Luego de que el RB Leipzig alcanzara su soñado ascenso a la división de honor de la Bundesliga, los jugadores desataron la algarabía en la cancha.
Celebrando con vasos gigantes de cerveza, buscaron mojar a su entrenador. Sin embargo Ralf Rangnick corrió por el campo, donde terminó tropezando. El diagnóstico final fue un desgarro para el entrenador, quien no pudo seguir celebrando, ni dar la conferencia de prensa por el ascenso.
La defensa del mandatario aseguró que él fue víctima de acoso sistemático por parte de la mujer que, 10 años después de enviados los mensajes, presentó la denuncia en su contra.