La película cuenta la historia de la bomba atómica a través del lente de su creador, Robert Oppenheimer, y la escena en cuestión muestra al actor Cillian Murphy, quien interpreta el papel principal, teniendo sexo con Florence Pugh, quien interpreta a su amante Jean Tatlock.
(CNN) – La última película taquillera de Christopher Nolan, Oppenheimer, desató controversia entre la derecha hindú en la India, con algunos llamando a un boicot y exigiendo la eliminación de una escena de sexo en la que el personaje principal pronuncia una frase famosa de las sagradas escrituras de la religión.
¿Qué pasó?
La película cuenta la historia de la bomba atómica a través de la lente de su creador, Robert Oppenheimer, y la escena en cuestión muestra al actor Cillian Murphy, quien interpreta el papel principal, teniendo sexo con Florence Pugh, quien interpreta a su amante Jean Tatlock.
Pugh se detiene durante el coito y coge una copia del Bhagavad Gita, una de las escrituras más sagradas del hinduismo, y le pide a Murphy que la lea.
“Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”, señala el personaje de Oppenheimer, mientras reanudan el coito.
La escena ha causado indignación entre algunos grupos de derecha, con un político del Partido Nacionalista Hindú Bharatiya Janata (BJP) de la India calificando la película como un “ataque inquietante contra el hinduismo” y acusándola de ser “parte de una conspiración mayor de fuerzas anti-hindúes”.
En un comunicado publicado este sábado, el Comisionado de Información de India, Uday Mahurkar, señaló que la escena era un “ataque directo a las creencias religiosas de mil millones de hindúes tolerantes”, comparándola con “librar una guerra contra la comunidad hindú”.
Agregó: “Creemos que si se elimina esta escena y se hace lo necesario para ganarse los corazones de los hindúes, contribuirá en gran medida a establecer sus credenciales como un ser humano sensibilizado y le brindará la amistad de miles de millones de personas agradables”.
La película ha sido bien recibida en la mayoría de los lugares de la India, país que realizó su primera prueba nuclear en 1974, con críticas muy favorables y la gente acudió en masa a los cines para verla.
Oppenheimer recaudó más de US$3 millones en su primer fin de semana en el país, según informes locales, más que la muy esperada Barbie de la cineasta Greta Gerwig, que se estrenó el mismo día y recaudó poco más de US$1 millón.
La junta cinematográfica de la India otorgó a Oppenheimer una calificación U/A, que está reservada para películas que contienen temas moderados para adultos y pueden ser vistas por niños menores de 12 años con la guía de los padres. Hasta el momento no hay prohibiciones de la película en ninguno de los estados y territorios de la unión del país.
“Un cambio de tono”
Esta no es la primera vez que la derecha hindú se ofende con películas, programas de televisión o comerciales por su representación del hinduismo. Algunos han sido boicoteados o incluso expulsados del aire tras las protestas de grupos conservadores y radicales.
En 2020, Netflix recibió una reacción violenta significativa en la India por una escena de la serie A Suitable Boy que mostraba a una mujer hindú y un hombre musulmán besándose en un templo hindú. Ese mismo año, la marca de joyería india Tanishq retiró un anuncio que presentaba a una pareja interreligiosa luego de las críticas en línea.
Mientras tanto, analistas y críticos de cine dicen que ha habido un cambio en el tono de algunas películas indias, con narrativas nacionalistas e islamófobas ganando el apoyo de muchos dentro de India, así como del BJP.
El año pasado, el éxito de taquilla del cineasta Vivek Agnihotri The Kashmir Files, basado en el éxodo masivo de hindúes de Cachemira que huían de los violentos militantes islámicos en la década de 1990, polarizó a India, y algunos elogiaron la película como “desgarradora” y “veraz”, mientras que otros la criticaron por ser islamófoba e inexacta.
De manera similar, el lanzamiento este año de The Kerala Story, sobre una niña hindú que es atraída para unirse a ISIS, enfureció a los críticos que la llamaron una película de propaganda que demonizaba a los musulmanes.
Antes del lanzamiento de Oppenheimer, Murphy contó que leyó el Bhagvad Gita para prepararse.
“Pensé que era un texto absolutamente hermoso, muy inspirador”, le dijo a la crítica de cine india Sucharita Tyagi en una entrevista. “Creo que fue un consuelo para él (Oppenheimer), lo necesitaba y le brindó mucho consuelo, toda su vida”.
Oppenheimer, conocido como el “padre” de la bomba atómica, se sintió atraído por el hinduismo y sus enseñanzas. Políglota y erudito, aprendió por sí mismo varios idiomas, incluido el sánscrito.
Hablando a los entrevistadores dos décadas después de la prueba de la bomba Trinity, la primera explosión nuclear del mundo, el 16 de julio de 1945, Oppenheimer dijo: “Sabemos que el mundo no sería el mismo. Algunas personas se rieron, algunas lloraron, la mayoría se quedó en silencio”.
Dijo que recordaba una línea del Bhagavad Gita: “Ahora, me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos”. Esa línea se usa en la película varias veces, incluso durante la escena de sexo.