Decenas de figuras de la política, el arte y la música fueron parte del cierre de la campaña del No el 1 de octubre de 1988.
Desde las primeras horas del sábado 1 de octubre de 1988, miles de habitantes de la Región Metropolitana inicaron su marcha con destino a la Panamericana Sur, esquina Carlos Valdovinos, donde un escenario de cuatro metros de altura concentraba la atención con un gigantesco lienzo que decía simplemente “No”.
Se trataba de la concentración final, a horas del plebiscito que marcaría el fin de la dictadura de Pinochet y el retorno de la democracia en Chile.
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A las 11:30 horas, Ignacio Walker saludó a los miles de aisstentes que ya colmaban el sector. Poco después, con el sol en alto, Miguel Davagnino y Ricardo García encabezaron la animación de la actividad que partió con la presentación de la orquesta de Juan Azúa, que animó al público haciendo cantar el himno “Chile, la alegría ya viene”.
Además, interpretó otras canciones como “Chile, puro corazón”, “Chile dice No” y un especial arreglo de “Pennsylvania 6-5000”, obra original de Glenn Miller que todos conocen como la cortina oficial de la Teletón, con una pequeña variación: en la parte del RUT la gente coreó “que se vaya Pinochet”.
La primera artista en subir al escenario fue Cecilia Echequique, quien cantó “Todo cambia”.
Luego, se alternaron varias figuras conocidas que mostraron su apoyo a la campaña: Ana María Gazmuri, Delfina Guzmán, Bastián Bodenhofer, Nissim Sharim, Héctor Noguera, María Elena Duvauchelle, entre otros. También se dirigieron al público Gabriel Valdés, Germán Correa, Isabel Allende y Carmen Frei, con emotivos mensajes de esperanza y reconciliación.
Con retratos de sus familiares, diez madres de detenidos desaparecidos se hicieron presentes. Una de ellas interpretó el “Baile de la cueca sola”, en medio de un profundo y doloroso silencio.
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Con el paso de las horas, al aumentar la convocatoria, existía la amenaza de que el entusiasmo superara las normas de seguridad. Sin embargo, un llamado del dirigente de la Democracia Cristiana, Ricardo Hormazábal, calmó la situación.
Al momento del discurso de Patricio Aylwin, los organizadores afirmaron que un millón 200 mil personas estaban en la concentración.
Todo continuó con las presentaciones de Isabel Aldunate; Isabel y Tita Parra con “Gracias a la Vida” y “No me gusta, No”, cantada a Echeñique, Tati Penna y Javiera Parra; Patricio Liberona; Florcita Motuda (con su clásico traje de frac); Upa!; Arak Pacha; Felo; Gervasio; Illapu, quienes emocionaron con “El Negro José” y “Se están quedando solos; e Inti-Illimani con la clásica “Vuelvo”.
El punto alto de la actividad fue el regreso de Quilapayún, quienes tras 15 años de exilio, se hicieron parte de la concentración interpretando “La muralla” y “El pueblo unido” que fueron coreadas con miles de puño en alto.
Dos invitados extranjeros contemplaba esta concentración opositora: Víctor Manuel quien visiblemente afectado por la ocasión, cantó “Mujer de Calama”, inspirada en las mujeres que se mantenían firmes buscando a sus familiares asesinados en el desierto; y Joan Manuel Serrat, quien solo alcanzó a mandar un video luego que el gobierno no le permitiera salir del aeropuerto Arturo Merino Benítez.
“Si hubiera podido entrar, les diría que vengo para contarles que la gente de España como pocas veces está sensibilizada por la lucha de su país, de un pueblo hermano por recuperar su libertad (…) Compañeros, comapñeras, amigos y amigas: la alegría ya viene“, expresó el cantautor.
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A eso de las 15 de la tarde concluyó todo con el paso de Los Prisioneros, quienes solo alcanzaron a tocar “El Baile de los que Sobran”, que fue suficiente para entusiasmar a todo el mundo.
Con el show del Ballet Folclórico Chileno, Bafochi, el público comenzó su retirada a las 16:00, llenando las calles con la convicción de una jornada que haría historia.