El periodista argentino, una de las voces más influyentes en las transformaciones digitales de los medios latinoamericanos de las últimas décadas, lanza un nuevo libro, “Off the Record”, donde cuenta su recorrido por las principales redacciones de medios online. Su mensaje, eso sí, es inesperado: rescata la importancia del contenido y se muestra esperanzado por el futuro. “En el 2010 era un gran momento para trabajar en el equipo de tecnología: hoy es un gran momento para trabajar en el equipo editorial”, asegura.
El itinerario de los últimos 10 días de Pablo Mancini muestra su carácter nómade: Buenos Aires-Nueva York-Miami-Santiago. A la capital chilena, este periodista argentino, una de las figuras más influyentes de la revolución digital de las redacciones latinoamericanas, llegó por un par de días (luego se irá a Miami y Londres) para presentar en la Furia del Libro su última obra: “Off The Record: Verdad, sangre, algoritmo y negocios” (Ediciones Ampersand). Un viaje en que aparecen muchos lugares -Washington D.C., Seúl, Venecia, Chicago, Hong Kong-, algunos cameos como el de Jeff Bezos y, por sobre todo, fotografías y anécdotas de momentos recolectados al respirar periodismo alrededor del globo desde distintas posiciones, hoy como Líder Global para el segmento de Publishing en el equipo de Estrategia y Desarrollo de Negocios de Amazon Web Services. Título que, fiel a la filosofía que aprendió de Bezos, no aparece en la tarjeta de Mancini: del multimillonario aprendió que lo importante no es el cargo, sino, para citarlo en su argentino natal, “¿qué hacés?”.
Y para esa pregunta, quizás la mejor respuesta inicial está en la contratapa del libro: “En los últimos seis años, Pablo Mancini pasó la mayor parte de su tiempo con quienes imaginan, planifican y producen los principales medios periodísticos online del mundo”. Experiencia que, plasmada en “Off the Record”, tuvo un recibimiento asombroso: debutó como el título más vendido en la tienda de Amazon Kindle en español y se ha mantenido como un bestseller. Pero si el perfil de Mancini y su trayectoria ligado a la parte tecnológica y de liderazgo de los medios hace esperar un libro plagado de cifras, balances e inteligencia artificial, la percepción no puede estar más equivocada: según él mismo lo reconoce, su convencimiento es que lo más relevante en este momento está en el contenido y la labor irreemplazable de las redacciones en la búsqueda de una verdad que no estará en un prompt o en un algoritmo.
-¿Por qué un libro sobre periodismo, que uno podría decir que está en muchos sentidos en crisis del modelo de negocio, es hoy día un bestseller?
-Es una buena pregunta, no lo sé. Yo creo que por varias cosas. Podemos tener distintas hipótesis. No sé cuál es la correcta, ¿no? Por un lado, yo creo que todo el interés que hay sobre el periodismo no es sobre el libro en sí mismo, sino que es sobre la idea de la verdad. Todos los gobiernos están discutiendo la verdad. Todos. El chileno, el argentino, el brasilero, el americano, el inglés. El poder en el mundo discute la idea de que el periodismo pueda contar la verdad. Se lo está cuestionando al periodismo. ¿Por qué? Porque existen las fake news, porque existe news avoidance, porque existen las redes sociales donde todo el mundo dice libremente lo que tiene ganas de decir.
Pero yo creo que hay en el fondo un interés sobre un principio básico, elemental de la sociedad, hasta te diría filosófico, que es la idea de verdad. ¿Quién puede contar la verdad? Y el libro lo que trata de poner en valor es eso, que el periodismo tiene herramientas para contar la verdad. Yo creo que por eso también el libro se convirtió en bestseller de Amazon Kindle. Porque plantea un tema que es central, que es ¿quién dice la verdad?
