La electrónica de Lollapalooza se tomó el Estadio Olímpico de Berlín
Por Manuel Maira
09.09.2018 / 16:31
{"multiple":false,"video":[]}
"El nuevo recinto sirvió para demostrar de entrada el protagonismo de la electrónica que invadió el Perry’s Stage, ubicado precisamente en el Estadio Olímpico", escribió desde Alemania el periodista Manuel Maira.
Se construyó para las Olimpíadas de 1936 y desde ahí ha sido escenario de hitos deportivos, como mundiales de fútbol o el récord de Usain Bolt en los 100 metros planos en 2009. Pero este sábado, el Estadio Olímpico de Berlín dejó de lado el deporte y se transformó en una masiva fiesta electrónica en el arranque de Lollapalooza 2018 hecho en la capital alemana.
Después de haber pasado por tres lugares distintos, la cuarta versión del festival en Berlín llegó por primera vez a los terrenos del Olympiastadion replicando el formato que en Chile lleva ocho ediciones, y que tendrá la novena del 29 al 31 de marzo de 2019.
El nuevo recinto sirvió para demostrar de entrada el protagonismo de la electrónica que invadió el Perry’s Stage, ubicado precisamente en el Estadio Olímpico, donde desde temprano la gente llegó en masa a disfrutar de un género que en Alemania tiene capítulos ineludibles en su historia.
Tanto fue el arrastre que aún con luz de día, en la presentación del dj Armin Van Buren, hubo un momento en que no pudo entrar más gente porque simplemente no cabían más personas moviéndose con la fiesta que armó el holandés. Lo mismo pasó en la festiva presentación de David Guetta, que cerró la primera jornada de festival con un recorrido por los hits que lo han convertido en uno de los más populares -y comerciales- artistas en la historia de la electrónica.
Alrededor del Estadio Olímpico, el festival seguía su curso en los cinco escenarios restantes. Uno de ellos el Kidzapalooza con números musicales y varias actividades para entretener a los niños. En los dos escenarios principales los que más convocaron fueron los shows de The National y the Weeknd.
Más detalles: CNN Chile en Instagram
Todo dentro de un formato que en Chile bien conocemos: el acento en el sello verde, la variada oferta de comida, el consumo con una pulsera que se carga previamente y activaciones de marcas que auspician el festival. Lo que no conocemos en la versión de Santiago, es la oferta de alcohol al publico general del evento, algo que en Berlín ocurre en prácticamente todos los conciertos sin afectar el orden.
La producción informó de 70 mil personas en el primer día de festival que cierra mañana con entradas aún a la venta a 79 euros para la jornada que tiene como números fuertes a Imagine Dragons y el show 3D de Kratfwerk, emblema de la electrónica que en Alemania juega de local.