“The Substance”: Una guía a la nueva película de Demi Moore que relata la presión por la belleza y juventud en Hollywood
Por CNN Chile
24.09.2024 / 08:20
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La película sigue a la actriz Elisabeth Sparkle (Demi Moore) y su adicción a una droga de un formato bastante similar a Ozempic que promete devolverle su vitalidad. Con influencias de clásicos como “El retrato de Dorian Gray”, la cinta aborda de manera gráfica la presión social sobre el envejecimiento femenino. Aclamada en Cannes y Toronto, ya está disponible en cines chilenos.
(CNN) — A menos que sientas afición desde antes hacia el cine de género, puede ser fácil descartar The Substance (La sustancia, en español) a primera vista, como una entrada demasiado sangrienta en la categoría de terror corporal.
Sin embargo, si se analiza en profundidad, este segundo trabajo de la guionista y directora francesa Coralie Fargeat (cuyo primer largometraje, Revenge, de 2017, fue adorado por la crítica) es una fábula feminista firmemente consciente de sí misma que advierte, de forma bastante gráfica, de los peligros de perseguir ciegamente a la juventud.
La premisa y la trama de The Substance son sencillas: la célebre actriz y gurú del fitness Elisabeth Sparkle (Demi Moore, en una interpretación que devora el escenario) tiene una estrella en el Paseo de la Fama y un popular programa de ejercicios. Al principio de la película, está celebrando su cumpleaños número 50 y descubre que va a ser despedida por su jefe Harvey (Dennis Quaid), un vil y grosero ejecutivo del mundo del espectáculo.
A partir de ahí, una cada vez más angustiada Elisabeth llega a conocer una misteriosa droga del mercado negro conocida como La Sustancia, que promete ofrecerle una versión más joven y vital de sí misma, con ciertas salvedades.
Entonces, entra Sue (interpretada por Margaret Qualley), una voluptuosa y vivaz yo más joven que planea recuperar la antigua gloria de Elisabeth. La pareja solo tiene que seguir unas reglas sencillas, pero innegociables, dictadas por la oscura empresa que proporciona La Sustancia.
Por supuesto, ese equilibrio no dura mucho.
Sin desvelar demasiado, lo que sigue es una enloquecida mirada al desesperado intento de Elisabeth por mantenerse en la cima, unido a la creciente adicción de Sue a la admiración que suscita en todos los que la rodean. Todo culmina en un acto final que daun nuevo significado al término baño de sangre.
Margaret Qualley en The Substance. (Universal Studios vía CNN Newsource)
Fargeat declaró recientemente a Christiane Amanpour, de CNN, que cuando ella misma entró en la cuarta década, comenzó “a tener esos pensamientos locos y violentos” de que su vida se acabaría, ya no le interesaría a nadie y no tendría valor alguno.
De pronto, se dio cuenta de cuán “violento y poderoso” era visualizar la existencia de esa manera.
La directora continuó señalando que “quería que la película expresara la violencia” en la forma en que la sociedad trata y representa a las mujeres, lo que dio lugar a la naturaleza gráfica del contenido.
“De verdad quería sobrepasar los límites, y no ser tímida. Así es cómo nos llevan a interiorizar tanta violencia. Así de asqueroso es, así de extremo”.
Es un sentimiento que Moore también ha tocado al hablar de cómo The Substance no solo descubre lo que la sociedad y el mundo infligen a las mujeres que envejecen, sino también lo que las mujeres, y los hombres, se infligen a sí mismos.
“Existía un estándar de belleza más extremo, y yo… experimenté personalmente que me dijeran que adelgazara en bastantes películas, incluso antes de tener a mis hijas”, recordó recientemente la actriz en el podcast The Interview de The New York Times.
“Fueron experiencias humillantes, pero la verdadera violencia era lo que me estaba haciendo a mí misma. La manera en que me torturaba, hacía ejercicio extremo, pesaba y medía mi comida. Porque posaba todo mi valor en cómo era mi cuerpo, en cómo se veía, y daba a la opinión de otras personas más poder que a la mía propia”, añadió.
En un punto, Elisabeth y Sue se disponen a buscar el equilibrio, pese a que posteriormente se hallan en un loco conflicto hacia el final de la película.
Margaret Qualley en The Substance. (Universal Studios vía CNN Newsource)
Al respecto, Fargeat dijo que quería que los dos personajes “representaran en serio todas las voces que tenemos dentro de nosotras mismas, que pueden ser muy violentas y conflictivas y susurrarnos todo el tiempo: ‘No eres lo bastante buena, no eres lo bastante guapa, no eres lo bastante sexy’, porque eso es lo que oímos y vemos todo el día en la sociedad”.
Moore también comentó las escenas de desnudos contenidas en la película, que nunca resultan gratuitas.
“Al empezar, me explicaron el nivel de vulnerabilidad y crudeza que se necesitaba para contar la historia”, afirmó. “Y fue una experiencia muy delicada, que requirió mucha sensibilidad y mucho diálogo respecto a lo que intentábamos lograr”.
El elegante envoltorio de venta por correo de La Sustancia, que consiste en una serie de inyecciones, alude a la calidad de solución rápida de modas actuales como Ozempic, y recuerda a la ya clásica comedia negra de 1992 Death Becomes Her (La muerte se convierte en ella, en español), protagonizada por Meryl Streep y Goldie Hawn.
The Substance también puede recordar a otros títulos conocidos que, sin embargo, no le restan originalidad: hay notas de All About Eve(Eva al desnudo, en español) y del cuento clásico de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray, con La cosa, de John Carpenter, como factor sorpresa.
Es una película bastante autónoma, y los actores secundarios Qualley —cuya madre, Andie MacDowell, ha comentado a menudo las presiones de envejecer en Hollywood— y Quaid resultan soberbios.
La sustancia fue alabada en su estreno en el Festival de Cannes a principios de año, donde optó a la Palma de Oro y ganó el premio al Mejor Guion. A principios de este mes, se llevó el premio del público Midnight Madness en el Festival Internacional de Cine de Toronto.
The Substance ya se puede ver en diversos cines de Chile.
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