El australiano tuvo un nuevo episodio de furia, ahora en el Masters 1000 de Roma. Se enojó a tal nivel que fue eliminado y terminó abucheado por el público que no pudo disfrutar del set final.
Incluso para los estándares de Nick Kyrgios, ha sido demasiado en 24 horas.
El australiano fue descalificado en el partido de segunda ronda del Masters 1000 de Roma en el que enfrentó a Casper Ruud, cuando el marcador estaba igualado un set para cada lado.
Kyrgios fue penalizado con un game por conducta antideportiva cuando le gritó a un espectador tras perder su servicio en el set final.
Fue entonces cuando tiró su raqueta al piso, pateó una botella de agua, tiró una silla al medio de la cancha antes de decir “me cansé”.
Las reglas de la ATP indican que un jugador descalificado pierde todo el dinero ganado durante el torneo, sus reservas de hotel y los puntos del evento.
Kyrgios, quien ganó su quinto título ATP en México a comienzos de año, se impuso al ruso Daniil Medvedev por parciales de 6-3, 3-6 y 6-3 en la primera ronda de Roma.
Pero este desenlace beneficia a Ruud, que iba liderando 2-1 en el tercer set. Ahora el noruego se enfrentará a Juan Martin del Potro en la tercera ronda.
Lo más delirante vino después: luego de ver un tweet que mostraba la celebración de Ruud tras la descalificación, Kyrgios respondió con risas.
Polémica tras polémica
Todo esto ocurre justo después de que Kyrgios, rankeado 36 del mundo, apuntara contra Novak Djokovic y Rafael Nadal.
En conversación con el periodista especializado Ben Rothenber, Kyrgios catalogó al español como “súper resentido” tras ser derrotado (“super salty”). “Cada vez que le he ganado… cuando él gana, está bien. Él no dirá nada malo, le dará crétido al oponente… pero cuando pierde, es como ‘él no tiene respeto por mí, mis fans y no respeta al juego'”, aseguró.
Kyrgios también dijo que Djokovic es un “campeón del deporte”, pero agregó que tiene una “obsesión enferma con buscar ser querido. Él solo quiere ser como Roger (Federer)”.
“Toda esta celebración que hace después de los partidos, da mucha vergüenza ajena… no importa cuántos Grand Slams gane, nunca será el más grande para mí”, expresó.
Otras polémicas recordadas incluyen cuando en el Miami Open, en marzo de este año, se enfrascó en una discusión con una persona del público, resultando en la expulsión del aficionado.
También, en 2016, cuando fue sancionado por 8 semanas y multado con 25.000 dólares por no hacer “su mejor esfuerzo” en el Masters de Shanghai.