Sin esta normativa funcionando, los equipos de la Serie A la temporada pasada ahorraron alrededor de 140 millones de euros en impuestos.
Este 1 de enero del 2024 entró en vigor de la derogación del “Decreto Crescita“, también conocida como la versión italiana de la “Ley Beckham“, que otorgaba beneficios fiscales a los clubes que adquirieran jugadores extranjeros y también a los propios futbolistas no nacidos en Italia.
Este cambio normativo en la Serie A tiene un impacto significativo y está generando creciente preocupación en los principales equipos del Calcio, quienes ya aseguran que con esto se está destruyendo el fútbol italiano.
¿Qué es el Decreto Crescita o Ley Beckham?
El gobierno italiano no incluyó en su presupuesto para 2024 los beneficios fiscales que permitían a los clubes pagar solo el 50% del impuesto sobre la renta de las personas físicas, bajo ciertos requisitos.
Dentro de estos requisitos están residir en el extranjero durante dos períodos impositivos anteriores al traslado a Italia, permanecer en el país durante dos años después del traslado de residencia y ejercer principalmente la actividad laboral en Italia.
Esta norma es la versión italiana de la llamada “Ley Beckham”, la cual surgió en España en 2005 tras el traslado del mediocampista inglés, David Beckham, del Manchester United al Real Madrid en 2003, aunque había sido creada para abarcar a todos los trabajadores extranjeros, independientemente de su profesión.
Casi dos décadas después, esta derogación en Italia dificulta el acceso a estos beneficios fiscales, incluyendo a los deportistas.
Cuando se anunció la medida en octubre pasado, se explicó que “los trabajadores por cuenta ajena o por cuenta propia que trasladen su residencia fiscal a Italia recibirán un nuevo régimen subsidiado por un máximo de 5 años“.
Este cambio normativo hace más complicado para los clubes italianos atraer jugadores extranjeros, lo que los obliga a buscar talento dentro del país.
Se ahorraron cerca de 140 millones de euros en impuestos
Tras el anuncio de la medida, se cree que los equipos de la Serie A la temporada pasada ahorraron alrededor de 140 millones de euros en impuestos, una situación que ya no será posible en adelante.
En Italia existe el temor de que los clubes encuentren dificultades significativas para fichar talento extranjero en las próximas ventanas de transferencias, lo que podría resultar en un bajo rendimiento de los equipos del Calcio en competiciones internacionales.
Además de esto, existe la creencia de que el atractivo del fútbol italiano se irá perdiendo con el tiempo. Esta premisa se fundamenta en la idea de que muchas de las grandes estrellas ya no podrán llegar a los equipos de la Serie A.