No ha transcurrido ni la mitad del Masters 1000 de París, pero la jugada del torneo seguramente será esta. Se enfrentaban los locales Gilles Simon y Benoit Paire, con triunfo para el primero 6-4, 4-6 y 6-1, cuando los asistentes fueron testigos de algo único.
Paire sirvió y la devolución a los pies de su rival, terminó con una volea única, muy alta, llena de efecto, y que tras pasar la red picó hacia el exterior de la cancha y en reversa.
Una jugada que si incluso lo más talentosos intentaran hacer, seguramente no conseguirían.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.