El mediocampista argentino-chileno logró reconstruir su vida y debutar con La Roja en las Eliminatorias, en una historia que lo llevó del presidio a brillar en el fútbol profesional de clubes.
Luciano Cabral, de 29 años, se ha convertido en una figura destacada del fútbol chileno. Su debut ayer con La Roja, en el partido de Eliminatorias Sudamericanas contra Venezuela, marcó un punto de inflexión en una historia que combina lo futbolístico con lo penal.
Aunque en el encuentro no registró goles ni asistencias, su desempeño elevó el nivel del equipo y dejó una impresión positiva entre los hinchas.
Nacido el 26 de abril de 1995 en Mendoza, Argentina (naturalizado chileno por parte de su abuelo), Luciano Javier Cabral demostró desde joven su talento.
Su habilidad en el mediocampo lo llevó a ser una de las promesas del Club Atlético Argentinos Juniors. Su desempeño atrajo la atención de clubes europeos y el futuro de Cabral parecía tan brillante como las estrellas.
El jugador argentino-chileno comenzó su carrera en Argentinos Junior y fue parte de la selección Chilena Sub 20 de Hugo Tocalli en Uruguay durante 2017.
Sin embargo, detrás de su éxito actual se encuentra un pasado complejo. Cabral pasó más de cinco años en prisión tras ser condenado a una década tras las rejas por su participación en un homicidio ocurrido en Argentina, junto a su padre y un primo.
“Hay un 80% de posibilidades de que se corte y un 20% de que siga jugando”, dijo el profesional en 2017, desde la cárcel.
Según el propio jugador, el crimen ocurrió durante una visita familiar en Mendoza, Argentina, para celebrar Año Nuevo.
En declaraciones entregadas a La Nación, Cabral aseguró que no estuvo directamente involucrado en los hechos, argumentando que llegó después de que la pelea había terminado.
A pesar de ello, se presentó voluntariamente ante la justicia y fue detenido.
La condena marcó un abrupto giro en la carrera del entonces jugador de Atlético Paranaense de Brasil. Con 23 años, su prometedora trayectoria, que incluía haber jugado el Sudamericano Sub-20 con la selección chilena en 2015, quedó suspendida.
Luciano Cabral
Gracias a su buena conducta en prisión, Cabral obtuvo la libertad condicional a sus cinco años de condena, en octubre 2022. Este fue el inicio de su regreso al fútbol, siendo fichado por Coquimbo Unido. El volante brilló en el campeonato chileno y no ocultó su ambición de regresar a La Roja.
Su compromiso fue tal, que el técnico de la Selección Chilena, Ricardo Gareca, lo incluyó en la lista preliminar para la Copa América 2024.
Si había tanto interés por él ¿por qué acabó sin convocación a la cita continental? La respuesta: fue excluido de la lista definitiva por las restricciones de las autoridades de Estados Unidos (país donde se disputaba la competición) con personas con antecedentes penales.
“Uno nunca deja de soñar. Yo sé que no va a ser fácil lograr una nómina, pero tampoco va a ser imposible”, comentó en una entrevista con TNT Sports antes de ser convocado luego por eliminatorias.
Su debut con Chile ante Venezuela representa el comienzo de una nueva etapa en su vida y carrera. Basta decir que su rendimiento lo colocó en la baraja de opciones para la titularidad de cara al titánico desafío que tiene La Roja en lo que resta de las clasificatorias: resurgir del fondo de la tabla y hacerse un puesto para la máxima cita futbolística mundial.
Luciano Cabral debuta con la 10 en el duelo entre Chile y Venezuela por las Eliminatorias sudamericanas / Foto de Agencia UNO
“Jamás podré decir en palabras lo que esta noche sentí al entrar y defender esta camiseta. Solo a Dios las gracias por sobre todo“, comentó en su entrevista pospartido el mediocampista que hoy milita en el León de México.
La iniciativa, impulsada por Conecta Mayor UC, la Pontificia Universidad Católica de Chile y El Mercurio, destaca a figuras de nuestro país mayores de 75 años y que aportan desde sus diversos ámbitos al país.
