La autora habló sobre la utilización del miedo en discursos políticos y el panorama actual en Argentina, donde el presidente, Javier Milei, se ha transformado en "una expresión popular de un humor social que tiene que ver con la rabia", de acuerdo con ella.
La autora y periodista, Mariana Enríquez, se presentó el pasado 4 de septiembre en el Teatro Nescafé con No traigan flores, un espectáculo en el que mostró una selección de sus textos de forma teatral.
A raíz de esto, CNN Magazine tuvo la oportunidad de conversar con la escritora trasandina sobre su evolución en la literatura, que la ha llevado a publicar desde su primera novela, Bajar es lo peor, a su más reciente entrega, Un lugar soleado para gente sombría.
En sus años de trayectoria, Enríquez ha moldeado su narrativa en relación con cada etapa de su vida. Es por esto que afirmó que continúa “experimentando con los textos”, pero que ya no necesita estar en disputa con el mundo o consigo misma, como lo hacía hace unos años.
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La escritora argentina ha dedicado gran parte de su catálogo a lo que ella definió como “terror o ficción oscura”. Además, al escribir sus textos en español, se ha dado cuenta de que a las personas les gusta leer “a escritores que escriban en su lengua”.
Por esto, ella cree que ha podido establecer un vínculo estrecho con el público que la lee, pues su interrupción en la narrativa del terror en español, significó posicionar historias en lugares poco utilizados en la ficción.
“No es lo mismo leer terror en Londres o en Maine con Stephen King, que leerlo en Buenos Aires o leerlo en Santiago”, aseguró.
Así, su literatura ha abordado temas relacionados con Latinoamérica. Incluso, la autora afirmó que conoce “demasiada gente que directamente tiene miedo de cruzar al sur de la ciudad”, situación que le hace pensar que “muchas veces convivimos con fantasías”.
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Utilizar la narración en política, es algo que no resulta extraño para Enríquez, pero si le “impresiona” como discursos, que a veces abogan desde el miedo, tienen efecto en generaciones jóvenes. De acuerdo con lo que expresó, “son más manipulables”, por el flujo de información que reciben a través del celular.
En tanto, la autora trasandina habló sobre el presidente argentino, Javier Milei, a quien calificó como “una expresión popular de un humor social que tiene que ver con la rabia, el hartazgo. La forma en la que él habla, es la forma en la que habla muchísima gente”.
Además, aseguró que le sorprende que “la sociedad haya llegado a un nivel de crispación tan grande como para que resulte admisible tener desde en el poder un discurso con ese nivel de violencia”.
La periodista de CNN Chile agradeció la distinción y recordó la trayectoria de Correa, quien es recordada como la entrevistadora más importante de la historia de Chile.
