Esta práctica se ha vuelto popular cada vez que los deportistas suben al podio para recibir su medalla y los Juegos Olímpicos de París 2024 no fue la excepción.
(CNN Español) – Muchos atletas celebran haber ganado una medalla olímpica de una forma peculiar: mordiéndola.
Incluso se volvió viral la imagen de la gimnasta china Zhou Yaqin reaccionando al ver a sus compañeras de podio morder su medalla. Al principio puso una cara de sorpresa y después solo se acercó la medalla a la boca para posar para la foto, pero nunca la mordió.
Esta práctica se ha vuelto popular cada vez que los deportistas suben al podio para recibir su medalla.
Pero, ¿por qué los atletas muerden sus medallas?
La tradición se remonta a los vendedores que mordían las monedas para asegurarse que no fueran falsas, pues el oro era mezclado con otros metales para hacerlo más duro, por lo que se acostumbraba a morder la moneda y si quedaban marcas, significaba que la moneda era falsa, explica Olympics.com.
En la antigua Grecia solo se coronaba a un ganador por evento, no había plata ni bronce y el ganador solo recibía una corona de olivos, según el medio citado.
Aristófanes, dramaturgo griego, conocido como el “padre de la comedia”, fue quien se preguntó por qué los atletas victorianos no eran condecorados con algo más llamativo.
La respuesta es que los atletas no competían por los premios, sino por el honor.
En 1896, Juegos Olímpicos modernos en Atenas, los ganadores recibían una medalla de plata y el segundo lugar, bronce, y en 1904, los ganadores comenzaron a ser premiados con medallas de oro, que no eran muy grandes.
En 1912, durante la Primera Guerra Mundial, se terminó esta fiebre por el oro. Actualmente, el tamaño, forma y composición son determinadas por el Comité Olímpico Internacional (COI). Tienen un radio de 46 milímetros y un ancho de 6 milímetros.
Las medallas de oro son hechas en realidad de plata y solo tienen 6 gramos de oro, el equivalente a tres dientes de oro. En algunas ocasiones utilizan materiales más exóticos, por ejemplo, diez de las 200 medallas de oro entregadas en Sochi 2014 tenían fragmentos de un asteroide que un año antes cayó en un lago cerca de la ciudad rusa Chelyabinsk.
En realidad, una medalla olímpica es invaluable por lo que representa para los deportistas y las naciones que representan; pero si hablamos en términos monetarios, su costo aproximado es de US$ 500, según Olympics.com.
Incluso algunas famosas se han vendido hasta en más de un millón de dólares. La medalla que usó Jesse Owens en 1936 fue vendida en US$ 1,5 millones.
Paulina Nares contribuyó a este informe.
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