Guido Sardelli, de AIRBAG, y el desafío de mantener el rock argentino vivo en 2024: “A nosotros nos gusta vivir en la ruta, viajando y tocando”

Por Camila Morandé

01.08.2024 / 09:46

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En la previa de su próximo show en Santiago, el menor del trío de hermanos conversó con CNN Magazine sobre la importancia de no dejar de tocar en vivo y “ser genuino” en la era en que lograr un hit viral en TikTok se proyecta como la meta más codiciada de las nuevas generaciones de artistas.


Tras un largo intervalo sin visitar Chile, la banda argentina Airbag, compuesta por Gastón (40), Patricio (38) y Guido Sardelli (35), anticipa con entusiasmo su próximo concierto en el país.

El trío de rock es reconocido por su intensa energía en vivo —incluso por exponentes míticos del género como los Guns N’ Roses, quienes los eligieron a dedo y para telonear sus dos presentaciones en el Estadio River Plate de Argentina en 2022—, ya se ha ido de gira por varios países latinoamericanos.

El propio Guido, en entrevista con CNN Magazine, reconoce que los hermanos mantienen “una gran deuda” con sus seguidores chilenos. Finalmente, será saldada el próximo viernes, 16 de agosto, en las dependencias de Teatro Caupolicán de Santiago.

¿Qué sorpresas esperar en su retorno al país? “Un gran show, una buena noche, una fiesta. Vamos a tocar un rato largo, seguro, porque cuando hace mucho no vamos un lugar, solemos repasar y recorrer ese montón de tiempo perdido. Va a estar lindo”, sostuvo el menor del grupo.

“Yo creo que, donde la banda es más es genuina y es real, es ahí, en ese momento del concierto. Es donde más nos sentimos a gusto y creo que nuestro público también. Somos una banda que conecta con su audiencia y empiezan a pasar cosas cuando nos vemos”.

Los argentinos ya han publicado siete álbumes de estudio en conjunto desde su debut musical en 2004: Airbag (2004), Blanco y negro (2006), Una hora a Tokyo (2008), Vorágine (2011), Libertad (2013), Mentira la verdad (2016) y Al parecer todo ha sido una trampa (2021).

En tanto, Guido revela que la dinámica familiar contribuye a una comunicación directa, arista que resulta crucial en su colaboración musical.

Somos los tres bastante activos a la hora de componer y escribir. Entonces, está bueno, porque no depende todo de uno y quizás, inclusive, surge una dinámica de… no competencia, pero sí inspiración. ¿Viste cuando el de al lado tuyo no afloja y vos tampoco querés aflojar? Tenemos la ventaja de ser hermanos, justamente, y poder decirnos las cosas sin filtros”.

Es, precisamente, esa franqueza lo que les ha permitido madurar y mejorar su eficiencia creativa a lo largo de los años. “En segundos, pasamos de 0 a 100 diciéndonos las cosas”, dice, destacando la importancia de la honestidad en su trabajo conjunto.

“No nos guardamos nada, y creo que, quizás, cuando éramos más chicos, eso era más conflictivo. Pero más grandes, entendimos que ahorramos mucho tiempo y que lo mejor es el ser sinceros a la hora de componer y ayudar al otro en hacer un tema. Eso sirve, ¿viste? Tener esa honestidad de decir: ‘Mira, me encanta este tema y este no me gusta tanto’, o ‘quizás podríamos contar otra cosa en esta canción’“.

Dentro de aquella esfera, cuenta que cada uno de los Sardelli compone por separado. Más tarde, unen en el material en el estudio o la sala de ensayo para fusionar lo creado. “Ahí, yo creo que toma la identidad de lo que es Airbag y supera las visiones individuales de cada uno”, reafirma.

Para Guido, quien hoy toca batería, guitarra y canta, la introducción a la música comenzó más un juego infantil que una decisión profesional. “Era divertido acompañar a los chicos tocando. Ellos me decían: ‘Nene, tocá’, y yo tocaba”, recuerda, para luego mencionar que, no fue hasta más adelante, que la música se convirtió en una pasión seria. Pero intensa.

Un romance atemporal con la música

“Yo expreso las cosas que me pasan en una canción, las comparto y la gente entiende. Quizás es un proceso muy personal, pero llega; lo cual es muy loco y creo que es hermoso. Me fui enamorando de eso, de alguna manera. Pero no hubo un plan maestro… quizás, de Gastón, sí. Gastón, que era el más grande, tenía esa visión de decir: ‘Tenemos que tener una banda, porque está buenísimo y nos vamos a divertir mucho’. Yo acompañaba”, recuerda.

Pese a su juventud, en dos décadas, los Sardelli también han sido testigos de primera mano de las significativas transformaciones que ha tenido la forma en que se consume la música. Desde los top de videos en MTV hasta la omnipresencia de plataformas como YouTube y la posterior era del streaming, han adaptado su enfoque sin perder la autenticidad que los define.

