Mauricio Flández fue el primer chileno en cruzar la meta de los 42 kilómetros en la Maratón de Santiago 2024, a pesar de que unas horas antes la tristeza lo invadía luego de enterarse del asesinato de tres carabineros en Cañete, funcionarios a quienes había conocido. En entrevista con CNN Chile, relata cómo enfrentó la corrida y quiénes lo apoyaron dentro y fuera de la pista. "Sentí que ellos me ayudaron", expresa.
Sábado 27 de abril, Día del Carabinero.
El maratonista y sargento Mauricio Flández se despertó temprano ese día y lo primero que vio en diferentes medios de comunicación fue que habían disparado, asesinado y quemado a tres carabineros en Cañete.
A tan solo horas de la Maratón de Santiago 2024, que por primera vez se llevó a cabo en medio de un Duelo Nacional, la sensación agridulce se hizo presente. A pesar del entusiasmo de los deportistas, los minutos de silencio y lazos de luto también fueron protagonistas de esos largos kilómetros.
Algunos corrieron pensando en mejorar sus tiempos o ser los ganadores. Mauricio Flández recorrió los 42 kilómetros pensando en eso, pero también en sus compañeros asesinados. Cuando cruzó la meta en dos horas, 15 minutos y 31 segundos, rindió honor a los tres funcionarios, quienes no solo eran colegas de institución, sino que además fueron sus compañeros de servicio.
“Yo ubicaba a dos de ellos, los conocía porque había hecho servicios con ellos, aunque no éramos cercanos. Así que me llegó muy fuerte, pensé que no iba a poder correr porque la parte emocional me hacía llorar a cada rato, estaba muy débil”, dice en entrevista con CNN Chile.
De castigado a atleta de alto rendimiento
2023 no fue un año precisamente bueno -en palabras de Flández- por tiempos, resultados y organización de carreras, pero a fin de año decidió seguir las palabras de Jorge Grosser, reconocido atleta chileno que le aconsejó hacer todas las competencias del calendario a modo de entrenamiento para prepararse mejor a cinco meses de la Maratón de Santiago. “Sentía que iba a volar en la maratón. Entrené cinco meses en los cuales estuve apartado de mi señora y guagua, que se quedaron en el sur. Yo me quedé acá en Santiago para tener una concentración buena”.
Las dudas lo invadieron cuando se enteró del asesinato de sus compañeros. Sin embargo, fue igual a buscar su kit de carrera y aprovechó de aceptar la invitación de ir a ver a su profesor Leopoldo Sauré, quien lo formó físicamente en Carabineros. En su visita, le caían las lágrimas.
Aprovechó la confianza con su profesor, lloraron juntos, se abrazaron fuerte y Sauré le dijo: “Hazlo mañana por la institución, por tus amigos y colegas”. Las mismas palabras se repitieron de todo su círculo cercano, incluidos compañeros de running como Hugo Catrileo, Matías Silva, Daniel Cortés, Francisco Méndez y Gonzalo Zapata.
Foto: Lukas Solis de Agencia Uno
La institución no solo es su trabajo diario, también fue testigo y culpable, por así decir, de formarlo como atleta.
Era 2008, Flández tenía 23 años y junto a unos compañeros estaba afuera de la Escuela de Carabineros inscribiendo gente para la reconocida corrida de la institución. Algunos de ellos estaban haciendo desórdenes, riéndose y jugando, cuando fueron sorprendidos por el jefe de escuadrón, quien como castigo los obligó a inscribirse en la corrida de 10 kilómetros con tan solo 24 días restantes para el evento. Mauricio quedó segundo en su categoría y ese solo fue su primer contacto con el mundo del running. Hoy, con 40 años, es un atleta de alto rendimiento.
Minuto a minuto de sus 42 kilómetros
Foto: Lukas Solis de Agencia Uno
Domingo 28 de abril. Día del Maratón de Santiago.
