a tener en cuenta en la temporada de premios.
¿Es esto un cambio positivo? ¿Se han dejado fuera mejores películas por el llamado a la inclusión? ¿Es la obligación de los Oscar dar este giro en el timón y montarse sobre la ola de la sensibilidad social que demanda una mayor diversidad? Todas preguntas con respuestas que ameritan matices y no caben en una línea. Pero lo cierto es que este cambio es un hecho, al menos en esta edición número 93 de la ceremonia.
De las que compiten a Mejor Película,The Father (Florian Zeller), de manera inteligente, brutal y aplastante, y Nomadland (Chloé Zhao), rebelde, inquisitiva y reflexiva, tienen en el centro a personas mayores en diferentes condiciones y etapas de lo que se considera el ocaso de una vida. Y a ellas se suma una tercera, la chilena El Agente Topo de Maite Alberdi, la representante nacional en la categoría de Mejor Documental.
Las tres películas se pueden ubicar en puntos bien distantes de la cartografía cinematográfica, pero tal como en un diagrama de Venn, se topan en la dignidad y arriesgada complejidad que entregan de la vejez, ya sea como mentes hambrientas por una nueva aventura, personas que la sociedad prefiere olvidar en un páramo o como quienes están obligados a desprenderse de sus recuerdos como un árbol que va perdiendo sus hojas en otoño.
The Father
¿Qué es lo que queda cuando los recuerdos nos abandonan? ¿Quiénes somos cuando ya no reconocemos a nuestra familia, a los amigos, a nosotros mismos? Esas preguntas que parecen de una película de terror es lo que plantea el director de teatro Florian Zeller en su debut tras las cámaras, The Father (El Padre), donde seguimos a un hombre de más de 80 años a quien la cabeza lo está empezando a traicionar y tiende a abandonar la realidad que comparte con su hija.
Anthony (un magistral Anthony Hopkins) es travieso para salirse con la suya, mordaz cuando quiere herir y de un carácter indomable, lo que hace que a su hija Anne (una sobresaliente Olivia Colman) cada día se le haga más cuesta arriba vivir con él en su departamento en Londres, porque el cariño no siempre disuelve el desgaste, la frustración y la pena. Zeller, desde la primera secuencia, nos entrega las claves para entender lo que se irá desarrollando: Anthony extravía cosas, desde su infaltable reloj -al que se aferra de una manera incomprensible hasta que se revela el final- a episodios que han marcado su vida.
Ese es el punto de partida que toma la película para adentrarnos en el territorio cada vez más confuso de una mente que va envejeciendo, donde el ayer puede ser el hoy y el presente se diluye fácilmente en un recuerdo. De ahí en más acompañamos a Anthony buscando gente que ya no está y encontrando objetos y personas que no deberían estar en el departamento, transmitiéndonos mediante conversaciones cíclicas, un narrador no confiable y pequeñas pistas esparcidas a lo largo del lugar que algo no anda bien.
The Father no pretende entregar un protocolo de acción ni busca sólo acongojar al corazón (que lo hace), sino que hacernos experimentar desde el punto de vista de Anthony cómo puede ser vivir mientras una de nuestras facultades se marchita. Zeller va planteando interrogantes que nos desorientan y, antes de que nos demos cuenta, ya tenemos las mismas dificultades que Anthony para entender lo que sucede. Un trabajo de guión, montaje y diseño de producción que fluye y no te suelta hasta el final, cuando todas las piezas caen en su sitio.
Nominaciones: Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Guión Adaptado, Mejor Edición y Mejor Diseño de Producción
El Agente Topo
Si en The Father estamos envueltos en una perspectiva subjetiva de una realidad solitaria, El Agente Topo de Maite Alberdi nos invita a mirar desde una vereda comunitaria y con complicidad las soledades y desprotecciones de la vejez, lo que de ninguna manera las hace menos dolorosas, acaso por el contrario. Todo mientras Sergio Chamy (83) se convierte en un improvisado espía para infiltrarse en un hogar de jubilados, tras asistir a una entrevista laboral. ¿La misión? Corroborar si una de las mujeres ingresadas recibe malos tratos.