-De periodismo se ha escrito mucho, pero hay pocos libros que como el tuyo lo enfoquen es desde la tecnología. Y tú lo pones con un ejemplo muy relevante en un capítulo, que es el momento en que a ti en medio de una reunión en Chicago te llaman de un teléfono secreto porque había que tomar acciones en relación a Apple Daily, el medio de Hong Kong que estaba siendo allanado por el gobierno de China. ¿Cómo está esa relación hoy día -que parece estar a la base, pero a la vez también no se ve tanto- entre periodismo y soporte tecnológico?
-Mirá, es muy interesante lo que vos decís. Es uno de los temas claves del libro. Acordate, si pensás en los últimos diez años todos pensamos y todos trabajamos en eso, además yo también me hago cargo, que la tecnología era muy importante en cómo el periodismo tenía que funcionar. Hicimos de todo. Al punto en que en algún momento alguien nos dijo -no sé quién fue, y todos lo implementamos- que un periodista tenía que tener un programador al lado, ¿te acordás?. El caso de Apple Daily es interesante porque muestra otra cosa, muestra la importancia del contenido, la importancia del periodismo. Apple Daily era el último y el único diario pro-democracia en China, en el contexto de la dictadura china.
Y hay un capítulo en el libro que se llama “Verdad en Hong Kong”, en el cual yo cuento una historia en la cual Apple Daily, este diario, estaba sobre la infraestructura que nosotros manejábamos y el software que nosotros manejábamos en el Washington Post. Y la dictadura china encarcela, secuestra y se lleva literalmente arrestada de la redacción, aparte del plantel y del equipo de Apple Daily, ¿no? Los periodistas, los ingenieros, los directores, 500 policías entrando a la redacción. Se lo llevaron, les congelaron las cuentas bancarias, boicot, terminó cerrando, hoy no existe más.
Y yo cuento esa historia en el libro, ¿por qué? Porque lo que digo es: bueno, ¿podría Apple Daily reemplazar a sus periodistas con inteligencia artificial? Sí, podría. Podría publicar algunos videos, algunas noticias sobre lo que está pasando en China, sí, podría. Podría existir como portal. Ahora, la pregunta es periodística, no es de contenido, no es de negocio, no es de Internet. Es periodística, es… ¿tendría sentido que Apple Daily funcione con algoritmos? No, porque los algoritmos no pueden contar la verdad. Y ese es uno de los conceptos centrales del libro. ¿Los algoritmos te permiten producir contenido? Sí. ¿Te permiten hacer mucho más eficiente tu organización? Sí. ¿La inteligencia artificial es una revolución tan importante como la imprenta, la electricidad o la Internet? Sí. ¿Pero te permite contar la verdad?
-Pero no es un mensaje de “no usen la tecnología”. Tú has estado muy cerca de la tecnología.
-No, claro, por supuesto.
-Vámonos un paso atrás entonces. ¿Para qué te sirve hoy día, por ejemplo, la IA o la tecnología?
-A ver, yo soy un gran fanático de todo lo que es la tecnología, vos lo sabés. Me interesa, me gusta, me divierte. Me hace ganar plata. Me siento cómodo en ese planeta. Y creo que todo lo que es la inteligencia artificial, la inteligencia generativa, le agrega mucho valor a la organización periodística de noticias. Pero no en el sentido editorial, ¿ok? Te ofrece herramientas, por ejemplo, para hacer más rápido el trabajo de periodista.Para desgrabar esta entrevista, por ejemplo. ¿Esta entrevista va a ser descaseteada por la inteligencia artificial?
-Por supuesto.
-No te vas a poner a descasetear como hacíamos nosotros hace… No diez, hace ¡tres años! Hace tres años escuchábamos, tendríamos que descasetear y le decías a tu esposa: “voy ahora, esperame que estoy descaseteando”. Eso no va a pasar ahora. Fantástico. Te vas a ahorrar cinco o seis horas de tu día. Mejor. Genial. La inteligencia artificial sirve para personalizar la experiencia del usuario. Para que el usuario tenga el contenido correcto, en el momento correcto, en la pantalla correcta, según lo que al le usuario interesa. Genial. En el caso de que tu medio ofrezca una suscripción, te vas a dar el precio adecuado, porque la inteligencia artificial entiende cuál es el precio que ese usuario está dispuesto a pagar. Por ejemplo.
