En un sentido global, el presidente del Banco Mundial dijo en la última perspectiva de la institución que "la guerra en Ucrania, los cierres en China, las interrupciones en la cadena de suministro y el riesgo de estanflación están afectando el crecimiento" y que el Banco Central de EE.UU. podría provocar una recesión, mientras se apresura a ponerse al día con los aumentos de tasas.
(CNN) – El Banco Mundial se une al creciente grupo que hace sonar las alarmas de recesión. En su perspectiva más reciente, el presidente de la entidad, David Malpass, dijo que “para muchos países, será difícil evitar la recesión”.
Malpass integra las voces que reúnen a muchos otros en Wall Street y en los bancos centrales de todo el mundo, que están comenzando a advertir sobre una fuerte recesión económica.
La semana pasada, el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, se refirió a un “huracán” económico en el horizonte, mientras que Elon Musk de Tesla dijo que tiene un “súper mal presentimiento” sobre la economía.
¿Las razones de la falta de optimismo? Malpass dijo en la última perspectiva del Banco Mundial el martes que “la guerra en Ucrania, los cierres en China, las interrupciones en la cadena de suministro y el riesgo de estanflación están afectando el crecimiento”.
La estanflación, combinación de crecimiento económico estancado y alta inflación, se ha convertido en una gran preocupación últimamente. La tendencia recuerda a los expertos y a los consumidores de mayor edad a fines de la década de 1970, cuando una crisis del petróleo y una economía lenta llevaron a dos recesiones, la llamada recesión de doble caída, a principios de la década de 1980.
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Los inversores están nerviosos por el hecho de que la Reserva Federal (Fed) está aumentando agresivamente las tasas de interés para tratar de frenar el aumento de los precios. Sin embargo, el problema es que algunos temen que la Fed haya comenzado demasiado tarde su campaña para combatir la inflación. Como resultado, el Banco Central de EE.UU. podría provocar una recesión mientras se apresura a ponerse al día con más aumentos de tasas.
La perspectiva de tasas más altas a corto plazo por parte de la Fed, ya ha provocado un aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo este año. Las tasas hipotecarias también han aumentado, lo que genera preocupaciones de que el mercado de la vivienda podría desacelerarse drásticamente. Las empresas también están lidiando con costos más altos de productos básicos y salarios y ahora tienen que lidiar con tasas de interés más altas que también pueden dañar sus resultados.
Sumando todo eso, es fácil ver por qué el Banco Mundial está cada vez más nervioso. La organización internacional de préstamos ahora espera que la economía global crezca a un ritmo anualizado de solo 2.9% este año, lo que está muy por debajo de la tasa de crecimiento del 5,7% del año pasado, así como del pronóstico del Banco Mundial para enero de 2022 del 4,1%.
“La recuperación de la estanflación de la década de 1970 requirió fuertes aumentos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas, lo que desempeñó un papel destacado en el desencadenamiento de una serie de crisis financieras en las economías de mercados emergentes y en desarrollo”, dijo el Banco Mundial en su nuevo pronóstico.
El Banco Mundial no espera un gran repunte en el corto plazo. Dijo que el crecimiento global debería “rondar” el nivel del 2,9% tanto para el próximo año como para 2024, describiendo los próximos años como “un período prolongado de crecimiento débil e inflación elevada“.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
