El periodista Esteban Catalán lanzó "El gran libro de las camisetas de los mundiales", una obra que recopila todos los diseños y cuenta cómo han evolucionado estas prendas a lo largo de las 21 copas del mundo que se han disputado entre 1930 y 2018. Aquí, algunas de las anécdotas más llamativas
Los mundiales de fútbol son una fuente inagotable de inspiración. Permiten a futbolistas soñar con alzar el trofeo más importante que existe en este deporte, a fanáticos le evocan sus sueños de niñez y a escritores y periodistas los ha nutrido de valiosa información para escribir un sinnúmero de libros sobre la historia del torneo nacido en Uruguay en 1930.
Tal es el caso de Esteban Catalán, autor de El gran libro de las camisetas de los mundiales (Editorial Planeta, 2019). El trabajo, que cuenta con ilustraciones de Francisco Ruiz, cuenta con 212 páginas, aborda 21 mundiales, 90 años de historia y más de 870 uniformes de selecciones que han realizado historia y que se recuerdan hasta la actualidad.
Una de ellas, por ejemplo, fue la liderada por Juan Alberto Schiaffino y Obdulio Varela, quienes le arrebataron el título a Brasil jugando en Río de Janeiro en el mítico Maracaná y ante cerca de 200 mil personas, se quedaron con una de las versiones más recordadas del certamen en una tarde que quedó en la memoria de todos y que fue conocida como el Maracanazo.
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Pero más allá de las anécdotas, alegrías y pesares deportivos que se vivieron en las cientos de canchas en la que ha rodado la pelota, este periodista de 34 años quiso avocarse a uno de los asuntos que más dinero genera para las asociaciones de cada país, para los clubes y que desde que se comenzó a asumir como un factor relevante en el juego, ha logrado tener tanto protagonismo como el mejor futbolista: las camisetas.
El libro, además de recopilar los diseños de todas las camisetas, reúne anécdotas muy sabrosas y entretenidas sobre los uniformes que los distintos combinados nacionales utilizaron. Aquí te dejamos con 10 recopiladas en esta obra:
Alemania debutó en los mundiales en el año 1934 luciendo el águila sobre la esvástica nazi en su pecho. Misma situación que hizo cuatro años después en el de Francia 1938.
Las primeras versión de la Roja -en el Mundial de Uruguay 1930- no era roja, sino que blanca. Fue recién en el Mundial de Brasil de 1950 que el equipo nacional utilizó este color y que mantiene hasta hoy.
Fue en esa misma cita de 1950 que el la selección mexicana que utilizaba una camiseta color vinotinto, tuvo que ceder ante Suiza y terminó usando las prendas del Cruzeiro de Porto Alegre.
Al igual que Chile, Brasil no siempre ha jugado de amarillo (o azul). De hecho fue en el Mundial de Suiza 1954 que la Scratch y luego de una concurso eligió el modelo de Aldyr García quien diseñó la mítica verdeamarela.
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Nuevamente Chile aparece en la lista, ¿el motivo? El terremoto ocurrido en Valdivia en 1960. Pese a que habían pasado dos años de aquel evento, el equipo de Riera jugó de luto luciendo una franja negra bajo el escudo.
En Alemania ’74 se produjo un hecho nunca antes visto en este tipo de eventos: un jugador -y no cualquier jugador- usó una camiseta distinta al resto de sus compañeros. ¿Quién? Johan Cruyff. La leyenda de Holanda no quiso utilizar la misma vestimenta que el resto porque exigía que le pagaran derechos por hacerlo. Finalmente el #14 disputó los encuentros con dos franjas negras en sus mangas, versus las tres que lucía el resto de la escuadra.
La política nunca ha sido ajena al fútbol, menos en una ocasión tan representativa como el Mundial de 1990, un año después de la reunificación de Alemania. En la oportunidad, los teutones jugaron por primera vez con el popular color blanco y con una franja de color negro, rojo y amarillo atravesando el pecho.
Fue recién en el Mundial de Estados Unidos 1994 en que los jugadores no solo debían ser identificados con el número, sino que con su apellido sobre este. Norma que se mantiene hasta la actualidad.
Otra vez la política se hace presente en el fútbol. Corría el año 1998 y Francia acogió por segunda vez el certamen. En la ocasión Sudáfrica, que disputaba por primera vez un torneo de este tipo utilizó una tenida con el alusión al fin del apartheid.
En el Mundial de Sudáfrica 2010, la FIFA determinó que los combinados que anteriormente habían ganado el trofeo, debían llevar en el pecho un parche con una copa color plata recordando que era los campeones vigentes.
El gran libro de las camisetas de los mundiales
Esteban Catalán
Editorial Planeta
202 Páginas
Precio de referencia: $14.990
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
