Sobre canciones, caminos y maestros: Nano Stern y el reflejo de una vida con la guitarra al hombro

Por Camila Morandé

09.04.2025 / 16:27

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En plena gira internacional, el cantautor nacional Nano Stern regresa a Chile para ofrecer un concierto íntimo en el Teatro Nescafé. Y a pocos días de haber cumplido 40 años, profundizó con CNN Chile su vida en los escenarios, su vínculo con el público y el legado de sus referentes.


En medio de una gira que lo llevará por cuatro continentes y que durará casi un año entero, el cantautor chileno Nano Stern regresará a su Santiago natal para ofrecer un concierto muy especial: En Casa, programado para el próximo 18 de mayo en el Teatro Nescafé de las Artes.

En conversación con CNN Chile, y desde Sidney, Australia el artista abordó con honestidad el significado de este concierto, que marca su única presentación en Chile en el marco de su ambicioso tour internacional 2025. También reflexionó sobre su trayectoria sobre los escenarios, ya ad-portas de celebrar las dos décadas de carrera, así como los aprendizajes recibidos de sus referentes y el oficio ser músico en los tiempos actuales.

Con su guitarra siempre al hombro, Stern destaca por ser un nómade. Pero este año, en particular, marca un punto de inflexión. “Nunca en mi vida había tenido la sensación la circunstancia concreta de estar de gira mundial”, explica.

Su travesía comenzó a fines del año pasado en China y ya lo ha llevado por Norteamérica, Oceanía, Latinoamérica, Europa, y según él mismo adelanta, podría llevarlo de nuevo a Asia a fin de año.

En ese contexto, volver a tocar en Chile se vuelve algo particularmente especial: “Se invierte un poco la ecuación para mí. Es una emoción muy grande, son ganas de compartir esta energía y de llevar un poquitito todo este mundo que me estoy echando al hombro a mi casa”.

Nano Stern | Erick Valero

Además, el simbolismo del lugar escogido no es menor: “Yo vivo cerquita de Manuel Montt. Entonces, es como muy literal ir a tocar al Teatro Nescafé… Es lo más cercano posible a ir a tocar a mi casa”, admite, entre risas.

Respecto al repertorio que presentará el 18 de mayo, Stern reconoce que no hay una estructura fija. “Como estoy solo en esta pasada, con mi guitarra, tengo una libertad absoluta. Tengo una columna vertebral que pasa por distintos momentos de mi discografía, con un equilibrio entre canciones mías y canciones de mis maestros”.

Y promete una noche inolvidable, pues el show representará el cierre de un ciclo: “Voy a tirar toda la carne a la parrilla, porque es un año tan extraordinario para mí y es tan atesorable la oportunidad de ir y tocar en Santiago, que quiero regalarle a la gente un concierto bellísimo”.

Reivindicando el arte

Stern recuerda con cariño al joven músico que dio sus primeros pasos en la industria musical. “Lo saludo. 19 años en el pasado le digo: ‘Vos, dale, no más. Adelante’. Siento que tenía mucha energía y afortunadamente, sigo teniéndola”. Esa misma energía es la que le permite subirse hoy solo a escenarios de todo el mundo con su guitarra, en defensa de un oficio que —según él— está “medio amenazado”.

“La reivindicación de ese oficio del cantor con su guitarra, que es una cuestión que está muy profundamente enraizada, no solo en la tradición nuestra chilena, sino que en la historia de la humanidad”, afirma.

A lo largo de su carrera, Stern ha mantenido una relación fluida, aunque no siempre frecuente, con el público chileno. Y hoy, con 40 años recién cumplidos, siente que ese lazo ha madurado.

“Yo creo que ha ido evolucionando de todas maneras en paralelo a cómo ha ido evolucionando mi vida personal y también a cómo ha ido evolucionando la realidad y la situación de la sociedad en Chile”.

Nano Stern | Erick Valero

Stern destaca por siempre haber acompañado los procesos colectivos con su música.

“Cuando comencé, había una especie como de revival de las figuras de Víctor Jara y Violeta Parra. Había una cuestión muy fuerte y ya éramos varios explorando esa posibilidad de reimaginar esa música desde este lado, generacionalmente”, recuerda.