Que esta historia sea un documental y no ficción no es anecdótico. El documental tiene las mismas capacidades de entretener y entregar experiencias trascendentales que la ficción y cuenta con sus mismas herramientas, sólo que en vez de crear una realidad, nos permite observarla desde una mirada particular o examinarla desde otro ángulo. En este caso pone en primera línea experiencias de vida que por comodidad muchas veces se elige obviar, como quien pone en un cuarto algo que perdió su uso.
Esta película (porque sí, los documentales son películas por derecho propio) hace evidente que en muchas sociedades, como en Chile, tendemos a invisibilizar las capacidades de los adultos mayores. No sólo Sergio acude al aviso de trabajo, sino que decenas de otros hombres: todos de 80 y tantos, y todos con un entusiasmo voraz por una aventura que los saque de la monotonía y les permita volver a sentirse útiles. Y esto no es sólo válido para ellos. Las mujeres del hogar tienen sus propios sueños y anhelos, como volver a encontrar el amor y tener un público al cual recitarle sus poesías. En el fondo, seguir siendo parte del mundo en el que viven y que los aísla.
Tal como Sergio llegó al recinto para ser un abnegado agente 007 por unos cuantos días y cumplir su objetivo, al conversar con las residentes va cambiando la perspectiva e intención con la que aborda su trabajo, y con ello, nosotros también nos vamos adentrando -gracias a su conmovedora empatía e intuición- en unaverdad que subyace a toda la situación y que el mismo espía expone en los momentos finales del documental. Dicho de otro modo, es sólo a través de esta mirada documental tan específica, que va más allá del mero registro de los acontecimientos, que podemos acceder a nuevas dimensiones de una realidad universal.
Nominación: Mejor Documental
Nomadland
Cuando ya no queda nada y lo perdiste todo, sólo puedes echarte a recorrer el mundo. Ese puede ser uno de los combustibles que hacen andar a Fern, la protagonista de Nomadland, interpretada por una Frances McDormand en estado salvaje. Pero esa premisa es insuficiente, porque nadie está libre de equipaje, todos cargamos dolores impronunciables y pequeños juegos de tazas de los que no nos queremos desprender aunque nunca más los volvamos a usar.
De las tres películas mencionadas, el film de Chloé Zhao entrega una mirada más holística, porque observa la vejez como un engranaje que forma parte de un sistema inmisericorde; y más que limitarse a dibujar una edad, se hace cargo de un estado mental, de existencias marginadas que ya no tienen lugar en un pueblo, en un país, en una sociedad, en una forma de vivir. Y ahí la vejez hace de protagonista y metáfora.
Fern (de 60 y tantos) quedó cesante cuando cerró la fábrica local donde trabajaba en Nevada, luego perdió a su esposo y, con él, su hogar. Ahora vive el día a día desplazándose en su caravana que es su nueva casa. Así va cruzándose con historias y gente que está en las mismas condiciones que ella, pero siempre prefiere rehuir de la intimidad y rápidamente se marcha para perderse en las carreteras del oeste. Así conocemos a mujeres nómadas modernas, mayores que ella, a las que el mundo les cerró la puerta pero que se niegan a dejar de vivir.
Zhao captura cada minúsculo gesto de McDormand para transformarlo en el más grande de los paisajes, sus pliegues en valles, sus silencios en desiertos y sus ojos en tormentas apunto de explotar. Fern no busca cobijo, comprensión, ni destino: Ella está cómoda en su piel. Sin embargo, y aunque le cueste reconocerlo, sí anda detrás de algo que jamás encontrará en los demás, por eso emprendió una solitaria odisea para reconocerse y reencontrarse a sí misma en esta nueva etapa, y de paso darle forma al relato de quienes con dignidad y rebeldía se niegan aceptar una impuesta fecha de caducidad.
Nominaciones: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz, Mejor Guión, Mejor Edición y Mejor Fotografía
La periodista de CNN Chile agradeció la distinción y recordó la trayectoria de Correa, quien es recordada como la entrevistadora más importante de la historia de Chile.