El estilo introspectivo de Benjamín Walker: “Escribo música vulnerable por necesidad, para digerir procesos personales”

Por Arelí Zúñiga

12.01.2023 / 11:35

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Benjamín Walker prepara dos grandes escenarios en Chile para el primer trimestre de 2023: este viernes telonea a Jack Johnson y en marzo volverá a Lollapalooza, desafío ante el cual admite sentir "un poco de miedo". En entrevista con CNN Chile, el músico habla sobre la elección consciente de su estilo, la influencia de sus reconocidos padres y su decisión de quedarse en México: "No tenía sentido quedarme en Chile o hacerme parte de un género al que le está yendo bien. Yo quería vivir afuera, siguiendo un camino para encontrar verdades".


Hijo de Cecilia Echeñique, cantautora y ex integrante del grupo Mazapán, y de Ignacio Walker, abogado y ex presidente de la DC, Benjamín Walker (31) creció rodeado de estímulos creativos y una familia con vocación. Empezó su carrera musical mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Chile y actualmente tiene tres discos basados en la introspección y la vulnerabilidad humana.

Aunque está viviendo en México, el cantante y compositor partió el 2023 en Chile, preparándose para telonear a uno de los grandes exponentes del softrock y el acústico en la música, el estadounidense Jack Johnson, quien se presentará en el Movistar Arena este viernes 13 de enero.

Benjamín es también uno de los artistas confirmados para Lollapalooza en marzo, logro que, señala, siempre estuvo en su horizonte. En entrevista con CNN Chile, el intérprete que hace poco lanzó Te Quiero (Alicia) revela cómo vivir en otros países, la influencia de su familia, sus propias convicciones, un fuerte lenguaje corporal y el factor político se convierten en elementos relevantes al momento de crear su música.

—¿Cómo definirías tu música actualmente?
En el caso de mi música, es más fácil describir sus características que definirla como parte de un género en particular. Yo siempre hablo de música folk, porque vengo con esta tradición de hacer música con la voz y la guitarra. Creo que el folk es una palabra lo suficientemente general, porque en mi música hay distintas influencias; desde la raíz latinoamericana hasta folk anglosajón, pero hasta hoy nunca le he achuntado bien a un género más categórico. Escribo música más vulnerable por necesidad, para tratar de digerir procesos personales, tomo la guitarra y la uso para masticar las cosas que voy viviendo, lo que finalmente me termina conectado con el resto de la gente.

—Tus canciones son muy íntimas, ¿qué mensaje intentas transmitir?
Más que querer transmitir algo al resto, busco hacerme sentido a mí mismo; irónicamente, es ese el camino que tengo para transmitirle algo al resto. Cuando compongo una canción, el único criterio que tengo es si un verso logra conmoverme. La guata me dice si esa canción está dando en el clavo con el momento que estoy viviendo, sea lo que sea. Cuanto más íntimo logro ser componiendo una canción, más logro conectar con la gente. Para concretar con la audiencia trato de ir lo más adentro posible.

—Tu carrera en la composición empezó a los 15 años, durante tu estadía en Estados Unidos. ¿Los lugares en los que vives influyen en tu música?
Los lugares en los que estoy van influenciando mi música. Ser inmigrante en un país como Estados Unidos me ayudó a conectar más con ser latino. Había mucha nostalgia en escuchar música sudamericana, pero nunca fui tan sudaca como en esa época. El estar más tiempo conmigo mismo me llevó a usar la guitarra para estar conectado a Chile.

Benjamín recuerda que la primera canción que hizo, Tan Solo Una Vez, “describió muchos lugares que extrañaba de Chile; como el centro de Santiago, en donde vive mi abuela, o el Litoral Central, en donde pasaba mis veranos”. Ahora, su último single, Te Quiero (Alicia), es una canción que está abiertamente influenciada por los corridos tumbados y la introducción de la canción está tocada por una guitarra de 12 cuerdas, que se ocupa mucho en la música norteña de México: “Cuando compuse la canción estaba en Ciudad de México y ese era el contexto musical que había en las calles y quería que estuviese presente en mi música. Me influencio por los sitios en los que vivo“.

—¿Ahora piensas quedarte en Chile y desarrollar tu carrera aquí?
Yo estoy muy en México, partir el año en Chile fue una grata coincidencia. Tuvimos una primera tocata en el Espacio del Ángel y es la mejor arenga que pude haber tenido para empezar el año. Hace tiempo que no sentía tanta energía en un escenario y me encantó ver que nos echábamos de menos con el público de Chile, pero la razón de estar aquí fue Jack Johnson.