“Después, vino el movimiento estudiantil. Fue tan fuerte y pasaron tantas cosas, que se reordenaron muchas cuestiones, también, en lo musical para mí. Conocí a mucha gente. Por ejemplo, los Intillimani, los Illapu. A todos ellos los conocí en los contextos de las marchas estudiantiles; y se abrieron nuevas conexiones, nuevos caminos y sobre todo, nuevos vínculos con el pasado. Con la historia, también”, añade.

Hoy, siente que comparte “una cierta madurez colectiva” con quienes han seguido su música. “Yo acabo de cumplir 40 años y por supuesto que esa experiencia acumulada se va notando en lo que uno hace, en cómo uno canta, en qué es lo que quieres decir y también en qué lugar, por ahí, cree qué pito puede tocar dentro de la sociedad”.

Herencia y futuro, entre Los Jaivas y Quilapayún: ‘¿En qué momento me metí adentro de la película que yo veía de cabro chico?

En varias paradas del camino, Stern ha tejido colaboraciones con colegas y referentes de la canción latinoamericana y mundial. No esconde, por ejemplo, la emoción que le produce formar parte de la gira acústica de Los Jaivas, un proyecto en el que no solo colabora musicalmente, sino también como parte de la banda estable.

“Es demasiado entretenido. Eso es lo primero que se me viene a la cabeza. Es una dicha absoluta”, afirma.

Desde adolescente, la icónica agrupación chilena formó parte de su imaginario musical. Hoy, esa admiración convive con la cercanía cotidiana. “Ya el solo hecho de poder estar ahí, viendo los conciertos, para mí es una alegría extraordinaria. Más encima, participar y tocar distintos instrumentos y colaborar en este contexto acústico, que es donde yo me muevo con más naturalidad”.

Nano Stern | Erick Valero

Posa un grado de importancia fraternal a esos instantes más espontáneos de la performance: “Hay un momento al final en que ya nos quedamos todos juntos, literalmente, tocando Todos Juntos y otras canciones, y que estoy ahí yo con Juanita (Parra), con los (hermanos) Bosco tocando percusión y vacilando… y es como… ‘¿En qué momento me metí adentro de la película que yo veía de cabro chico?’”.

No pierde oportunidad de destacar el valor humano del vínculo con la banda: “Son extraordinariamente buena gente, lo quiero decir, y nos hemos hecho muy amigos”.

Participar junto a ellos, reconoce, le permite vivir la música con una ligereza poco habitual en su propio proyecto, donde suele encargarse de todos los detalles. “Con Los Jaivas yo voy como un cabro chico a tocar, a pasarlo bien y me ponen ahí y yo lo disfruto. Así que es un placer. Y por lo demás, claro, es un honor. Pucha… Imagínate”.

En paralelo, también ha trabajado con Quilapayún, y cuenta que escribió una canción inédita junto a Eduardo Carrasco, con fecha de lanzamiento fijada en mayo próximo.

Para Stern, participar activamente en estos proyectos no es simplemente tocar o grabar con referentes: es una oportunidad única de aprendizaje. “Es una cuestión muy tremenda y me hace sentirme un poquito sobrecogido y decir: ‘Chuta, estoy aquí recibiendo una información muy heavy’. Soy consciente de la responsabilidad que conlleva también estar ahí colaborando desde adentro”.

Y esta no es la primera vez que se cruza con los grandes nombres. En años anteriores, ha compartido escenario con figuras como Joan Báez, Silvio Rodríguez y Jorge Drexler. Y cada una de esas instancias ha dejado huella.

“Yo soy un agradecido y siempre lo seré de poder compartir mi oficio con aquellas personas que considero mis maestros y maestras. Y la verdad que es ahí donde se aprende realmente”.

Para él, los aprendizajes van más allá de la música: “No solamente las dimensiones más técnicas y más crudas del oficio, sino desde un punto de vista humano. Se aprende de esas personalidades gigantescas, de esos espíritus que han dado muchas décadas entregando su vida por completo al canto, al escenario, al compartir con la gente, a la creación”.

Y asimismo, con una mirada que mezcla lucidez y gratitud, reconoce que estas colaboraciones marcan un antes y un después en su camino.

“Yo soy consciente también de que estos queridos maestros tienen ya todos sus años. Entonces, en este momento de su vida y en este momento de mi vida, para mí es una es una cuestión inexplicable. Es un regalo que voy a atesorar por siempre”.