El francés Kingsley Coman, sorpresa en la alineación inicial, anotó el único gol del encuentro. Bayern Munich conquistó su sexta "Orejona" en su historia.
Este domingo el Bayern Munich se proclamó campeón de la Champions League luego de derrotar por la cuenta mínima al Paris Saint Germain en el Estadio da Luz de Lisboa.
Después de unos primeros minutos de estudio mutuo, fue el equipo alemán el que comenzó a evidenciar una supremacía en el ataque. Mientras Gnabry y Lewandowski desequilibraban la defensa rival, en la otra área Mbappé perdía una chance clarísima de marcar.
En la segunda parte la ofensiva parisina no logró conectarse y el equipo bávaro se mostró mucho más sólido. Después de repetidos acercamientos, el Bayern consiguió el gol de la victoria a los 68 minutos.
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El alemán Joshua Kimmich tomó la pelota en la banda derecha y la cedió de forma perfecta al francés Kingsley Coman, quien impactó de cabeza y dejó sin opciones al portero Keylor Navas.
De ahí en más, el PSG intentó avanzar con más fuerza que fútbol, pero apenas contó con ocasiones de gol, y su técnico, Thomas Tuchel, no arriesgó demasiado, dejando en la banca al delantero Mauro Icardi.
Un premio para el Bayern Munich, que en la final no deslumbró, pero que en el torneo hizo muchos más méritos, con una goleada por 8-2 frente al Barcelona incluida.
Es la sexta “Orejona” que logran los alemanes en su historia, en 12 finales disputadas.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