-Son ayudas.
-Son ayudas, son mejoras, hacen la organización de noticias más eficiente.. ¿Pero qué es lo que no reemplaza entonces? Lo que no reemplaza es las herramientas que vos tenés para hacer periodismo. Para contar la verdad. ¿Qué es el periodismo? Pregúntate eso. Andá a lo básico. El periodismo es agregar pedacitos de verdad al planeta. ¿Ok? Eso es el periodismo. Contar lo que pasó en una obra de teatro. Contar lo que pasó en el accidente de acá en la esquina. Contar lo que hizo tal presidente, tal gobierno, tal municipio. El periodismo es agregar pedacitos de verdad todos los días. Eso es lo que hacen los diarios. Cuentan la historia todos los días con pedacitos de verdad. La tecnología no puede hacer eso. La inteligencia artificial, la tecnología lo que hace es generar contenido sobre el contenido que ya está creado. Sobre las verdades, y dejame decirte, y mentiras que ya están contadas. Sobre eso construyen los algoritmos. El trabajo de periodista es sobre el vacío. Sobre lo que no se contó. Sobre lo que alguien no sabe. Y por eso yo pongo el tema en el foco del libro, porque yo creo que es el mejor momento para que el periodismo sea más periodismo que nunca.
-Tú en el libro hablas de que te ha tocado recorrer el planeta por tu profesión, y que conoces gente que está haciendo innovaciones muy interesantes, no solamente desde el punto de vista tecnológico, también desde el punto de vista del contenido. Si tú tuvieras que resumir, ¿qué es lo que a ti hoy día te da esperanza en relación al periodismo?
-La respuesta está ahí afuera, no te la digo yo. La respuesta es: cualquiera reconoce el valor periodístico del New York Times. Una gran marca, prestigiosa. Podes o no coincidir con sus opiniones o sus columnas editoriales, pero el periodismo que hacen es serio, ¿verdad? Podés reconocer el periodismo y valorarlo. El periodismo que hace el Washington Post, Financial Times, The Guardian, Washington Journal. ¿Qué tienen en común todos esos medios? Es lo que vos me estás preguntando. ¿Qué es lo que los hace grandes, distintos, valiosos, extraordinarios?
Y esa es la respuesta del libro. ¿Cómo piensan los que mandan en la organización de noticias? ¿Cómo planifican la estrategia del crecimiento del medio? Y al final del día es, obviamente hay procesos, obviamente hay tecnología, pero lo que marca de verdad y al final del día la diferencia es el talento de los periodistas. Es la seriedad de los periodistas. Es el trabajo periodístico como nos enseñaron hace mucho tiempo. A contar la verdad, a chequear las fuentes. Y a mí lo que me sirvió es estar dando vueltas por el mundo todas las semanas, desde Corea hasta Los Ángeles, desde Londres hasta Chile, desde Argentina hasta New York. Es eso, al final lo que importa es periodistas serios, haciendo su trabajo bien. Y si tenemos suerte, divertidos, contando buenas historias, permitiéndose salirse un poco de la regla. Eso es lo que le cambia la vida a la gente. Saber qué es relevante para su vida y contarlo de un modo entretenido.
-Hay algo que me llama mucho la atención: tu libro, más que como una oda tecnológica, se lee como una especie de homenaje a ese viejo periodista de redacción que tenía rutinas, llegaba temprano a la oficina y luego tenía noches largas de conversación fuera de ella.