—Habías comentado que Jack Johnson es un referente para tu carrera, que era un cuento de Disney abrir su show, ¿cómo te sientes con estos logros?
Tuve la grata sorpresa de recibir una llamada del equipo de la productora Lotus para abrir el show de Jack Johnson este viernes en el Movistar Arena. Me emociona mucho porque siempre escuché su música, fue una influencia muy grande al principio de mis años tocando guitarra y aprendiendo a hacer canciones. Esa es la razón por la que volví a Chile, pero termina el show, tomo el avión y vuelvo a México, a la vida que estoy haciendo allá.

—¿Crees que si hubieses decidido hacer otro género musical habría sido necesario también radicarse en México?
El ejercicio de buscar un género más popular o que me haga famoso no tiene mucho sentido para mí. Me gusta más el hecho de abrir paso y encontrar los lugares a los que pertenezco con la música que sé hacer. Por eso no tenía sentido quedarme en Chile o hacerme parte de un género al que le está yendo bien. Yo quería vivir afuera, siguiendo un camino para encontrar verdades. También, en México hay más espacio para los cantautores y la cercanía que tiene con otros países es mucho más real que en Chile. El hacer música es un ejercicio de búsqueda de la verdad para mí y tratar de ser fiel a los estilos musicales que me conmueven y que tocan fibras importantes. Si el día de mañana llego a hacer algo urbano, va a ser porque el cuerpo me lo pida, más que porque al género le esté yendo bien entre el público.

—Eres uno de los artistas confirmados para Lollapalooza 2023, ¿cómo te vas preparando para ese escenario?
El llegar al Lollapalooza siempre estuvo en mente. Estuve en la primera edición realizada en Chile y el hecho de que se haga hace tiempo le da una expectativa a los músicos de poder llegar a ese escenario. Admito que este público sí me da un poco de miedo, porque no suelo ir mucho a festivales masivos. Yo tiendo a presentarme en teatros con condiciones acústicas controladas, a diferencias del Lolla, en donde hay muchos estímulos, y ahí voy a estar yo con canciones más introspectivas. Sin embargo, me lo estoy tomando como un desafío personal; saber cómo llevar mi lenguaje musical y esa vulnerabilidad a un escenario tan grande es emocionante, estamos muy emocionados.

—¿Cómo ves los años que estudiaste Derecho y cómo te influyen hoy?
El derecho influye solamente como una etapa de mi vida. Empecé mi carrera musical cuando estaba en tercer año y nunca esperé que mi música conectara con la gente tan rápidamente. Mi primer álbum, Felicidad, se había publicado hace pocos meses cuado me dieron la noticia que estaba nominado a Mejor Nuevo Artista en los Premios Pulsar. Terminé ganando el premio a artista relevación y lo que pasó con eso es que conecté muy rápido con la escena nacional. Eso me puso en el mapa para partir y con el resto de mis colegas, empecé a vivir la vida de un músico mientras estudiaba derecho, eso fue muy loco. Entonces, cuando egresé, yo ya estaba componiendo mi segundo álbum, Brotes. Sin embargo, veo mis años de Derecho con mucho agradecimiento.

—¿Tus padres tuvieron alguna influencia en tu carrera musical?
Mi familia es muy cercana y tiene mucha influencia en mi música. Tengo una mamá que siguió su vocación toda la vida y gracias a eso tuve la suerte de criarme en los escenarios. Ahora amo el teatro y los escenarios, no solo no sentía vergüenza de subirme a los escenarios de chico, sino que sentía ganas. Si es que hoy día puedo vivir de componer e interpretar música es porque tuve una familia que me hizo creer que sí podía.

—¿En qué aspectos influyó la política en tu música?, ¿crees que sigue habiendo un factor político en tu música actualmente?
Soy de la idea de que no existe lo no político, la política está presente en todo. Valoro el hecho de que mi familia me haya hecho consciente de que soy un individuo en una sociedad que puede tomar decisiones que terminan por incidir en el resto. Por eso tengo la conciencia de que mi música, aunque hable de amor, sigue siendo política; no tengo que referirme a un suceso en particular para que así sea. Es algo que me hace poner los pies sobre la tierra, entender mis privilegios y el contexto en el que nací. Es algo que tengo muy presente gracias a la influencia de mis papás.