Llegó el día por el que se había preparado por tanto tiempo. Se vistió de verde flúor, con una cinta en su brazo izquierdo y otra en el pecho. “Con esto, creo que ellos lo van a sentir y, tal vez, cuando flaqueen mis fuerzas, les voy a pedir que me ayuden porque quiero honrarlos y darle una alegría a mi institución”, se dijo a sí mismo.
Salió disfrutando las sensaciones del ambiente y corrió pensando en las palabras de aliento de todos, especialmente de su amigo Gonzalo Zapata. Él le recomendó que dejara fluir su cuerpo y ritmo sin fijarse mucho en su reloj, por lo que corrió un poco más rápido de lo usual en compañía de su contrincante Daniel Cortés (3er lugar), con quien avanzó hasta el kilómetro 23. En medio de la ruta recibió gritos de apoyo de colegas y asistentes. “Me daban vida a mi alma de nuevo y lograba correr bien”, relata.
Daniel Cortés y Mauricio Flández | Foto cedida por Mauricio Flández- Run Chile
En un momento, alcanzó a su compañero Matías Silva (2° lugar), quien iba dando su máximo. Fue en el kilómetro 32 cuando se dio cuenta de que podía optar al podio. Se motivó tanto que se pasó de largo. “Vi que estaba doblando Daniel y Matías y ellos me esperaron”, recuerda riendo. Pararon y él se devolvió para unírseles rápidamente. “Tranquilo, amigo, vamos”, le dijeron.
Continuó hasta cuando, a la altura del metro Salvador, sintió fatiga en sus piernas. Esta vez sí se fijó en su reloj y notó que iba a un ritmo de 2:57 minutos por kilómetro. Bajó la intensidad un poco y recurrió a su esperanza y a sus colegas que murieron: “Amigos, ya estoy dando todo lo que tengo, por favor, ayúdenme un poco. Sean parte de mis piernas porque creo que lo di todo y necesito llegar a la meta y no falta nada. Denme un empujón más para llegar a la meta, por favor”.
“Sentí que ellos me ayudaron”, expresa.
Los geles no hicieron tanta magia como su cariño por estos colegas. Siente que ellos le dieron un aventón. Entonces, cuando llegó a la meta, se llevó la mano derecha a la sien y la alzó hacia arriba, expresando el saludo de camaradas entre policías. Era el primer chileno en completar los 42 kilómetros de la edición 2024 de la Maratón de Santiago.
Dijo emocionado: “Gracias, lo logramos, lo cumplimos, lo hicimos”.
“Falta pensar que vamos a ir a lo peor”
En su día a día, Mauricio compatibiliza ser esposo, papá de una bebé de dos años, sargento y deportista de alto rendimiento. Admite que es difícil conciliarlo todo, especialmente por su trabajo: “Algunas personas lo miran como desafiante, miran a los carabineros como si fueran un enemigo, pero no. Nosotros somos personas que resguardamos la seguridad, la vida, el orden, la paz y vienen aquí a matarlos. A uno no le dan ni siquiera la oportunidad de defenderse, sino que llegan y te quitan la vida y después te queman... O sea, qué se espera para que pueda pasar algo mayor si hacen eso contra un carabinero”.
Foto: Lukas Solis de Agencia Uno
―Como sargento, ¿crees que se necesitan más medidas de protección para ustedes como de parte del Estado?
―Como policía o policía uniformada, yo no pienso que voy a ir a una casa a atender una violencia intrafamiliar, tocar la puerta y que alguien me esté esperando con una metralleta. Eso no lo imaginamos, solamente vamos a resolver ese problema. Pero hoy en día están pasando cosas que nosotros ni siquiera imaginamos. Creo que hoy el carabinero tiene que ir más preparado a cada acontecimiento, ser más minucioso y cauteloso. Eso falta, yo creo, ser más incrédulo a las cosas que nos vamos a ir a enfrentar… Pensar que vamos a ir a lo peor.
Por eso, sugiere que “se podrían tomar medidas más drásticas, que el carabinero tenga más facultades como, por ejemplo, cuando asesinan carabineros, altiro cerrar toda la zona o toda la región. Matar a carabineros es como pasar por sobre todo el país“.