-Mil por ciento. Mil por ciento. Los últimos diez años o quince años en esta industria que nosotros estuvimos trabajando, fueron años donde la redacción hacía su trabajo y toda la innovación, los fuegos artificiales y los cambios estaban en la tecnología. Yo creo que los próximos cinco o diez años, sin duda, el mejor momento es de la redacción, del equipo editorial, del equipo de periodística. Este es un gran momento para ser un buen periodista, para ser un buen reportero de la calle, para ser un buen editor, para ser un buen director, para ser un buen fotógrafo, para ser un buen editor de video. Porque si vos ves el contexto a lo que estamos asistiendo globalmente, ni siquiera lo pienses en términos periodísticos, globalmente, a lo que estamos asistiendo es a una homogenización de la experiencia de contenidos. Todo es homogéneo ahora. Porque eso es lo que te propone la tecnología. La experiencia es homogénea, personalizada por supuesto, pero homogénea al mismo tiempo. Eso es lo que está pasando ahora. La tecnología está preparada para hacer eso. Y cuando vos pensás, y sos honesto con vos mismo, y lo que vos querés es contenido real, contenido sincero, contenido único, contenido que te cambie la vida. ¿Qué quiere decir? Que te cambie el día. Que te cambie la próxima hora.
Yo creo que es un gran momento para trabajar en el equipo de editorial. En el 2010 era un gran momento para trabajar en el equipo de tecnología. Todo estaba cambiando. Ahora lo que se viene, con la inteligencia artificial y la tecnología, desde mi punto de vista, me hago cargo, con riesgo de equivocarme, probablemente equivocado. Me parece que es el tiempo más divertido ahora. Para uno como profesional, pero para el lector que va a obtener lo que nosotros producimos, hay que ir a trabajar en el equipo de redacción. Permíteme decirte que parece contradictorio. Y lo es, y además es contradictorio porque yo trabajo en tecnología. Yo te estaría diciendo que no, que la tecnología va a resolver todo. No, este es un momento para los artesanos de los contenidos.
-Tú escribiste ya hace un poco más de una década un libro que se llama “Hackear el Periodismo” (2011), donde te metías en varias de estas preguntas y miradas. Si tú tuvieras que hacer una evaluación respecto a eso, ¿qué cosas crees que ocurrieron como te las imaginabas, y qué cosas han ocurrido de manera distinta?
-No ocurrió nada (risas). No ocurrió nada de lo que yo me imaginaba, en términos prácticos.
-Pero la revolución tecnológica está.
-No, a ver, ese libro, “Hackear el Periodismo”, lo que planteó es… Acá hay un cambio grande en la organización periodística, hay un cambio grande en el comportamiento de la audiencia en términos del valor percibido, y hay un cambio también en cómo se consume el periodismo en términos del comportamiento social, incluso urbano, porque ahí aparecían los móviles, el consumo masivo de la información a través de dispositivos. Ese libro está en el contexto en el que pasamos de la computadora al teléfono. No dejemos de lado esa parte, recomendamos esa parte. Yo creo que eso está todavía. Yo creo que fue acertado el planteado de las cosas que cambian. Me parece que si tuviera que ser crítico con mi propio libro, lo que diría es que le prestó poca atención al contenido periodístico de ese libro. Se centró más en los formatos y en las formas de consumo que en el contenido. Por eso, Off the Record lo que hace es recuperar la idea que… Lo que no va a cambiar es el contenido, lo que va a cambiar es el formato, el modelo de negocio, las formas de consumo.
Por eso yo no me ocupo y por eso “Off the Record” no hace pronósticos, ni ofrece soluciones, ni da consejos sobre lo que hay que hacer. Al contrario, “Off the Record” lo que dice es: cuidado porque acá el contenido es muy importante independientemente del formato en el que lo ofrezcas, el formato en el que lo distribuyas y sobre todo independientemente del modelo de negocio que ofrezcas. Hay modelos que funcionan, modelos de negocio que no funcionan, etc. Pero yo lo que quise hacer con “Off the Record” es que el periodismo se ponga en valor, que el contenido periodístico se ponga en valor, porque creo que este es el momento, cuando la tecnología produce contenido, yo estoy del lado de los periodistas.