El defensa y capitán de la Roja, instó a que su rival se parara y, a su juicio, dejara de hacer tiempo, situación que calentó los ánimos y casi termina en una batalla campal.
El partido entre Honduras y Chile terminó con victoria para los locales por 2-1, un marcador que no solo dejó un amargo sabor de boca respecto al resultado, el juego de la Roja, la falta de gol y el perder ante un rival de menor jerarquía, sino que también, dejó para la posteridad el “encontronazo” entre Paulo Díaz y Edwin Solano.
Corrían los descuentos y ya no quedaba tiempo para poder empatar el pleito, cuando el capitán de la Roja las emprendió contra el #23 de los centroamericanos, quien le reclamaba al árbitro falta del zaguero.
El defensa formado en Palestino le dio un pechazo por la retaguardia y el futbolista local cayó al suelo, revolcándose en el césped. Esta situación enervó a Díaz, quien lo instaba de manera poco amable a que se pusiera de pie.
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En el intertanto el juez principal se entrometió para ponerle fin a la gresca, pero esta comenzó a subir de tono, involucrándose gran parte de ambos equipos. ¿El resultado? El zaguero de River se llevó tarjeta amarilla.
En declaraciones postpartido, Díaz comentó que en “el primer tiempo lo hicimos bien, pero no tuvimos la claridad para llegar al gol. Luego el calor nos afectó un poco, ellos metieron tres jugadores frescos adelante y la cancha no estaba en buen estado, pero no es excusa”.
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“Estoy contento por eso, fue mi primer partido con la jineta de capitán y es un gran honor. Aunque me hubiera gustado que hubiese sido con un triunfo”, agregó.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
