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La historia, centrada en un joven de 13 años arrestado por el asesinato de un compañero de clase, explora las complejidades de la adolescencia, el dolor y el misterio de un crimen, todo mientras crea una tensión opresiva que mantiene a la audiencia al borde de su asiento.
(CNN) – Si pensabas que vivir la adolescencia era difícil, Netflix está aquí para recordarte, con una nueva serie limitada sobre un horrible asesinato, que los niños de hoy la tienen aún más difícil.
Los cuatro episodios de la miniserie británica “Adolescence”, que estrenó en Netflix el jueves pasado, han tomado por asalto la conversación cultural, ubicándose en lo más alto del ranking de series del servicio de streaming, con 24,3 millones de visualizaciones en sus primeros cuatro días, y generando un nuevo interés en su elenco estelar y algo desconocido.
“Adolescence” está protagonizada por Owen Cooper, quien no tiene experiencia previa como actor, como Jamie Miller, un joven de 13 años que es arrestado bajo sospecha de homicidio después de que uno de sus compañeros de clase es encontrado muerto apuñalado. Sus padres son interpretados por Stephen Graham, quien también es productor ejecutivo, y Christine Tremarco.
Lo que se desarrolla es más parecido a una obra de teatro, lo que tiene sentido, ya que uno de sus productores ejecutivos, Jack Thorne, escribió “Harry Potter and the Cursed Child”, la obra que se desarrolla en el mismo mundo que la popular saga de películas.
Si otros proyectos en el espacio del thriller de prestigio basan su capacidad de ser vistos en giros locos y momentos que, literal o figurativamente, hacen “boom”, “Adolescence” crea tensión en el espacio en blanco de su narrativa.
Un episodio entero es una conversación entre Jamie y un psicólogo infantil encargado de responder lo que los detectives y sus padres no han podido: ¿por qué? El resultado es un episodio de televisión de 52 minutos que equivale a sostener un ladrillo de 9 kilogramos sobre la cabeza durante una hora: te tiemblan los músculos, sudas y estás exhausto al final.
El estreno de la serie se asemeja al de “Baby Reindeer”, que también fue británica, difícil de ver y aparentemente surgió de la nada el año pasado. Sin embargo, en cuanto a contenido, “Adolescence” ofrece un enfoque narrativo muy diferente. Mientras que “Baby Reindeer” era un retrato del trauma de un hombre, “Adolescence” invita a los espectadores a ser testigos.
Cuando Jamie es fichado por su presunto delito, el momento se asemeja más a un partido de baloncesto, donde el balón se pasa de una persona a otra mientras se desarrolla un momento terrible para todos los involucrados, con detalles mundanos pero desgarradores. Ningún jugador se queda más tiempo del debido, incluido Jamie, a quien ni siquiera se ve en el devastador episodio final de la serie, que se centra en su familia y sus padres.
A los padres, por cierto, probablemente les resulte difícil ver esto. Si algunos de nosotros nacimos de padres de una generación que pensaba “Esto nunca le pasará a mi hijo”, “Adolescence” explota la ansiedad de quienes operan desde la perspectiva de “Esto podría pasarle a mi hijo”.
Lo horroroso de “Adolescence” es que es una historia sobre problemas que son fáciles de pasar por alto hasta que maduran completamente.
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