“Hemos vivido muchos cambios, es muy loco. Hoy en día, un mundo concebido sin esas redes es como extraño. Pero siempre apostamos a ser nosotros; a intentar ser genuinos siempre; por más que, a veces, las tendencias, los trends o las nuevas maneras de hacer te quieran alejar un poco de lo que sos vos… y a veces lo pueden lograr, de hecho”, reflexiona.

“Pero siempre intentamos apostar a eso, ¿viste? A la música, a las canciones, a lo que tenemos para decir y sentimos. Y después, bueno, cómo el sistema distribuye la música, cómo nos vamos adaptando a escucharla, el tenerla en Spotify, Apple Music o cualquier otra cosa… Eso, a nosotros, en realidad, no nos preocupa ni nos cambia demasiado”.

 

“A nosotros nos gusta vivir en la ruta; viajando y tocando siempre”

“Siempre intentamos que no pierda la esencia de lo que es lo nuestro y el concierto en vivo, de hecho, es muy importante para nosotros. Quizás hay nuevas generaciones a las que no les importa tanto ir a tocar; como que para ellos es más sacar un tema pegado, por ejemplo, y vivir de eso, y a nosotros nos gusta vivir en la ruta, viajando y tocando siempre. Yo creo que nos agarramos a eso”.

Y aunque jamás falten los alarmistas, para Guido, el rock no está muerto, y tiene fe en que el género seguirá invadiendo a nuevos precursores futuros.

—Argentina es un referente mundial en base a bandas exitosas de rock. ¿Cuál es tu visión actual del estado del rock argentino y qué crees que se necesita para que continúe prosperando?

Mira, es muy loco. Porque, a pesar de que hay conversaciones siempre de que el rock se está terminando y que no le ven mucho futuro, yo, cada día, soy un poco más positivo. Cada día, veo a más pibes, inclusive en TikTok e Instagram, que tocan muy bien. Chicas, también, que hacen covers nuestros y me sorprende el talento que tienen. Y son músicos. Y quizás conectan mucho más con esa música más tocada que con la música bailable; que está buenísima, pero es como para bailar y pasarla bien. Pero a la hora de, quizás, expresar otras cosas…

—¿Por ‘bailable’ te refieres al trap, a lo urbano?

Claro, lo que te diría que es lo mainstream hoy en día. Es lo que más mueve a las discográficas y lo que más peso tiene, ¿no? Los que más Grammys ganan (ríe). Yo creo que hay mucha gente que conecta muy profundo con el rock, ¿viste? El que conecta, conecta fuerte. No es pasajero, es para toda la vida. Entonces, yo creo que, en unos años, toda esa generación de pibes va a tener bandas. Todos van a tener proyectos; quienes hoy tienen, quizá, 17, 18, 20. Yo creo que no se van a quedar tocando en la casa, ¿entendés? Van a salir a la calle a buscar lo de ellos y contar su historia. Y quizás, a la hora de contar tu historia y contar lo que te pasa, el formato de una banda de rock es mucho más rico que otros géneros que quizás son más populares hoy en día.

“Beto Cuevas es un tipo divino, un fenómeno”

—También han compartido escenario con otras bandas argentinas frecuentemente. Con Tan Biónica, por ejemplo, estuvieron en diciembre en River Plate. Cuéntame acerca de esa experiencia y cómo es la relación que mantienen.

Muy buena. La verdad es que son amigos desde hace mucho tiempo y son unas personas maravillosas, divinas. Hicieron una vuelta acá, en Argentina, muy exitosa; y qué mejor que acompañar a unos amigos que se separaron y volvieron a tocar. Empezó a pasar la magia de nuevo y estar con ellos, ahí, fue hermoso. Grabamos una canción en uno de los conciertos, se llama Arruinarse. Un tema de ellos que me encanta y la verdad es que me dio mucha alegría por ellos, que se merecían lo que les terminó pasando. A veces, los grupos cuando se separan y quedan tantas cosas inconclusas… Una despedida, o una bienvenida, de nuevo, así, se la re merecían.

—¿Escuchas música de artistas chilenos o hay alguna banda de acá que hayas escuchado y te gustase?

Mira, me acuerdo que, de chico, me gustaban Los Bunkers. Mucho. La Ley, también. Recuerdo cuando estaban vigentes y todavía no estarían separado. Beto es un tipo divino, un fenómeno. Pero yo creo que igual falta que nos integremos más los grupos latinoamericanos, como que cada región tiene sus artistas… Salvo quizás Soda (Stereo), los (Fabulosos) Cadillacs, Los Prisioneros. Pero las nuevas generaciones tendríamos que juntarnos un poquitito más.