El ex dirigente del fútbol chileno no cree que el principal recinto deportivo del país de el ancho, en caso que la cita se lleve a cabo en Chile: "Si queremos ser sede de una semifinal, tiene que tener capacidad para 60 mil personas”, dijo.
Luego de que se reunieran en Buenos Aires los mandatarios de Paraguay, Uruguay, Chile y Argentina para analizar una posible candidatura entre los cuatro países para ser sede del Mundial de Fútbol 2030, se conocieron diferentes opiniones respecto a la factibilidad de que en nuestro país se lleve a cabo esta cumbre deportiva.
Una de ellas vino directamente del ex presidente de la ANFP, Harold Mayne-Nicholls. El ex mandamás del fútbol chileno le bajó el perfil a esta posibilidad y en declaraciones a Radio Cooperativa, dijo: “Si bien en el Estadio Nacional está todo dado para hacerlo, porque está el espacio, la infraestructura es demasiado antigua”, comentó, y luego agregó: “La zona de circulación, las zonas mixtas para la prensa, los vestuarios, todo lo que es el uso de la tecnología… el Estadio Nacional está un poco obsoleto. Se puede adaptar, pero no va a llegar al estándar que se merece un Mundial”.
De esta forma Mayne-Nicholls, que en las pasadas elecciones fue candidato para suceder a Arturo Salah en el sillón de la asociación, le quitó fuerza a la opción liderada por Piñera y su gobierno.
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Dentro de las opciones que se barajan, Santiago sería una de las opciones para recibir uno de los partidos de la semifinal del torneo. Producto de esto el coloso de Ñuñoa sería el lugar para este partido, no obstante Harold, sentenció: “Hay que buscar un nuevo lugar para construir un estadio y, si queremos ser sede de una semifinal, tiene que tener capacidad para 60 mil personas”.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
