En un partido plano y donde las emociones llegaron cuando ya se disputaba tiempo adicional, el equipo merengue se impuso al cuadro blaugrana que ya suma cinco clásicos sin poder abrazarse. David Alaba y Lucas Vázquez marcaron para la visita, mientras que Sergio Agüero descontó para el Barça en el minuto 97.
(Agencia UNO) – El primer Clásico de la temporada y de esta nueva era es blanco gracias al triunfo del Real Madrid (1-2) sobre el FC Barcelona en un Camp Nou que presentó la mejor entrada de la temporada pero que no pudo ayudar a los suyos, inofensivos, a puntuar y, por contra, el Barça se aleja a cinco puntos de un eterno rival que se pone líder provisional en la liga española.
Sin alardes, sin grandes ocasiones, sin maravillar a nadie. Así fue este primer Clásico post Messi o post Ramos. No hubo brillo, no hubo demasiada clase y sí, el Madrid aprovechó una de las pocas claras ocasiones que tuvo para ganar. El Barça ni se acercó a poder inquietar a Courtois, que terminó el partido dolido de su rodilla por un mal giro.
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Eso sí, en su primer Clásico con el Barça y saliendo desde el banquillo, el Kun Agüero dio algo de emoción al marcar, en el minuto 97, en un centro de Sergiño Dest. Antes, en el 94′, Lucas Vázquez marcó el 0-2 en una contra de Marco Asensio y tras un rechace blando de Ter Stegen, adelantándose a un confiado Eric Garcia.
Un final eléctrico, de infarto, que no cambia la tónica general de un Clásico descafeinado, sin los destellos del pasado. Pero, con esta victoria, ya son cinco los Clásicos en los que no gana el Barça y el Madrid sigue pintando de blanco los duelos entre estos rivales históricos, grandes dominadores del fútbol español.
Desde 2019, con 0-1 en el Santiago Bernabéu, que los blaugranas no se hacen con la victoria. El balance de los últimos seis Clásicos es de esa victoria para el Barça, un empate y cuatro victorias del Real Madrid, incluida la del año pasado en el Camp Nou (1-3), hace justo un año atrás. Esta vez, un 0-2 para ahondar en la herida blaugrana.
El Barça empezó dominando el balón y el partido en los primeros 10 minutos, pero sin acercarse al área del Real Madrid, que esperó atrás hasta optar por cambiar el guión y el rumbo del partido. Con Modric y Kroos en el centro, Carlo Ancelotti pidió a los suyos que tomaran el control y así lo hicieron, hasta poco a poco gozar de las mejores aproximaciones y superar a Ter Stegen.
Lo hizo, primero, el central austríaco David Alaba en una jugada completa. Robó el balón a Memphis Depay en territorio blanco, corrió como nunca y convirtió en golazo, de tiro cruzado, la jugada de Vini Jr y Rodrygo, que le asistió en lo poco de bueno que hizo en el Camp Nou. Por contra, Vini Jr fue el mejor de los blancos, pese a no marcar, y en el Barça ni Ansu Fati ni Memphis ni nadie destacaron, quizá un voluntarioso Coutinho, uno de los refrescos de Koeman.
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Pero con un Madrid superior en las zonas calientes, siendo más decisivo en ataque y muy sólido en defensa, el Clásico ya tiene dueño. El Barça no estuvo bien en defensa, con unas transiciones locas dejando mil espacios a Benzema y compañía.
El francés tuvo el 0-2 todavía en tiempo reglamentario, entrada la segunda parte, pero su tiro a quemarropa a gran pase de Modric lo atajó Ter Stegen.
En la primera parte, con 0-0 en el marcador, Dest falló un gol casi cantado, casi a puerta vacía, enviando a palos de fútbol americano su disparo. Una jugada que bien pudo cambiar este Clásico que hará volver los cuestionamientos al Barça y a su entorno y que deja líder al Real Madrid.