Mientras algunos países levanta sus restricciones, el sector del entretenimiento busca formas de seguir funcionando para mantenerse en pie y llegar a su público. Algunos científicos advierten que conciertos o partidos no podrán ser experimentados normalmente hasta la producción de una vacuna.
Los eventos masivos forman parte fundamental de la socialización de los seres humanos, pero el coronavirus cambió por completo la relación y la distancia entre un individuo y otro en el mismo espacio.
Los científicos consultados por CNN aseguran que asistir a un concierto o juego deportivo debería posponerse hasta la llegada de una vacuna. Mientras, numerosos empresarios y artistas crean nuevos métodos para ofrecer catarsis a su público en medio de la pandemia y un alivio económico a quienes viven del entretenimiento.
El investigador en microbiología Andreu Comas García afirma que “no volveremos a la vida que conocíamos antes de enero hasta que no tengamos una vacuna que sea efectiva, que sea segura y que se pueda producir y administrar de manera masiva”.
Según investigadores de Harvard, es posible que se requiera un distanciamiento intermitente hasta 2022.
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El sector del entretenimiento ha sufrido económicamente en todo el mundo. Algunos empresarios han optado por la reducción del aforo en los recintos, autoconciertos o cobro por transmisiones privadas.
Miguel Herrera, empresario y productor, dice que “el sector del espectáculo ha sido de los más golpeados. Hemos sido los primeros en bajar la cortina y seguramente seremos de los últimos en reincorporarse a esta nueva realidad que aún no sabemos cómo viene”.
“El tema de la música, el teatro, no son considerados como indispenables, entonces desafortunadamente, a pesar de ser tan golpeados, no hay alguna propuesta que veamos, una iniciativa por parte del gobierno que nos ayude o nos permita reactivar”, agrega.
El equipo de Harvard indicó a CNN en abril que el virus volvería a aparecer con bastante rapidez una vez se levantaran las restricciones. Eso ya ha sucedido en ciudades de Estados Unidos, así como en China y en Japón.
Andreu Comas indica que “aquí es donde la balanza entre economía y salud es una balanza muy complicada. Porque si yo me decanto completamente por reactivar mi economía, probablemente incremente los infectados, los hospitalizados, los muertos y colapse el sistema. Pero si por otro lado le doy un completo peso a la salud, puedo parar la economía de tal manera que sea muy difícil de reactivarla”.
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La Liga de Fútbol de España reinició sus actividades, pero con estrictas normas de seguridad y sin público. La Liga MX, del fútbol mexicano, anunció su regreso para el 24 de julio.
El 8 de junio, Nueva Zelandia anunció el fin de casi todas las restricciones al no tener casos activos de COVID-19. El 14 de junio se celebraron partidos de rugby con llenos totales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en abril nuevas normas para realizar eventos y prevenir el COVID-19. Entre las recomendaciones, piden a los organizadores promover los carteles y mensajes digitales sobre el COVID-19, la desinfección y limpieza de las superficies y evitar el uso compartido de equipo o limpieza entre usuarios.
“Tarde o temprano volveremos a los eventos masivos y vamos a partir de la cultura del respeto, en el sentido de que si yo estoy enfermo, no voy, si me vengo recuperando de una infección o soy una personas asmática o con alguna inmunodeficiencia, voy con cubrebocas, y antes de tocarme la cara me lavo las manos”, explica Comas.