Más de 600 piezas de “Los Simpson”: Sergio Freire mostró en exclusiva a CNN Magazine su colección de la serie animada

¿Cuál fue la pieza de inicio? “Este Flanders”, responde Sergio. “Fue el primero que llegó a mis manos y de aquí yo empecé a coleccionar; cuando tenía como 20 años, más o menos. Pero yo creo que ningún coleccionista sabe hasta dónde va a llegar. Yo creo que, al coleccionista que le preguntís si imaginaba en lo que se iba a convertir después… yo creo que nadie lo piensa. Yo, por lo menos, no lo pensé. Empecé de a poco y de repente, me di cuenta de que tenía que agrandar la repisa. Pero este fue el primero que llegó. Ned Flanders, el histórico“.

Al principio, las primeras piezas que había coleccionado yacían en una repisa de madera. “Yo vivía en un departamento en ese tiempo y ahí tenía mi rinconcito. Y después, ya cuando nos cambiamos con mi pareja (María Paz Jorquiera, retratada en la Polaroid), y nos vinimos para acá, ya pedí mi pieza especial. De hecho, mira lo que hicieron los arquitectos. Esta es la repisa sin nada. Tiene el Homero de fondo; y ahora tú la ves llena y el Homero desaparece. No se ve”.

“El meme. A mi hijo (Lucas) le gusta venir a ver este. Me dice: ‘Las zapatillas del meme, la alfombra del meme’. Y trae a los amigos y les dice: ‘Mira, el meme, el meme, el meme’.

“Esto es de un capítulo específico. Este pescadito supuestamente es producto de lo que produce la empresa de (Montgomery) Burns, que es tóxica y ensucia el río. Por eso tiene tres ojos. Es de un capítulo especial donde están conversando en la pega y lo ponen en algunas partes”.  Lo compró hace poco, pero es antiguo. “Y he visto muy pocas de estas piezas”. ¿Valor aproximado? $300 mil. Lo compró alrededor de tres meses atrás. “Pero pieza difícil”, advierte.

“Y tengo piezas también entretenidas y más difíciles de conseguir; como, por ejemplo, esta botella Absolute Krusty, que la hizo un artista de Estados Unidos, y la tenía para Matt Groening, el creador de Los Simpson. Y por pandemia, no se pudieron juntar… y aprovechamos de meternos nosotros y le preguntamos si la quería vender a un coleccionista chileno. Él accedió. Y así es como yo tengo la pieza 13 de 25“.

“Esto lo encuentro novedoso, porque imagino que se le ocurrió a un chileno. Y le tenía planta de verdad, pero moría muy rápido… y eso que le echaba agua todos los días. Se iba poniendo café o se ensuciaba todo, entonces, qué lata. Lo compré como en noviembre, en Mercado Libre. $15 mil, aproximadamente”.

“Ayudante de Santa lo conseguí de alguien que no sabía lo que tenía; de esos que compran como container de cosas. Y lo publicó en una página de anticuarios de Facebook y una amiga lo vio y me dijo. Me acuerdo que esa vez yo estaba en México, y fue ella quien lo trajo. Cuando subí la foto del perro, una empresa de 3D lo vio y me dijo ‘Te hacemos el gato‘”. Bart llegó después, pero a través de la misma compañía, el pasado 15 de abril. “Es la pieza más reciente”, dice Sergio.

“Ah y esto es bonito igual, mira. Una caña de pescar. No la he visto otra vez; es francesa”.

“Ese reloj (al extremo derecho) es caro. Es una combinación Invicta con Los Simpson. Y lo compré para usarlo, pero no cachaba el tamaño”.

“Esta es una colección, se llama McFarlane y la tengo entera. Lo que más veís tú acá es de esa colección. Me costó. Y el set más rebuscado es el de Jeremías Springfield (a la izquierda). Súper difícil de encontrar”.

“Estas son unas piezas suizas. Están llenas de detalles; son como piezas de arte y están numeradas. En estas, yo no me quería ni meter, porque son mucho más caras que las otras. Y al final, cuando completé las McFarlane, pasó lo que tenía que pasar. No las tengo todas, pero sí varias”.

Sobre el especial Treehouse of Horror (zona superior): “Me faltan algunos, pero no son tantos. Una Marge bruja, creo, de terror”, cuenta. El par de la zapatilla negra (esquina izquierda superior) “la tenía cuando nació mi hijo. Y crecen tan rápido, que no alcancé a ponérselas”.

“Caja musical. Pero la tapa la tiene mala, eso sí. No cierra”.

¿Pieza de mayor valor sentimental? “La verdad, ahora ya todo me gusta. Sobre todo las piezas más noventeras. Estas cosas me dan más nostalgia, porque, en el fondo, son de cuando comenzaron”.

“Esta no existe. La hizo un profesor universitario de stop motion sin saber lo que era. Una vez a una reunión con él, y estando en la oficina, lo vi. ‘Oiga, ¿y ese niñorata?‘, le pregunté. ‘Ni sé qué es“, me dijo. Y ahí me contó que los alumnos le insistieron que lo hiciera. ‘Démelo, démelo’“, cuenta que le pidió, medio en broma, medio en serio. “Así que yo me quedé con el niño rata que hizo”.

“Y estoy yo entre medio. ¿No me vieron?”.