1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.
El chileno jugó poco más de 15 minutos, pero no logró evitar la caída de su equipo ante los españoles. El partido fue parejo de principio a fin y los sevillistas lograron imponerse por 3-2 para conquistar su sexto título en esta competencia.
Una final llena de emociones y buen fútbol se vivió esta tarde en el Estadio Rhein Energie, en Colonia, Alemania, en el encuentro que protagonizaron el Inter de Milán, con Alexis en el banco, y el Sevilla, el equipo más ganador en esta competición, con 6 finales ganadas de un total de 6.
No obstante, la escuadra lombarda tampoco se quedaba atrás y en su palmarés llegaba con 3 copas en 4 definiciones disputadas. Bajo este escenario se presentó un partido de fuerzas parejas y que se plasmó desde un inicio en el campo de juego.
Romelu Lukaku fue clave en el primer tiempo para Inter, con una defensa sevillista que no lo podía contener, sólo a base de faltas. De esta forma, recién a los 4 minutos, el belga escapó con potencia por izquierda, llevándose al brasileño Diego Carlos, quien, impotente ante la fuerza del delantero, terminó por derribarlo con un pisotón dentro del área.
Lukaku cambió la falta penal por gol para abrir los fuegos en un partido electrizante desde el comienzo. Sevilla no se quedó atrás y empezó a tocar el balón. Fue así que una llegada trabajada por derecha encontró a Jesús Navas en buena posición para centrar, cosa que hizo de buena manera asistiendo al holandés Luuk de Jong que, con potente cabezazo, colocó el empate a los 12’.
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Las acciones cercanas al área prosiguieron para cada equipo y fue el propio de Jong quien se encargó de adelantar a los andaluces a los 33’, nuevamente de cabeza tras aprovechar un centro de falta del argentino Éver Banega. La pelota cayó bombeada por encima de Handanovic, que pese a su estirada no pudo llegar debido a la colocación del frentazo.
Los italianos parecían haber sentido el golpe del 2-1, sin embargo, reaccionaron rápido y a los 36’, también mediante la pelota parada tras una falta a Lukaku, surgió la figura del uruguayo Diego Godín ganando de cabeza para batir por segunda vez el arco del marroquí Bounou, que nada pudo hacer en la acción.
Se fueron 2-2 al descanso en un partido de gran nivel y llegadas. En el complemento tomaron las cosas donde las dejaron, con un Sevilla que manejaba más el balón y un Inter punzante cada vez que podía.
A los 65’ Lukaku en un contrataque tuvo una opción mano a mano contra Bounou, pero el portero estuvo acertado en el achique y logró mantener la paridad.
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Sevilla se apoderaba del balón y fue otra vez una pelota parada por derecha, lo que les dio la ventaja definitiva. Un centro que en primera instancia rechazó la defensa interista, quedó muy cerca del arco y con una pirueta de otro partido, conectó de chilena el defensa Diego Carlos, el mismo que había derribado a Lukaku, aunque esta vez con roles invertidos, porque el belga desvió levemente el balón que terminó en las mallas para establecer el 3-2 a los 74’.
Tras el gol, el DT del Inter Antonio Conte metió mano al banco y a los 78’ mandó a la cancha a Víctor Moses, Christian Eriksen y a Alexis, quien ya había anticipado que podía estar en la final pese a la lesión muscular que arrastraba en su muslo derecho.
A pocos minutos de su ingreso, el tocopillano tuvo una gran oportunidad a los 81’ tras una serie de rebotes en el área, pero su disparo salió débil y el defensa Koundé pudo sacarla desde la línea para ahogar el grito de gol.
Inter insistió yéndose con todo adelante. Conte sacó a Godín y metió al volante ofensivo Antonio Candreva, pero no hubo claridad en ataque y no pudieron alcanzar el empate para obligar a una prórroga.
Con su triunfo, Sevilla consiguió su sexto título en la Europa League, consagrándose como el amo y señor de esta competencia, la segunda en importancia a nivel de clubes en territorio europeo.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.