Si bien para algunos expertos "la concentración en sí misma no es un problema", los casos recientes de colusión hacen sonar las alarmas. Es por eso que desde el Ejecutivo buscan estrategias para incentivar la competencia. Y para ello, también es una buena idea mirar las experiencias exitosas de otras economías.
A 26 años de la inauguración del multicarrier, esa historia noventera podría tener un remake. El gobierno ahora usa esta inspiración y busca crear un llamado multicarrier eléctrico. Hace poco estrenó la portabilidad financiera, siguiendo la portabilidad numérica. Todas, estrategias para incentivar la competencia en un país altamente concentrado económicamente
“Es un mercado oligopólico, en todas las áreas de la economía existen dos o tres (oferentes), no se puede llamar un mercado competitivo“, sostuvo Hernán Calderón, presidente de Conadecus.
No es difícil encontrar más de un ejemplo de oligopolio en Chile. Gas, cerveza, farmacias, cigarrillos, papeles y cartones entre varios otros. La pregunta del millón parece ser, entonces, ¿cómo generamos un mercado menos concentrado? ¿Más concentración significa necesariamente menos competencia?
“La concentración en sí misma no es un problema. El gran problema está en las barreras que hay en esos mercados y si son esas barreras muchas veces generadas por las mismas empresas”, advirtió Ana María Montoya, fundadora de Red Pro Competencia.
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Por su parte, Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, detalló que “Chile es un país pequeño, por lo tanto hay sectores que para poder encontrar eficiencia, requieren cierto tamaño y tiene que buscar economías de escala y se tiende a encontrar mayor concentración. En la medida que hayan niveles de competencia que se puedan ver reducidos, el nivel de fiscalización es super relevante“.
En 2013, Israel aprobó una reforma para reducir el tamaño de los grandes grupos empresariales. Un mismo grupo poderoso ya no podría tener, por ejemplo, inversiones en empresas productivas y en instituciones financieras.
“Cuando los grupos son dueños de bancos y retail, no funciona. Piensa que, por ejemplo, en los retailers grandes en Chile, los dos o tres, su negocio es el financiero. Entonces te tientan o obligan a que compres con una tarjeta un jean y el margen de lo ganan por las cuotas”, apuntó Andrés Meirovich, presidente de la Asociación Chilena de Venture Capital
Pero Israel no es el único país que podría ofrecernos ideas. En Alemania, por ejemplo, los farmacéuticos son dueños de las farmacias con límite en su cantidad de sucursales y son justamente las farmacias las que nos llevan a recordar escándalos de colusión en nuestro país que despertaron la indignación de los chilenos y chilenas y se tomaron la agenda mediática.
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Entre diciembre de 2007 y marzo de 2008, las farmacias Cruz Verde, Salcobrand y Farmacias Ahumada se coludieron afectado los precios de un listado de 206 medicamentos.
En el mercado del papel tissue, CMPC y SCA Chile se coludieron asignándose cuotas de participación de mercado y fijando precios entre los años 2000 y 2011.
Cencosud, Walmart y SMU se concertaron par subir artificialmente los precios de la carne de pollo al menos entre 2008 y 2011.
El 2016 se promulgó la ley que, entre otros, propuso sancionar con cárcel el delito de colusión.
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“Estamos en un buen camino. Hay dos grandes desafíos, uno tiene que ver con las colusiones en algoritmos digitales, necesitamos estar con los ojos abiertos ante nuevos mecanismos que se pueden abrir en la competitividad entre las empresas y lo otro tiene que ver con la credibilidad de la delación compensada y no bajar la guardia, en el sentido que también la Fiscalía tiene que investigar por oficio”, agregó Montoya.
Por su parte, Calderón sostuvo que “cuando la industria tiene muy pocos competidores, la colusión es muy fácil, porque son pocos los que se tienen que poner de acuerdo”.
Discusión con varias posturas y que sin duda tiene un impacto concreto en el bolsillo de los chilenos. Según un estudio de Horizontal, un 40% del presupuesto familiar se destina a mercado en los cuales hay indicios o presunciones de falta de competencia.
Imagine una carrera de atletismo, la pista en Chile no siempre tiene todos los carriles ocupados y, en algunos casos, desafiar al líder puede generar resultados que aplauden los consumidores.