Ronnie Brunswijk es dueño y presidente del Inter Moengotapoe, por lo que decidió alinearse como capitán y delantero del equipo. Ha sido juzgado en Holanda y Francia, pero Surinam no extradita a sus ciudadanos. En los camarines incluso se le vio repartiendo dinero.
El vicepresidente de Surinam, Ronnie Brunswijk, ha dado la vuelta al mundo por su insólita participación como capitán, delantero y titular del equipo del cual es dueño: el Inter Moengotapoe.
Brunswijk, ex guerrillero y agricultor, decidió alinearse con el once inicial del club en el encuentro frente al Olimpia de Honduras. También lo hizo su hijo, quien se ubicó como un auténtico 10 en la cancha.
El encuentro se efectuó en el marco de la ida de los octavos de final de la Liga Concacaf 2021-2022, pero para mala fortuna de la autoridad, perdieron abruptamente en un juego que terminó con una abundante goleada 0-6 y con el vicepresidente en la banca, tras ser reemplazado al minuto 53.
En 1999, la justicia holandesa condenó a Brunswijk a ocho años por el delito de narcotráfico.
En Francia sufrió una situación similar un año más tarde, recibiendo una condena por otros 10 años, sin embargo, Surinam no extradita a sus residentes. El político tendría “placa roja” de búsqueda de la Interpol.
Es debido a esa polémica situación que se proyecta que la autoridad –que usó a camiseta número 61 en honor a su año de nacimiento– no participe en el partido de vuelta frente al Olimpia, que será el próximo 28 de septiembre.
Partido del cual seguramente estará expectante, pues más allá de ser el dueño y presidente del equipo, existen fuentes que se refirieron a una supuesta visita del vicepresidente de Surinam al camarín del equipo rival, en la que habría repartido dinero.
🚨🧐 Ah, este funcionario es buscado por la Interpol por delitos relacionados con el narcotráfico y no podrá jugar el partido de vuelta
No obstante, no se sabe si aquel eventual intento de soborno sería para que se dejen perder o simplemente para que no le anoten tantos goles a su equipo en la vuelta.
desde la cúpula comunista, acusaron a la gestión del nuevo alcalde de Santiago, Mario Desbordes de "detener y afectar" el permiso para la realización del evento que estaba programado para el 4 y 5 de enero de 2025 en el Parque O'Higgins.