El otrora jugador de U. de Chile pasa sus días con su familia, mientras espera el juicio contra Azul Azul.
Han sido días de cambios para Mauricio Pinilla. Tras su polémica salida del club de sus amores, Universidad de Chile, con demanda de por medio, el futbolista se encuentra viviendo una intensa vida familiar.
Según revela La Cuarta, el jugador disfruta de una reposada rutina que tendrá al menos por dos meses, antes de volver a las canchas.
En su diario vivir, Pinilla se dedica a dejar a sus tres hijos al colegio en Lo Barnechea, se mantiene en forma con una trotadora elítica, y aprovecha su casa en lago Rapel junto a su esposa Gisella Gallardo.
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En tus tiempos de ocio, “Pinigol” disfruta de series como “La Casa de Papel” y “Peaky Blinders” en Netflix y canta los temas de Luis Miguel en reuniones con familias amigas.
Asimismo, se ha preocupado de estar al tanto de las ampliaciones y ventas del exclusivo complejo turístico inmobiliario Marina Golf Rapel, ubicado en la comuna de Las Cabras, en la región de O’Higgins, del cual es accionista.
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Para el próximo 20 de noviembre quedó pactada la primera audiencia de juicio en el Primer Juzgado de San Miguel, en la que se buscará llegar una solución a la demanda interpuesta por el delantero contra Azul Azul, por “vulneración de derechos fundamentales con ocasión del despido”, con la que exige una indemnización de más de mil millones de pesos.
La defensa del mandatario aseguró que él fue víctima de acoso sistemático por parte de la mujer que, 10 años después de enviados los mensajes, presentó la denuncia en su contra.
