1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.
Con declaraciones de alto calibre, Gregg Popovich, el histórico entrenador de San Antonio Spurs, se refirió a la crisis social, sanitaria y humanitaria que afecta a Estados Unidos. De paso, desplumó la figura del mandatario cuestionando, incluso, su capacidad cerebral.
La crisis en Estados Unidos ha alcanzado ribetes insospechados, más aún tras ratificarse el asesinato de George Floyd. Cada día crecen las protestas y se suman nuevos detractores en contra del presidente Trump y sus medidas en base a amenazas y no soluciones.
Uno de los nuevos referentes que alzó la voz fue Gregg Popovich, el laureado entrenador de San Antonio Spurs y cinco veces campeón de la NBA.
Popovich dio a conocer su opinión más profunda en una entrevista que concedió al portal informativo The Nation, donde en primer lugar se sinceró e hizo un análisis de la sociedad actual estadounidense.
“Lo que me sorprende es que todos vemos esta violencia policial y racismo, y lo hemos visto todo antes, pero nada cambia. Por eso estas protestas han sido tan explosivas. Pero sin liderazgo y una comprensión de cuál es el problema, nunca habrá cambios”, señaló.
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“Los estadounidenses blancos han evitado considerar este problema para siempre, porque ha sido nuestro privilegio poder evitarlo. Eso también tiene que cambiar”, apuntó en su crítica y autocrítica.
No obstante, tampoco dejó pasar la oportunidad para referirse a Donald Trump y su gestión en medio de la crisis sanitaria, y lo hizo en duros términos:
“Es increíble. Si Trump tuviera cerebro, aunque fuera un cínico al 99 por ciento, saldría y diría algo para unir a la gente. Pero no le interesa tener a la gente unida; ni siquiera ahora. Así de trastornado está. Para él, todo se reduce a sí mismo. A lo que le beneficia personalmente. Nunca es sobre un bien común o mayor. Y eso es lo que él ha sido siempre”.
Y no se quedó ahí: “Lo que tenemos es un idiota por presidente, mientras que la persona que realmente gobierna el país, el senador Mitch McConnell, destruye los Estados Unidos para las generaciones que vienen. McConnell ha destruido y degradado nuestro sistema judicial. Ha intentado destruir el programa de sanidad y ya destruyó el medio ambiente. Él es el maestro y Trump el títere, y lo gracioso es que Trump ni siquiera lo sabe. Trump siempre quiso ser parte del grupo, pero McConnell es el grupo y Trump hace de tonto”.
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Su crítica al estatuto político y al círculo más cercano a Trump fue tajante, pero lo que vino después fue más directo aún en la figura del presidente:
“No solo divide. Es un destructor. Estar en su presencia hace que te quieras morir. Te comería vivo para su propio beneficio. Me horroriza que tengamos un líder que no pueda decir: ‘las vidas de los negros importan’. Por eso se esconde en la Casa Blanca. Es un cobarde. Crea una situación así y huye como un niño. De hecho, creo que es mejor ignorarle. No hay nada que pueda hacer para mejorar esto porque él es un idiota trastornado”.
“Está claro lo que hay que hacer. Necesitamos un presidente que diga que las vidas de los negros importan. Que sólo diga esas tres palabras. Pero él no lo hará. No puede porque es más importante para él aplacar el pequeño grupo de seguidores que validan su locura. Pero esto va más allá de Trump. El sistema tiene que cambiar. Haré lo que sea necesario para ayudar en esto, porque eso es lo que hacen los líderes. Pero él no puede hacer nada para ponernos en una senda positiva porque no es un líder”, remató.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.