Muere a los 83 años el escritor, académico y diplomático Antonio Skármeta, Premio Nacional de Literatura 2014

Por CNN Chile

15.10.2024 / 09:56

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Con una prolífica carrera literaria, docente y diplomática, Skármeta destacó por haber sido embajador de Chile en Alemania y autor de reconocidas obras como “Ardiente paciencia”, cuya posterior adaptación al cine obtuvo múltiples nominaciones a los Premios Oscar. Tanto el presidente Gabriel Boric como su alma máter, la Universidad de Chile, le dedicaron mensajes de despedida agradeciendo su legado cultural y político.


Este martes fue confirmado el fallecimiento de Antonio Skármeta Vranicic, reconocido escritor, académico y diplomático chileno que fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 2014. Tenía 83 años.

Nacido en Antofagasta el 7 de noviembre de 1940, Skármeta tuvo una prolífica carrera literaria tanto en Chile como en el extranjero, y un vínculo con la docencia que también marcó gran parte de su vida.

Estudió Filosofía en la Universidad de Chile, donde además asistió a la Escuela Nocturna de Teatro. Posteriormente, obtuvo el grado de Master of Arts en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Durante sus primeros años de carrera, ejerció como director teatral y profesor, destacándose en instituciones como el Instituto Nacional y la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile.

Su carrera literaria, en tanto, se inició en la década de 1960, con publicaciones de cuentos y traducciones. En 1967, lanzó su primer libro, El entusiasmo, al que le siguieron títulos como Desnudo en el tejado (1969) y Tiro libre (1973).

Su obra temprana se enmarcó dentro de la llamada “Generación Literaria de 1960”, junto a figuras como Poli Délano, Gonzalo Millán y Óscar Hahn.

El golpe de Estado en 1973 obligó a Skármeta a exiliarse. Pasó por Argentina, Bolivia y finalmente, llegó a establecerse a Europa, donde vivió en Alemania Occidental.

Durante aquel tiempo, trabajó en la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín y colaboró en proyectos literarios como la revista Araucaria, de Chile. Fue en ese periodo que desarrolló algunas de sus obras más importantes, como Soñé que la nieve ardía (1975) y No pasó nada (1980).

Una historia nominada al Oscar

En 1985 publicó Ardiente paciencia, una de sus obras más conocidas, adaptada al cine bajo el título Il Postino (El cartero), en 1994.

Esta película, dirigida por Massimo Troisi y Michael Radford, obtuvo cinco nominaciones a los Premios Oscar, lo que consolidó el impacto internacional de Skármeta.

La pieza también fue adaptada al teatro y, más tarde, inspiró una ópera estrenada en Los Ángeles, en 2010.

A lo largo de su carrera, Antonio Skármeta fue distinguido con múltiples galardones, como el Premio Casa de las Américas, el Altazor, la Orden de las Artes y Letras de Francia y la Orden al Mérito de Italia.

Su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas y forma parte del canon literario chileno. Además, fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por Francia y condecorado con la Orden Marko Marulić, de Croacia.

Embajador de Chile en Alemania y Premio Nacional de Literatura

Tras el plebiscito de 1988, Antonio Skármeta regresó a Chile en 1990. En esta nueva etapa, combinó la escritura con la dirección de talleres literarios, como el que fundó en el Instituto Goethe. Además, lideró iniciativas culturales en televisión con el programa El show de los libros, que se mantuvo al aire durante una década y fue exportado a varios países de América Latina y Europa.

Durante el gobierno del expresidente Ricardo Lagos, se desempeñó como embajador de Chile en Alemania (2000-2003), desde donde siguió escribiendo y promoviendo la cultura chilena en el extranjero.

En 2014, recibió el Premio Nacional de Literatura, consolidando su lugar como uno de los autores más influyentes de Chile.

A través de su cuenta de X, el presidente Gabriel Boric dedicó una despedida al autor, agradeciendo sus compromisos con la literatura y también la política.

Desde la Universidad de Chile, casa de estudios que en 2020 lo distinguió con la Medalla Rectoral, lo despidieron “con pesar” y destacaron “su inspiradora carrera que impulsó la lectura y el amor por los libros”.