Tres reconocidas actrices relataron episodios en que fueron víctimas de abuso laboral e intimidaciones.
El cineasta Nicolás López, responsable de cintas como “Promedio Rojo”, Qué pena tu vida” y “Sin filtro”, fue acusado por tres reconocidas actrices de ejercer acoso sexual mientras trabajaban en su productora.
En un reportaje publicado por la revista “Sábado” de El Mercurio -titulado “Los pecados de Nicolás López, el director sin filtro”-, Lucy Cominetti, Josefina Montané y María Vidaurre relataron distintos episodios en que el realizador las instó a besarlo, les pidió tocarlas o simplemente se abalanzó sobre ellas.
El testimonio más crudo fue el de Vidaurre, que tuvo contacto por primera vez con López cuando solo tenía 17 años. La actriz fue citada a un casting de noche en su departamento, donde el director la besó contra su voluntad.
“Había dejado el celular en la mesa del comedor y empezó a sonar. Iba a ir a buscarlo y él me arrinconó contra la pared y me empezó a dar besos en la boca, en el cuello, en la cara. Le dije calmadamente y en repetidas ocasiones: ‘Nicolás, para’. Me retuvo con fuerza. Puso sus manos contra la pared y me atrapó entre él y la pared. Después me agarró de la cintura muy fuerte y me apretó hacia él; sentí su genital erecto contra mí”, relató la joven de 22 años.
Por su parte, Lucy Cominetti, que participó en la cinta “Qué pena tu vida”, aseguró que fue acosada desde que se conocieron, sin embargo, continuó su vínculo con él porque le daba trabajo.
“Cuando íbamos arriba del auto se me lanzó encima, de nuevo diciéndome que por qué no le daba un beso, si era solo un beso. El siguiente paso era mandarlo a la cresta y no podía, porque me estaba dando pega. Era mi jefe”, afirmó la actriz, quien después de varias negativas fue excluida de la secuela de la película.
Otro testimonio fue entregado por la actriz Josefina Montané, quien participó en el piloto de una serie dirigida por López. Luego de invitarla a almorzar, le hizo una insólita petición.
“Me dijo, literalmente, si me podía agarrar la ‘teta’ y por qué me importaba si igual íbamos a terminar tirando, que ni siquiera fue la palabra exacta, preferiría no mencionar la que usó. Me sentí intimidada”, afirmó la actriz.
Nicolás López nació en 1983, es hijo del dueño de una agencia de publicidad y una dueña de casa. Él mismo ha reconocido que su formación fue conservadora, sin embargo, sus padres siempre intentaron fomentar su creatividad.
A los 12 años, el ahora cineasta envió un texto a “Zona de Contacto”, un suplemento juvenil que era editado por El Mercurio, donde continuó colaborando regularmente.
Su columna semanal se llamaba “Memorias de un pingüino”, donde contaba las aventuras de “Roberto Rodríguez”, un personaje que, según él mismo reconoció, estaba basado en sus propias vivencias colegiales, aunque exageradas y dramatizadas.
López estudió en el colegio British High School, donde fue víctima bullying, según contó a “Sábado” uno de sus compañeros.
“Le hacían bullying, pero no era al que más le hacían. Si quiso siempre pasar a otro bando, al de los populares. Se comenzó a validar con el cine, porque físicamente se sentía muy disminuido. Hablaba de que con él había fallado la ruleta genética. Pero también era contradictorio en eso: odiaba a las mujeres feas, las detestaba, casi no les hablaba. Y empezó a buscar rodearse solo con las que para él eran más bonitas”, aseguró el compañero.